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La inflación también lastra Brasil

La incertidumbre global marcará la gestión económica del ganador de las elecciones que hoy se celebran en el país carioca

Brasil, un auténtico gigante territorial y poblacional, es también la primera economía de América Latina y la segunda del continente tras EE UU. Hoy sabrá el camino que tomarán sus cuentas, dependiendo de si gana Lula o Bolsonaro. Si es el primero, el coloso latino, hoy en apuros, dará un cambio de rumbo total, abandonado el liberalismo de su ministro Guedes. El programa económico de Lula está en el mismo registro que la mayor parte de las naciones de Hispanoamérica donde ha vencido la izquierda. Más Estado, más inversión pública, más empresas públicas, eliminar el techo de gasto, suspender las privatizaciones, impuestos para los ricos y ayudas para los pobres. Cierto que Lula se caracterizó en anteriores mandatos por una gestión más socialdemócrata que izquierdista radical, y en ese sentido intentará atraer de nuevo la inversión extranjera como ya hiciera en el pasado. Una inversión que con Bolsonaro ha disminuido, en parte como consecuencia de la pandemia, en parte por su polémica imagen. La gestión de Bolsonaro quedó muy lastrada por la COVID y las continuas disputas del ex militar con sus adversarios y con la Prensa. Aun así, ha sorteado la crisis mejor que el resto de LATAM e incluso que Europa. Su inflación está en el 7,2%, el desempleo ha caído al 9,1%, la deuda se ha reducido al 78,5% del PIB y el déficit es del 3,5% (llegó al 14%). Pero resaltan los medios lulistas que suben el índice de pobreza y la desigualdad. La inflación y la incertidumbre global marcarán, en cualquier caso, la gestión económica de quien gane hoy en Brasil.