La UE permitirá a España gravar los ingresos de las energéticas en vez de los beneficios

Según adelantan fuentes diplomáticas españolas, el último borrador acordado entre los Veintisiete permitirá que, aquellos países con propuestas semejantes a las planteadas por Bruselas, puedan mantenerlas sin realizar modificaciones. A pesar de que en un texto anterior, las cancillerías europeas abogaban por que este impuesto estuviese tan sólo circunscrito a los beneficios, las mismas fuentes aseguran que esta referencia ha sido eliminada antes de la reunión de los ministros de Energía que tendrá lugar este viernes en la capital comunitaria y no parece que vayan a producirse cambios de última hora.

El objetivo de esta cita reside en aprobar el reglamento para que la UE pueda recaudar 140.000 millones de euros con los que auxiliar a los colectivos más vulnerables ante la subida de los precios de la energía y seguir invirtiendo en el despliegue de las fuentes de energía renovables, como modo de hacer frente al chantaje ruso del gas.

La Comisión Europea presentó a mediados de este mes una propuesta denominada “contribución solidaria " para que las fuentes de energía contaminantes (petróleo, gas y carbón) colaborasen con un 33% sobre los beneficios obtenidos a partir del ejercicio 2022 y que se sitúen un 20% por encima de la media de los tres últimos años fiscales. Bruselas aspira a recaudar 25.000 millones de euros con esta medida. Aunque España había abierto la puerta a realizar cambios en su propuesta si así lo requerían los técnicos europeos, todo indica que al final no será necesario.

La propuesta del Gobierno español reside en gravar el 1,2% de los ingresos correspondientes a las empresas energéticas cuya facturación sea superior a los 1.000 millones de euros. En la reunión de este viernes también se abordará introducir un tope al precio de las renovables y nucleares y un plan para reducir el consumo de electricidad.