Macroeconomía

El IEE avisa del riesgo de estanflación y advierte de que la retirada temprana de las ayudas disparará la inflación

Estima que la economía española crecerá un 4,5% este año y un 1,2% en 2023. Prevé que el empleo lo hará un 3,8% este año y anticipa una desaceleración hasta el 0,3% en 2023

El presidente del Instituto de Estudios Económicos, Íñigo Fernández de Mesa, y su director general, Gregorio Izquierdo, presentan el Informe semestral de Coyuntura Económica titulado “La ralentización, principal riesgo para 2023”
El presidente del Instituto de Estudios Económicos, Íñigo Fernández de Mesa, y su director general, Gregorio Izquierdo, presentan el Informe semestral de Coyuntura Económica titulado “La ralentización, principal riesgo para 2023”IEEIEE

El Instituto de Estudios Económicos prevé un crecimiento del 1,2% para 2023 y una tasa de inflación del 3,9%, que junto a una situación de “elevada incertidumbre”, de subida de tipos de interés y de desaceleración a nivel mundial aumentan “el riesgo de ir hacia una etapa de estanflación”. Esta son algunas de las principales conclusiones del informe semestral de coyuntura económica titulado “La ralentización, principal riesgo para 2023″, elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) y presentado este lunes por su presidente y su director general, Íñigo Fernández de Mesa y Gregorio Izquierdo, respectivamente.

Aunque no las únicas, ya que también han dado la señal de alerta sobre la retirada temprana de paquete de medidas de ayuda contra la inflación aprobadas en los últimos meses, que el Gobierno valora retirar definitivamente en su mayor parte a partir del 31 de diciembre. El IEE ha advertido de que la finalización repentina de estas medidas alivio -como la bonificación de 20 céntimos en los carburantes o de las rebajas fiscales sobre la energía-, pueden cambiar la tendencia a la baja de la inflación en los últimos meses y provocar un repunte con graves consecuencias para la actividad económica.

El documento insiste en que la economía mundial sigue inmersa en un escenario “marcado por la elevada incertidumbre”, con altas tasas de inflación -más persistentes que lo estimado hace unos trimestres- y con señales de desaceleración generalizada, aunque “más moderada de lo que anticipaban los indicadores de confianza”. Por ello, alertan de un riesgo “cada vez mayor” de ir hacia una etapa de estanflación, que es un escenario caracterizado por el estancamiento económico junto con altas tasas de inflación y un gradual aumento del desempleo.

El organismo económico vinculado a la CEOE prevé, además del citado avance de la economía española del 1,2% en 2023, así como una inflación media para el ejercicio que se sitúe en el 3,9%, ambos valores por debajo del 4,6% de crecimiento y 8,5% de tasa de inflación con la que estima cerrar 2022, el presente año cerrará en el 4,5%, gracias al empuje del segundo trimestre, situando el crecimiento del último cuarto del año como “ligeramente positivo o plano”, pero no negativo, como habían previsto algunas estimaciones durante el otoño.

Los expertos señalaron que la incertidumbre económica hace “muy difícil” realizar previsiones de cara al año próximo, pero apuntaron que, a pesar de ello, la economía española está mostrando “una evolución más positiva de lo que cabría esperar”. Así, Fernández de Mesa indicó que la economía española podría crecer por encima de la media de la Eurozona el año que viene debido a una serie de factores, como el menor impacto del shock energético frente a otras economías de la Eurozona, por una menor dependencia y un mayor peso del sector servicios frente a una industria “afectada por los precios de transporte y energéticos”.

También influirá el hecho de España se encuentra todavía en una fase de recuperación de la pandemia en contraste con el resto de economías, que ya recuperaron su riqueza precovid, así como el “menor tensionamiento del mercado inmobiliario” y que, aunque haya un 75% de hipotecas a tipo fijo “la mayor parte de ellas son antiguas, que están pagando cuota y no intereses”. En la misma línea señalan esta evolución, “más positiva de lo que cabría esperar”, se debe también “al impulso del ahorro embalsado sobre el consumo y de la recuperación de la entrada de turistas internacionales”.

En cuanto al mercado laboral, el IEE apunta a que en 2022 está mostrando una gran resiliencia, con un comportamiento relativamente favorable, en un entorno de incertidumbre y en el que se han intensificado diversos factores que condicionan el crecimiento económico. “La desaceleración que está mostrando el empleo está siendo menos acusada que lo esperado hace unos meses”, subrayan.

El IEE prevé que los ocupados en términos de Contabilidad Nacional crezcan en el conjunto de 2023 un 0,3%, frente al 3,8% de 2022. Así mismo, la tasa de paro española se mantiene cerca de los mínimos de 2008 y desde el Instituto anticipan que se situará en el 13,1% en 2022, mientras que en 2023 aumentará cuatro décimas, hasta el 13,5%, ante la menor creación de puestos de trabajo prevista.

El informe también analiza los riesgos más importantes de cara a 2023. El primero, el impacto de los tipos de interés en las familias y las empresas, que todavía es moderado y se superpone a otros shocks. También señalan la posible persistencia de la inflación en niveles elevados, que puede concentrarse en el componente subyacente y puede estabilizarse en esos niveles si hay efectos de segunda ronda de los salarios. Otro de los riesgos es la situación de las finanzas públicas, con un “mix” caracterizado por una política fiscal “basada en una creciente presión fiscal, y otra presupuestaria, determinada por un significativo aumento de los gastos corrientes”.

Por ello, desde el IEE consideran que se debe que realizar un plan presupuestario orientado hacia la consecución de una mejora de la eficiencia del gasto público, así como reforzar los mecanismos que mejoren las condiciones del entorno en que operan las empresas.

Por último, desde el IEE apuestan por reforzar todos aquellos mecanismos que mejoran las condiciones del entorno en el que operan las empresas, como “la mejora de la regulación, la reducción de las cargas administrativas, la unidad de mercado y el crecimiento empresarial”, cuestiones determinantes en “el aumento de la productividad”.