Comercio

Rusia prohíbe la exportación de 200 productos para intentar proteger su economía

En la lista se incluyen equipos técnicos y de telecomunicaciones, vehículos o máquinas de procesamiento de metal y piedra

Fábrica de acero en la localidad rusa de Novokuznetsk
Fábrica de acero en la localidad rusa de NovokuznetskMAXIM SHIPENKOVAgencia EFE

Rusia está tomando medidas para tratar de que el bloqueo económico decretado por occidente tras su invasión de Ucrania no provoque el colapso de su economía. El presidente ruso, Vladímir Putin, firmó el martes un decreto de “medidas especiales” para “garantizar la seguridad de la Federación Rusay el funcionamiento ininterrumpido de la industria”que prohíbe la exportación de determinados productos hasta finales de año. En la lista, según ha adelantado la agencia de noticias rusa TASS, abarca unos 200 bienes, entre los que se incluyen equipos técnicos, de telecomunicaciones y médicos, vehículos, maquinaria agrícola y equipos eléctricos. De igual forma, se verán afectados otros artículos como vagones y locomotoras, contenedores, turbinas, máquinas de procesamiento de metal y piedra, monitores, proyectores, consolas y paneles.

Rusia también baraja la posibilidad de prohibir algunas exportaciones de madera y productos forestales a países que “hayan cometido acciones hostiles”, de acuerdo con el Ministerio de Economía, que no especificó a qué productos se refería exactamente. “Esta medida es necesaria para garantizar la estabilidad en el mercado ruso”, ha subrayado el Gabinete del Kremlin en un comunicado de prensa.

Aranceles

La sostenibilidad de las finanzas rusas tras el bloqueo de su economía se está volviendo cada día más complicada. Sobre todo, porque la presión sobre Putin que están ejerciendo la UE, Estados Unidos y otros países como Japón o Australia va cada día a más. Tras prohibir las importaciones de petróleo y gas ruso, Estados Unidos planea ahora tomar medidas para poner fin a su trato comercial favorable a Rusia, lo que abriría la puerta a la posible imposición de aranceles a Moscú. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pedirá hoy al Congreso estadounidense que retire a Rusia el trato denominado de “nación más favorecida”, uno de los principios fundamentales del comercio internacional por el que vela la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La medida se tomará en coordinación con el resto de países miembros del G7 y con la Unión Europea (UE), que ya ha anunciado su intención de proceder de igual manera, adelantó a Efe una fuente conocedora de los planes del presidente. Ucrania y Canadá ya han retirado a Rusia el estatus de “nación más favorecida”, y la UE planea hacer lo mismo, aseguraron este jueves fuentes diplomáticas próximas a la OMC.

En Estados Unidos, la retirada de ese estatus se entiende como una suspensión de las relaciones comerciales normales con ese país, y el Congreso debe dar luz verde a dicha iniciativa. Se espera que la medida salga adelante, porque la revocación de ese estatus comercial preferente de Rusia y Bielorrusia ya estaba en un proyecto de ley respaldado por miembros de ambos partidos que estudió esta semana el Congreso.

Al borde del impago y en recesión

La batería de represalias económicas tomada contra Moscú está acercando cada día más a Rusia hacia la bancarrota. Hoy mismo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha admitido que la bancarrota de Rusia “ya no es un evento improbable”. “El incumplimiento (‘default’) de Rusia ya no es un evento improbable”, ha reconocido Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI durante un encuentro con la prensa a propósito de la situación en Ucrania, donde explicó que “no es que Rusia no tenga dinero”, sino que las sanciones aplicadas imposibilitan a Rusia usar este dinero. “No voy a especular sobre lo que puede suceder o no, pero solo quiero decir que no hablemos más del incumplimiento de pago de Rusia como un evento improbable”, ha añadido.

La directora del FMI ha advertido de que las sanciones implementadas han provocado una contracción abrupta de la economía rusa, llevándola a una “profunda recesión” en la que la depreciación del rublo impulsa al alza la inflación y reduce sustancialmente el poder adquisitivo y el nivel de vida de la gran mayoría de la población rusa. “Puedo decir categóricamente que la economía rusa está experimentando una fuerte contracción”, ha asegurado Georgieva, para quien el factor clave a este respecto será la duración de la guerra y del régimen de sanciones a Rusia, así como si este régimen de sanciones puede o no profundizarse aún más con las exportaciones de energía de Rusia.