A la baja

El FMI también enmienda a Calviño: recorta su previsión de crecimiento para España al 4,6%

El organismo advierte de que, si la situación empeora por la nueva ola, el espacio fiscal disponible para maniobrar es “limitado”

Crecimiento del PIB. Infografía
Crecimiento del PIB. InfografíaTeresa Gallardo

El Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha sumado al nutrido grupo de organismos internacionales e instituciones que han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para España y que dejan en papel mojado los números previstos por el Gobierno. En la declaración del personal técnico al término de la misión del fondo en España, en la que se describen las conclusiones preliminares tras su visita oficial a nuestro país, el organismo proyecta que la actividad económica crezca un 4,6% en 2021 y un 5,8% en 2022. El Fondo recorta así en 1,1 puntos porcentuales el pronóstico de crecimiento que hizo el pasado mes de octubre en sus previsiones de otoño. Una proyección que ya era inferior al 6,4% que había hecho en su análisis de verano.

Las expectativas del FMI van en línea con las del Banco de España, que el pasado día 17 de diciembre vaticinó que el PIB español crecerá un 4,5% en 2021 y un 5,4% en 2022, después de propinar un hachazo sobre sus previsiones de septiembre de 1,9 puntos menos en el caso del avance económico esperado para este año y de cuatro décimos para el de 2022.

A pesar de estas revisiones a la baja tanto del FMI como del Banco de España y otros organismos como la Comisión Europea, el FMI, la AIReF, Funcas o el Consejo General de Economistas, el Gobierno mantiene sin cambios su cuadro macroeconómico, con el que elaboró los Presupuestos Generales del Estado para 2022, y en el que prevé un crecimiento para este año del 6,5% y del 7% para 2022.

La institución ya recortó en octubre otras siete décimas sus previsiones

En su análisis, el FMI vuelve a poner de manifiesto que la deuda constituye una de las principales debilidades de la economía española y advierte, además, de que el margen fiscal de España para afrontar nuevas turbulencias económicas si la pandemia empeora es muy estrecho. “La incertidumbre en torno a las perspectivas es alta, y la evolución de la pandemia sigue siendo uno de los principales riesgos. La actual ola de infecciones pone de manifiesto los riesgos que la pandemia sigue suponiendo para la actividad, sobre todo si las vacunas resultan ser menos eficaces ante las nuevas variantes. El ritmo de la recuperación también dependerá de la duración y la magnitud de los trastornos en las cadenas de suministro”.

En su análisis, los técnicos del FMI destacan que algunas medidas esenciales de apoyo aplicadas durante la pandemia se han prorrogado hasta 2022, con modificaciones para hacer su diseño más focalizado. En este sentido, apuntan que la política fiscal debe seguir apoyando la recuperación hasta que ésta se afiance, y debe focalizarse y concentrarse en los más vulnerables. Dado que no se espera que la actividad retorne a los niveles previos a la crisis hasta finales de 2022 o comienzos de 2023, el próximo año la política fiscal debe continuar siendo expansiva en términos generales, de acuerdo con el anteproyecto de Presupuestos de para 2022. De este modo, se prevé que en 2021 y 2022 el déficit público disminuya, pero que los factores principales de dicha disminución sean la recuperación económica y los estabilizadores automáticos, así como la desescalada de las medidas de emergencia contra la Covid. “Es muy positivo que, favorecido por el uso de fondos de la UE, el gasto público tenga un importante componente de inversión”, señala la misión del FMI, que recomienda que “toda sorpresa positiva en el saldo público”, debida a una recuperación más rápida de lo previsto el año próximo, “debería ahorrarse”.

Salarios y pensiones

El documento analiza también otros aspectos como la rampante inflación de la economía. Sobre esta cuestión, el Fondo advierte de que los salarios deben contenerse y no dejarse llevar por la escalada de precios. “Es importante que las negociaciones salariales continúen internalizando la naturaleza transitoria de los motores actuales de la inflación y eviten un círculo vicioso de mayores salarios que conduzcan a una inflación mayor”, explica.

Respecto a la reforma de las pensiones, el FMI se muestra inquieto sobre la sostenibilidad del sistema si no se implementan medidas adicionales. “En su fase inicial, la reforma de las pensiones ha priorizado la aceptabilidad social y la suficiencia, pero persiste la inquietud sobre la sostenibilidad en caso de que no se implementen medidas adicionales”, advierten los técnicos de la institución. El FMI avisa de que “preservar la sostenibilidad de las finanzas públicas requiere esfuerzos adicionales para contrarrestar las presiones del gasto en pensiones, lo cual también ayudaría a dar una señal del compromiso de las autoridades con la responsabilidad fiscal”. Entre las posibles medidas adicionales, proponen la adopción de mecanismos para restringir el gasto prolongando más la vida laboral, así como aumentar los ingresos, para lo que apuestan por aumentar los ingresos máximos sujetos a cotizaciones, si bien señalan que algunas de estas medidas se incorporarán en la segunda fase de reformas en 2022. El fondo calcula que la propuesta de reforma, que liga las pensiones al IPC y elimina el factor de sostenibilidad, incrementaría el gasto anual en pensiones un 3,5% del PIB de aquí a 2050, comparado con la implementación completa de la legislación anterior.

La misión del Fondo también hace una valoración sobre la Ley de Vivienda aprobada recientemente por el Consejo de Ministros. El informe asegura que “los programas debidamente focalizados de apoyo al alquiler para grupos vulnerables, que son bienvenidos. Las medidas propuestas para el lado de la oferta, como un aumento de los impuestos sobre los inmuebles desocupados y la ampliación del parque de vivienda social, deberían ayudar a aliviar las presiones en el mercado de alquileres”, afirma. Sin embargo, también advierte de que la intervención de precios del alquiler no va por el buen camino. “Los techos a las subidas del alquiler en áreas tensionadas, pueden introducir ineficiencias y restringir la disponibilidad de inmuebles para futuros arrendatarios”, advierte.