Banca
Bao Fan, el banquero chino desaparecido hace un año, dimite de todos sus cargos "por razones de salud", según su empresa
El célebre empresario se esfumó en febrero de 2023 cuando cooperaba en una investigación de las autoridades chinas. Bao habría intentado mover parte de su fortuna desde China y Hong Kong a Singapur
El banquero chino Bao Fan, desaparecido misteriosamente hace casi un año antes de que se revelase que estaba "cooperando en una investigación" de las autoridades del país, ha dimitido de todos sus cargos en la compañía de la que es fundador, China Renaissance Holdings, por "razones de salud", informó hoy la empresa.
En un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong, la firma de inversión ha anunciado que "Bao Fan ha dimitido como consejero delegado, presidente del consejo, director ejecutivo, presidente de la comisión de nombramientos, presidente de la comisión ejecutiva y miembro de la comisión de retribuciones con efectos desde el 2 de febrero de 2024 por motivos de salud y para dedicar más tiempo a sus asuntos familiares".
En este sentido, la entidad ha indicado que el banquero ha confirmado que no tiene ningún desacuerdo con la junta directiva y que "no hay ningún otro asunto relacionado con su renuncia" que deba comunicarse a la atención de los accionistas de China Renaissance.
De este modo, el consejo de administración de la firma ha decidido nombrar a Xie Yi Jing como presidente de la junta de China Renaissance y confirmarle como consejero delegado de la entidad, cargo que ya desempeñaba de manera interina desde la desaparición de Bao Fan, así como designarle presidente de la comisión de nombramientos, presidente de la comisión ejecutiva y miembro de la comisión de retribuciones.
Sin rastro de Bao
El 16 de febrero de 2023, la compañía informó de la desaparición de Bao, y diez días después indicó que había "tenido conocimiento de que el señor Bao está actualmente colaborando con una investigación que están llevando a cabo algunas autoridades de la República Popular China", sin ofrecer más detalles al respecto.
Ese segundo comunicado pareció confirmar la tesis ofrecida por algunos medios que apuntaban que la situación de Bao se asemejaba a las ocurridas en 2015, cuando al menos cinco ejecutivos de compañías diferentes desaparecieron de forma similar, entre los que destacó el presidente del conglomerado Fosun, Guo Guangchang, del que posteriormente fue revelado que estaba colaborando con las autoridades en unas pesquisas.
La prensa económica del país especuló con la posibilidad de que el suceso podría estar relacionado con una investigación iniciada por las autoridades contra Cong Lin, expresidente de China Renaissance, a cuenta de sus años como directivo del mayor banco estatal del país, ICBC.
Bao, conocido por ser el 'arquitecto' de algunas de las mayores fusiones de compañías tecnológicas del país, habría intentado mover parte de su fortuna desde China y Hong Kong a Singapur, territorio donde a finales de 2022 trató de crear un fondo para gestionar su patrimonio, según el diario Financial Times.
En agosto, unos seis meses después de su desaparición, China Renaissance aseguró que Bao seguía "cooperando" con esa investigación, de nuevo sin ofrecer detalle alguno sobre su naturaleza ni sobre el paradero de su fundador y presidente.
Entonces, la compañía se limitó a afirmar que sus operaciones mantenían la "normalidad" bajo la supervisión de su comité ejecutivo, y agregó que continuaría "siguiendo el desarrollo de los asuntos mencionados" y haría "más anuncios cuando sea apropiado".
Las acciones de la compañía quedaron congeladas a finales de marzo del año pasado tras caer más de un 27% después de la desaparición de Bao, lo que imposibilitó asimismo la publicación de una cuenta de resultados auditados del ejercicio 2022.
Campaña anticorrupción
Algunos medios apuntaron a la relación del caso de Bao con un anuncio efectuado pocos días después de su desaparición por el poderoso órgano anticorrupción del Partido Comunista de China (PCCh), el cual prometió reforzar su campaña contra las conductas ilícitas en el sector financiero, que se ha saldado hasta ahora con la detención e imputación de numerosos funcionarios de organismos reguladores y de altos ejecutivos de empresas.
Además, a principios de este año, ese organismo anunció que aumentaría la presión y los castigos contra los casos de corrupción en varios sectores, entre los que figuraba de nuevo el financiero. En las últimas semanas, las autoridades chinas detuvieron a un segundo expresidente del conglomerado financiero estatal Everbright -su sucesor en el cargo había sido arrestado meses atrás- y a un exvicepresidente del estatal Banco de Desarrollo de China, ambos acusados de aceptar sobornos.
Tras su llegada al poder en 2012, el actual secretario general del PCCh y presidente del país, Xi Jinping, comenzó una campaña anticorrupción en la que numerosos altos cargos chinos han sido condenados por aceptar sobornos millonarios.
Si bien esta iniciativa, uno de los programas estrella de Xi, ha destapado importantes casos de corrupción en el seno del PCCh, algunos críticos han apuntado a que también podría estar siendo utilizada para acabar con la carrera política de algunos de sus crítico
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