Economía

El agua: inversión y regulación para garantizar su futuro

Expertos del sector proponen un marco estable, tarifas realistas y financiación mixta para afrontar las sequías

Destacados expertos se dieron cita en LA RAZÓN para debatir sobre nuevos modelos de financiación: retos y oportunidades del sector del agua
Destacados expertos se dieron cita en LA RAZÓN para debatir sobre nuevos modelos de financiación: retos y oportunidades del sector del aguaGonzalo Pérez

España afronta un reto estructural en la gestión del agua: garantizar la disponibilidad y calidad de un recurso cada vez más escaso por el cambio climático —sequías más frecuentes y prolongadas, acuíferos descendentes y fenómenos meteorológicos extremos— y, al mismo tiempo, satisfacer una demanda creciente.

Una población cercana a los 50 millones de personas, más de 100 millones de turistas al año, una agricultura intensiva que convierte al país en la huerta de Europa y una industria en expansión tensionan aún más el sistema.

Con este punto de partida, LA RAZÓN reunió a diez expertos del sector del agua para analizar los desafíos, oportunidades y modelos de financiación que marcarán el futuro. La jornada –patrocinada por PWACS– fue inaugurada por María Dolores Pascual, directora general del Agua, y clausurada por Juan Pablo López, presidente de PWACS. Entre medias, directivos de operadores, fondos de inversión, consultoras y asociaciones debatieron sobre cómo garantizar un recurso vital para la salud, la economía y la sostenibilidad.

85.000 millones en inversión

En su intervención inaugural, Pascual puso cifras al desafío: 85.000 millones de euros de inversión en infraestructuras hidráulicas. «Hablar de necesidades de financiación de decenas de miles de millones plantea dificultades evidentes. Por eso es fundamental que cualquier solución se articule de manera coordinada entre el sector público y el privado, y que exista una definición clara de prioridades tanto en España como en Europa», señaló.

La directora general recordó que en los últimos años se ha producido un crecimiento sostenido de la inversión, tras el déficit acumulado por la crisis financiera. Actualmente, el llamado «Mundo Agua» del Ministerio —Dirección General del Agua, consorcios y operadores públicos— maneja un presupuesto de 2.400 millones de euros anuales, de los cuales 1.000 millones se destinan a obra nueva.

"De nada sirve disponer de proyectos y financiación si no tenemos personal formado para ejecutarlos"

Pascual subrayó también un desafío silencioso: el talento. «De nada sirve disponer de proyectos y financiación si no tenemos personal formado para ejecutarlos. El sector del agua requiere conocimientos cada vez más amplios y multidisciplinares, lo que obliga a reforzar la colaboración entre administraciones, empresas y centros de formación para atraer y retener profesionales».

Pese a la magnitud de los retos, Pascual destacó las oportunidades: una demanda constante y creciente, la modernización de infraestructuras que abre un nicho de negocio para empresas de mantenimiento y digitalización, y un marco regulatorio sólido, con apoyo institucional tanto nacional como europeo.

El CEO de PWACS, José Antonio de Cachavera, puso en valor a los consultores especializados, un actor «menos visible pero esencial» para acompañar a las administraciones y empresas públicas en procesos «cada vez más largos y complejos, que a menudo superan una legislatura». Según explicó, los consultores cumplen una función clave: generar confianza para administraciones, operadores y financiadores. Recordó que muchas entidades locales pequeñas carecen de capacidad técnica para acceder a fondos europeos, por lo que necesitan acompañamiento para preparar proyectos viables.

Fondos europeos

El presidente de DAQUAS, Jesús Maza Burgos, fue claro: el déficit de inversión en el sector asciende a 5.700 millones de euros al año, en línea con las estimaciones europeas. Un desfase imposible de cubrir solo con fondos europeos o presupuestos públicos. Por ello defendió la colaboración público-privada, que requiere flexibilizar la contratación, mejorar los marcos contractuales y garantizar seguridad jurídica. También señaló la necesidad de revisar tarifas: «El agua es un bien público, pero las infraestructuras tienen un coste que debe reflejarse de manera justa y transparente».

Maza Burgos reclamó, además, sacar el agua de la confrontación política. «Mientras siga utilizándose como arma electoral, los avances serán limitados».

El CEO de Canal de Isabel II, Mariano González Sáez, reivindicó el papel del agua como servicio esencial que nunca ha fallado, ni siquiera en apagones o emergencias. Señaló algunas claves para garantizar la sostenibilidad del modelo: Inversión: Canal combina financiación pública, acuerdos con el Banco Europeo de Inversiones (430 millones de euros), emisiones de bonos verdes y capital privado. «No existe una bala de plata; necesitamos creatividad y diversidad en las fórmulas de financiación». Renovación de infraestructuras: solo en Madrid se gestionan 40.000 km de redes, con pérdidas del 4 % frente a medias del 20–50 % en otras regiones. Transparencia y pedagogía social: «Las tarifas deben reflejar los costes reales. No podemos mantener tarifas congeladas diez o quince años. Hay que explicar al ciudadano el valor de cada euro invertido».

El debate posterior reunió a Lucas Díaz (Aqualia), Federico Ramos (Veolia Madrid Agua), Rafael Pérez (Serena Partners) y Javier Méndez (GWC). Díaz alertó de que el gran reto es «acompañar al país garantizando agua en cantidad y calidad suficientes». Propuso tres palancas: reducir pérdidas con digitalización, escalar la reutilización y desalación, y transformar las EDAR en plantas circulares y autosuficientes.

Federico Ramos defendió la tecnificación como medio para mejorar salud y servicio, pero advirtió de dos brechas: la fragmentación normativa y la financiación. Reclamó una ley integral del ciclo urbano, la conexión con futuros fondos europeos y métricas objetivas para blindar tarifas.

Falta de proyectos

Rafael Pérez recordó que «la pregunta no es si hay dinero, sino por qué no ocurren más proyectos». Subrayó que el agua cumple todos los criterios de impacto social, ambiental y de gobernanza que buscan los inversores, pero falta prioridad política y presión social.

Javier Méndez denunció el «sesgo de escasez»: «La sostenibilidad empieza por ingresos suficientes; luego optimizamos costes». Reclamó marketing sectorial para que la sociedad valore el servicio y reglas tarifarias claras que aporten seguridad a inversiones de 20–40 años.

El cierre de la jornada corrió a cargo de Juan Pablo López, presidente de PWACS, quien destacó que España cuenta con empresas líderes, profesionales de primer nivel e infraestructuras de calidad. Sin embargo, advirtió de un talón de Aquiles: el déficit tarifario, que se traduce en déficit de inversión.

«La decisión sobre tarifas no puede depender de alcaldes sometidos a la presión electoral. Es necesario un regulador independiente, capaz de premiar y sancionar, que garantice tarifas suficientes para cubrir inversiones y financiación. Existen modelos de éxito en el mundo que podemos adaptar», concluyó este experto.