Paro

Trilerismo laboral

Crecen los contratos temporales cuatro veces más que los indefinidos. De estos, solo uno de cada cuatro son a tiempo completo

Varias personas pasan por delante de una oficina del Servicio Público de Empleo Estatal
Varias personas pasan por delante de una oficina del Servicio Público de Empleo EstatalCarlos LujánEuropa Press

La recuperación del mercado laboral corre pareja a la de la economía. En el primer trimestre, el PIB creció un 0,3%, lo que ha forzado a que el Gobierno rebaje su previsión de crecimiento del 7% al 4,3%. En 2021, el crecimiento final fue de apenas un 5% cuando el Gobierno había llegado a vender una recuperación del 6,5% a finales de julio, en plena escalada energética. El desplome de la economía española fue del 10,8% en 2020, el mayor desde la Guerra Civil y el destrozo más cuantioso de toda la OCDE. España solo logrará recuperar lo perdido entrado 2023. Es decir, la economía española no crece, anda lo desandado. Cuando se recupere de la escabechina a la que nos llevó la nefasta gestión de la pandemia por parte del tándem Sánchez-Iglesias (procuremos no olvidarlos), España volverá a crecer.

Al mercado laboral le ocurre algo parecido, como no podría ser de otra manera. Es cierto que las cifras de afiliación están en máximos, por encima de los 20 millones, un dato satisfactorio, pero no para sacar pecho con casi tres millones de parados casi endémicos (un millón y medio son desempleados de larga duración) y más de un millón con todos sus miembros en paro.

Respecto a la reducción de la temporalidad, se trata de un ejercicio de trilerismo laboral. Las condiciones de la economía española son las que son, las mismas que hace dos días y su crecimiento en el primer trimestre de apenas un 0,3% no puede tirar de la creación de empleo como el Gobierno pretende hacernos creer ¿Han mejorado las condiciones de vida de los trabajadores con un contrato que se llama fijo discontinuo en vez de temporal? Es más que discutible.

Pero es que, además, ha crecido el empleo temporal. Lo dice Adecco: «Crecen los contratos temporales cuatro veces más que los indefinidos, el contrato por circunstancias de la producción y el de sustitución crece un 26%, y los fijos discontinuos se estancan». En mayo, los contratos temporales crecieron un 21% y de los indefinidos solo cuatro de cada diez trabajadores lograron firmar uno a tiempo completo. De los buenos. De hecho, la contratación de fijos discontinuos se ha multiplicado por 13 en un año: suben en 244.175 (+1.200%). Y todo con una devaluación brutal de rentas. Como para sacar pecho.