Los sindicatos de Ryanair anuncian una nueva huelga que se extenderá hasta el 7 de enero de 2023

La huelga de Ryanair se recrudece. USO y Sitcpla, los sindicatos que representan a los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) de Ryanair, han anunciado una nueva huelga se que extenderá desde el próximo 8 de agosto hasta el 7 de enero de 2023, ambos incluidos. Durante ese periodo, se sucederán paros de 24 horas, de lunes a jueves, semanalmente. En un primer momento, los TCP convocaron seis jornadas de huelga a las puertas de las vacaciones de verano, en concreto, durante los días 24, 25, 26 y 30 de junio y 1 y 2 de julio. Tras este periodo, los sindicatos anunciaron nuevos paros de 24 horas para los días 12, 13, 14, 15, 18, 19, 20, 21, 25, 26, 27 y 28 de julio en los diez aeropuertos españoles en los que opera la compañía. Es decir, un total de 18 días de huelga que, sumados a la nueva convocatoria, harán que la protesta se prolongue durante medio año. Además, el inicio de las nuevas jornadas de huelga, fechado para el 8 de agosto, coincide con una de las mayores operaciones salida de todo el año y su dilatación en el tiempo afectará también a los puentes de otoño e invierno y a las festividades navideñas.

Los sindicatos señalan que Ryanair “no ha mostrado el más mínimo intento de acercamiento” con ellos, sino que “ha manifestado públicamente su negativa a entablar cualquier diálogo con los representantes elegidos por sus tripulantes”, según han indicado en una nota de prensa. Por ello, se han visto “obligados” a continuar con la huelga y convocar nuevas jornadas.

Esta nueva convocatoria de huelga en Ryanair responde a las reivindicaciones de los trabajadores sobre la aplicación de los mínimos estatutarios de la legislación española en materia laboral y sindical a todos los tripulantes de cabina que prestan sus servicios en los aviones de Ryanair y en las diez bases españolas de la aerolínea de bajo coste: Madrid, Málaga, Sevilla, Alicante, Valencia, Barcelona, Girona, Santiago de Compostela, Ibiza y Palma de Mallorca.

Esto se traduce en la aplicación de los derechos laborales básicos, que no pueden suponer objeto de negociación, tales como 22 días laborables de vacaciones anuales; 14 festivos legalmente establecidos; cumplimiento de la ley de prevención de riesgos laborales; concesión de los derechos de guarda legal, concreción y reducción de jornada; el abono de los niveles salariales previos a pandemia, tal y como la Audiencia Nacional ya falló en sus sentencia; fin de la contratación de trabajadores a través de cesión ilegal de empleados, también condenado por la Audiencia Nacional, y el respeto al legítimo ejercicio del derecho a huelga por parte de los trabajadores.

En segundo lugar, reclaman la readmisión inmediata de los 11 trabajadores despedidos durante las anteriores convocatorias de los meses de junio y julio por secundar la huelga, considerada un derecho constitucional. El último afectado ha sido un trabajador con 12 años de experiencia en la base de Barcelona. Y, en tercer lugar, exigen la paralización y archivo de todos los expedientes sancionadores abiertos a aproximadamente unos 100 trabajadores con motivo de los paros anteriores.

Evolución del penúltimo día de paros hasta el inicio de la nueva huelga

La undécima jornada de huelga del último paro convocado por los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) españoles de Ryanair ha dejado 8 vuelos cancelados y 141 retrasos, según han informado los sindicatos.

Según ha informado USO, hasta las 13:00 horas tres de los ocho vuelos suspendidos tenían salida en el aeropuerto de Barcelona-El Prat, otros tres llegaban a la Ciudad Condal, uno realizaba el trayecto Madrid-Palma de Mallorca y otro Palma de Mallorca-Madrid. También se han suspendido salidas desde Milán, Bruselas y Londres con destino Barcelona.

Los retrasos han afectado en mayor medida a Barcelona (37 vuelos de salida o llegada demorados), Palma de Mallorca (24 retrasados) y Madrid-Barajas (22 retrasos). En Málaga han salido o llegado con retraso 16 vuelos; en Alicante, 14; en Valencia, diez; en Sevilla e Ibiza, seis en cada aeropuerto; en Gerona, cinco, y en Santiago de Compostela, uno.