Trabajo

2026 será el año en el que dejará de existir el Teletrabajo en España

Según un informe de KPMG CEO, el 78% de los consejeros delegados de las principales compañías españolas creen que en tres años se habrá recuperado completamente el modelo presencial

El teletrabajo también puede conducirnos a una situación de estrés.
El teletrabajo puede conducir a una situación de estrésUnsplashUnsplash

El teletrabajo, que se consolidó como un pilar del nuevo modelo laboral durante la pandemia, podría estar llegando a su fin en España para el año 2026, según un informe revelador de la consultora KPMG CEO Outlook 2023. El estudio señala que el 78% de los consejeros delegados de las principales compañías españolas creen que en tres años se habrá recuperado por completo el modelo presencial de trabajo, marcando un incremento significativo en comparación con la media global.

Este cambio de perspectiva ha generado un debate sobre la reacción de los trabajadores ante la posible pérdida gradual del teletrabajo, una realidad ya contemplada en muchos convenios laborales. A pesar de las promesas del Gobierno de reducir la jornada laboral y fomentar el trabajo híbrido, la tendencia indica que los directivos españoles están dispuestos a recompensar con salarios, incrementos y promociones a aquellos profesionales que opten por regresar a la oficina.

El descenso del teletrabajo en España es evidente en las cifras recientes. La última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que el 34,2% de las empresas con 10 o más empleados permitían el teletrabajo en el primer trimestre de este año, una disminución del 6,6% en comparación con el mismo período del año anterior. Este retroceso contrasta con la tendencia en Estados Unidos, donde el trabajo híbrido se consolida y el 98% de los trabajadores desean la opción remota.

Expertos argumentan que hablar del fin del teletrabajo es exagerado. Para muchos, a pesar de los datos, el teletrabajo ha venido para quedarse, pero será crucial integrarlo en la cultura empresarial. Aspectos como la falta de contacto personal y la dependencia digital pueden ser contraproducentes, pero se pueden superar con un pacto de madurez entre jefes y empleados, favoreciendo la flexibilidad y autonomía.

La preferencia por el trabajo presencial se refleja en un informe de WorkMeter, que muestra que solo el 38,28% de los días son de teletrabajo, mientras que el trabajo presencial representa el 61,72%. Sorprendentemente, los días de teletrabajo resultan en una mayor productividad, desafiando la creencia de que ver a los empleados cara a cara aumenta la eficiencia. A pesar de esto, la obsesión por la presencialidad crece entre los jefes, argumentando en favor de la productividad y el contacto personal.

El futuro del trabajo en España parece estar en una encrucijada entre el regreso a la oficina y la consolidación del teletrabajo. La clave será encontrar un equilibrio que permita a las empresas aprovechar las oportunidades del teletrabajo sin perder de vista la importancia del contacto personal y la productividad en el entorno laboral.