Opinión

Un retorno duro

La vuelta de las vacaciones viene marcada por un precios disparados que van a seguir haciendo mella en el bolsillo de los hogares y empresas españolas

La vuelta de las vacaciones está al caer. Lo que sigue es un contrasentido, pero es así: con una mano la Unión Europea (UE) concede “un porrón” de ayuda económica y de todo tipo a Ucrania desde que se produjo la invasión de este país; con la otra, sigue dando dinero a Rusia mediante la compra de gas y de otros productos energéticos, entre otras cosas porque no tiene más remedio, ya que a día de hoy es impensable no contar con el gas de Moscú. Total, que, de una manera o de otra, financiamos a los dos contendientes. Esa es la realidad, tozuda realidad, que impera hoy en día. Con los planes puestos en marcha por Bruselas se está reduciendo poco a poco la dependencia energética de Rusia. Sin embargo, el otoño y el invierno se presentan complicados, tanto por el abastecimiento como, sobre todo, por los precios. Salvo cambio repentino, la mayoría de los combustibles y energías seguirán por las nubes.

Y otro tanto sucede con los precios de ciertos alimentos. Voy a citar tan solo algunos, a los que se deberá prestar atención durante los próximos días, cuando se vuelvan a llenar los frigoríficos, y en los meses sucesivos, porque el problema va para largo, a tenor de la evolución de las cosechas en España y de lo que sucede en nuestros mercados en origen y en los de futuros. Por ejemplo, la sequía recortará la producción de aceite de oliva en más de un tercio sobre una normal, como la del año pasado, cuando se acercó a 1,5 millones de toneladas; en otros tiempos, cuando subía el precio del aceite de oliva, el consumidor optaba por el de girasol, pero ahora el problema radica en que este último está disparado también como consecuencia de la guerra en Ucrania. Los precios en origen de la carne de cerdo, tanto de capa blanca como de ibérico suben y suben, lo que repercutirá en el consumidor. Otro tanto sucede con la carne de vacuno y, en las últimas semanas, con la de ovino. La leche y los productos lácteos también aumentan y aumentan y continuarán en esta línea, como el pollo, los huevos y los cereales y sus derivados. En resumen: la inflación va a seguir.