Vivienda
Los jóvenes españoles no se van de casa: se emancipan la mitad que la media europea
El porcentaje de jóvenes que viven independizados en España se situó en el 15,9% en el primer semestre de 2022, frente al 32,1% europeo. Además, su capacidad adquisitiva es un 22,65% inferior a la que tenían en 2008
El porcentaje de personas jóvenes que viven emancipadas de su familia en España se situó en el 15,9% en el primer semestre de 2022, la mitad que la media de emancipación de la Unión Europea (32,1%). Asimismo, los jóvenes (entre 16 y 29 años) tienen una capacidad adquisitiva un 22,65% inferior a la que tenían en 2008, concluye el Observatorio de Emancipación correspondiente al primer semestre de 2022, elaborado por el Consejo de la Juventud de España (CJE).
A mediados de 2022, la emancipación juvenil mejoró ligeramente hasta situarse en el 15,90%, 0,3 puntos más que a finales de 2021. Sin embargo, esta mejora se muestra claramente insuficiente, ya que la emancipación juvenil en España se encuentra aún por debajo de los niveles previos a la pandemia (18,7% al cierre de 2019) y, sobre todo, muy lejos de los estándares europeos. “Para los jóvenes españoles independizarse es prácticamente una quimera, siendo siempre más difícil para una persona joven española hacerlo que para una europea”, apunta el Consejo de la juventud de España. El organismo considera que, con el paso de los años, “ser una persona joven en España se ha convertido en una maldición”.
¿Por qué es tan difícil emanciparse en España?
El mercado de alquiler en España continuó encareciéndose durante la primera mitad de 2022. Con la última subida semestral, a las personas jóvenes se les encareció el alquiler en un 4,16% en el último año hasta suponer, para una persona joven en solitario, el 85,10% de su salario neto. Ante la imposibilidad de alquilar en solitario, una de cada tres personas jóvenes se ven obligadas a alquilar una vivienda compartida (34,5%). Una persona joven trabajadora paga de media por una habitación el 26,8% de su salario neto, rozando el límite aconsejado por el Banco de España (30%) y dificultando mucho la capacidad de ahorro de la juventud.
El incremento del precio medio de compra de la vivienda supuso un 5,5% en el último año, la subida más alta desde el pico del boom inmobiliario en 2007. Con esta subida, la vivienda media alcanzó los 174.000 euros en España. Las dificultades de acceso a la vivienda por parte de las personas jóvenes hay que buscarla en la calidad del trabajo.
El precario empleo de las personas jóvenes hace que su salario anual medio se sitúe en los 12.640 euros, 190 euros menos que en diciembre de 2021. Dados el salario y el precio medios de la vivienda de compraventa en España, una persona joven tendría que destinar al pago de la entrada de la vivienda casi cuatro veces su salario anual neto (3,9), una cifra imposible de ahorrar para una persona emancipada.
A esto hay que añadir que, aunque la tasa de paro es ligeramente inferior a 2008 (un 20,5% frente al 22%), en el primer semestre de 2022 había menos gente joven trabajando o buscando trabajo que en aquel entonces, por lo que las cifras de empleo no son mayores que antes del inicio de la crisis. Entonces, la tasa de actividad era del 67,10%, ahora es del 54,30%. Además, aunque la temporalidad se ha reducido drásticamente gracias a la nueva reforma laboral, un 48,1% de las personas jóvenes con un empleo a tiempo parcial manifestaba estar haciéndolo de forma involuntaria por no haber encontrado un empleo a jornada completa.
Con la inflación alcanzada a finales de junio de 2022 (9,1% en términos interanuales) y el estancamiento salarial de las personas jóvenes, a precios constantes, la juventud había perdido un 3,86% de capacidad adquisitiva en el último año. Al ampliar el rango de comparación al momento previo a la Gran Recesión de 2008, la pérdida de poder adquisitivo de la juventud española ha sido del 22,65% a pesar de la subida del 35% del Salario Mínimo Interprofesional vivida en el último lustro.
La juventud española sigue siendo el segundo colectivo de edad con mayor riesgo de pobreza tras la infancia. En 2021 uno de cada tres jóvenes se encontraba en situación de riesgo de pobreza o exclusión social y casi uno de cada cuatro jóvenes con trabajo se encontraba en situación de riesgo de pobreza o exclusión social.
En palabras de Andrea González Henry, presidenta del Consejo de la Juventud de España: “La situación de la juventud es especialmente grave pues no consigue empleos de calidad con salarios dignos y, a la vez, se queda fuera de importantísimas prestaciones sociales que paliarían su situación, como es el Ingreso Mínimo Vital y que es especialmente duro con la juventud, pues exige requisitos mayores que al resto de la población a pesar de su peor situación económica”.
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