Macroeconomía

El consumo impulsa el crecimiento un 1,1% en el segundo trimestre pero la inversión empresarial se detiene

El consumo de los hogares ha crecido un 3,2%, pero la inversión empresarial ha caído un 2,3%

Calviño nos cuenta un cuento
Calviño nos cuenta un cuentoEduardo ParraEuropa Press

La economía española creció el 1,1% entre abril y junio, impulsada por el rebote del consumo de los hogares pese al contexto de inflación elevada. El crecimiento se ha acelerado nueve décimas respecto al primer trimestre del año, en el que la sexta ola de la pandemia y la guerra de Ucrania provocaron una contracción del consumo de las familias que frenó en seco el avance del PIB al 0,2%, según el avance de Contabilidad Nacional publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Sin embargo, el PIB a precios corrientes -sobre el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda- aumenta a una tasa interanual del 9,5%. Pero este crecimiento es nueve décimas inferior al registrado en el primer trimestre. Con ello, el deflactor implícito de la economía presenta una variación interanual del 3%, nueve décimas inferior a la del cierre de marzo.

La demanda nacional ha pasado a liderar el crecimiento económico, que ha dejado atrás las tasas negativas del anterior trimestre para crecer el 3,2% hasta junio, apoyado por el dinamismo de las inversiones en vivienda, edificación y construcción, que han repuntado notablemente, con un incremento del 7,8%.

Este crecimiento trimestral del PIB, que se suma a los cinco anteriores que terminaron en positivo ha superado las expectativas de analistas y organismos, incluso las del Banco de España, que había proyectado en sus últimas previsiones un avance del 0,4% para el segundo trimestre, siete décimas menos que lo presentado por el INE. Sin embargo, el instituto estadístico advierte de que este adelanto de datos del segundo trimestre se ha realizado “en base a datos hasta mayo, a resultados adelantados de algunas fuentes referidos al mes de junio y estimaciones de indicadores basadas en datos administrativos y otras fuentes adicionales que complementan a las usuales”, por lo que puede haber una desviación a la baja una vez se concrete toda la información.

La contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB fue de 3,6 puntos, cuatro décimas inferior a la del primer trimestre, mientras que la demanda externa aportó 2,6 puntos, tres décimas más que la del trimestre pasado. El consumo vuelve así a tasas positivas, después de que en el primer trimestre presentase la primera tasa negativa del gasto de las familias desde el primer trimestre de 2021.

Por contra, el gasto público regresó a tasas negativas y cayó entre abril y junio un 0,5%, mientras que el de las instituciones sin fines de lucro también volvió a tasas negativas al descender un 0,7% en el segundo trimestre. En términos interanuales, la variación del PIB es del 6,3%, tasa similar a la del primer trimestre de 2022.

Por sectores económicos, los servicios lideraron el crecimiento interanual, con un aumento de su valor añadido bruto del 7,7%, seguidos por la construcción, con un alza del 5%, y de la industria (+3%). En cambio, la agricultura registró un descensos del 2,9%.

El empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, creció un 0,4% frente al periodo de enero a marzo de este año. Esta tasa de avance es de menor magnitud en el caso de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (con una caída del 0,4%, lo que supone nueve décimas menos que en el primer trimestre) debido al aumento que se observa en la jornadas medias a tiempo completo (0,8%).

Los puestos equivalentes a tiempo completo crecieron un 4,9%, cuatro décimas menos que en el primer trimestre, lo que supone un incremento de 867.000 empleos a tiempo completo en un año. La remuneración de los asalariados repuntó un 8,7% en comparación con el segundo trimestre de 2021.