Economía

La actividad del sector servicios sigue al alza pero se desacelera en julio

El índice PMI de S&P Global se situó en 53,8 puntos, por debajo de los 54 de junio

Un camarero sirve varias bebidas en una terraza
Un camarero sirve varias bebidas en una terrazaDavid Arquimbau SintesAgencia EFE

La recuperación económica de nuestro país es una realidad que se está viendo reflejada poco a poco en algunos sectores de la economía como en la industria turística o el de servicios, alcanzando lentamente las cifras previas a la pandemia.

En este sentido, pese a que la actividad del sector servicios en España aumentó en julio por sexto mes consecutivo, este fue a un ritmo más lento que en el mes anterior y además supuso un “deterioro de las expectativas de futuro” por la elevada inflación que está azotando actualmente el país.

Por tanto, el índice PMI de S&P Global, que ahora integra a IHS Markit, se situó en 53,8 puntos, por debajo de los 54 de junio, pero aún por encima de los cincuenta puntos que separan el crecimiento de la contracción.

En lo que respecta a las empresas de este sector, estas volvieron a reportar un aumento de los pedidos por sexto mes consecutivo, aunque este fue “modesto” al realizarse menos pedidos procedentes del extranjero y al haber una “creciente indecisión” de los clientes.

Como es de esperar, el aumento de la actividad trajo consigo un impulso en la contratación de trabajadores, un aumento de plantilla que suma dieciséis meses consecutivos, por lo que ya hay informes que alertan de problemas para encontrar personal cualificado.

Al haber una desaceleración del aumento de los pedidos así como una contratación de nuevos empleados, esto permitió a las empresas ponerse “prácticamente al día” con la carga de trabajo.

Pese a que la actividad ha continuado aumentando, las empresas de servicios del país continuaron mostrando su preocupación por la inflación, sobre todo por la “presión” de las facturas de energía y otros suministros.

En esta línea, el encarecimiento de los suministros, unido en algunos casos a una subida de los salarios, provocó que los mayores costes se trasladasen a los clientes, lo que supuso “un fuerte grado de incremento de las tarifas cobradas”.

Es por ello que en este entorno de una constante presión de precios y un entorno político inestable, las empresas de servicios situaron su confianza en el nivel más bajo desde 2020, con un creciente temor a que se produzca una recesión en la segunda mitad del año.

La actividad privada de la eurozona se contrae en julio

En lo que respecta a la zona euro, la evolución no ha sido tan positiva, ya que la actividad del sector privado el pasado mes de julio registró su primera contracción desde febrero de 2021 por el impacto en la demanda de la elevada inflación, según refleja el índice compuesto de gerentes de compras (PMI), que bajó hasta los 49,9 puntos desde los 52 del mes anterior.

En este sentido, la contracción al inicio del tercer trimestre refleja la caída de la actividad del sector manufacturero, con una lectura del PMI de 49,8 puntos desde los 52,1 de junio, en mínimos de 25 meses. Asimismo, se desaceleró sensiblemente el crecimiento en el sector servicios, con un resultado del PMI de 51,2 puntos, frente a 53 el mes anterior.

“El muy esperado aumento del gasto de los consumidores tras la relajación de las restricciones de la pandemia se está frustrando a medida que los hogares están cada vez más preocupados por el aumento del coste de vida, lo que significa que el gasto discrecional se está desviando a elementos esenciales como los alimentos, los suministros y el pago de préstamos”, indicó Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Market Intelligence.

Del mismo modo, el experto advirtió de que el gasto empresarial está siendo limitado por una mayor cautela y aversión al riesgo ante un panorama económico “más sombrío”.

Por tanto, las empresas detectaron este pasado mes una menor demanda de productos y servicios derivada de los altos precios, así como una caída de los pedidos para la exportación. A pesar de ello, el empleo “mostró cierto grado de resistencia”, con un incremento de las plantillas, siendo el más lento en quince meses, en línea con un desplome de las expectativas de futuro.

Asimismo, entre las principales economías de la zona euro analizadas, España ofreció la mejor lectura del PMI compuesto en julio, con 52,7 puntos, por delante de Francia, con 51,7 puntos, así como de Alemania, con 48,1 puntos, y de Italia, con 47,7 enteros.