Negocio redondo
Bill Gates, cofundador de Microsoft, desvela cual fue el negocio de su vida: "convertí 10 mil millones en 200 mil millones en beneficios económicos"
El filántropo Bill Gates ha desvelado que sus inversiones en organizaciones de salud global, destinadas a potenciar el acceso a vacunas, han generado un beneficio de 200.000 millones de dólares sobre 10.000 millones invertidos
Bill Gates, el empresario y filántropo estadounidense, reveló en 2019 que su inversión en organizaciones de salud global fue definitivamente su "mejor inversión". En el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, el cofundador de Microsoft compartió que esta dedicación ha generado un retorno económico estimado de 200.000 millones de dólares. Este dato pone de manifiesto una faceta poco común de la filantropía, que va más allá de la mera donación para convertirse en una estrategia con una rentabilidad financiera probada.
Esta inversión de calado asciende a poco más de 10.000 millones de dólares, desembolsados por la Fundación Bill y Melinda Gates a lo largo de las últimas dos décadas. Los fondos se han dirigido principalmente a organizaciones clave como la Alianza Global para Vacunas e Inmunización, el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, y la Iniciativa Global para la Erradicación de la Polio. Estas aportaciones han sido fundamentales para fortalecer sistemas de salud en distintas regiones del planeta.
La rentabilidad de esta inversión social resulta particularmente notable, con un rendimiento estimado de 20 a 1 sobre el capital inicial. Para poner esta cifra en perspectiva, Gates explicó que los mismos 10.000 millones de dólares, si hubieran sido invertidos en el índice S&P 500 durante dieciocho años, habrían generado un beneficio considerablemente menor, alcanzando los 17.000 millones. Esto subraya el carácter extraordinario de lo que se podría calificar como un "dividendo humano" de proporciones masivas.
La amenaza de la desinformación en los avances de la salud
Pese a estos resultados notables en la salud global, Gates también lanzó una seria advertencia. En declaraciones para CNBC que la propagación de desinformación sobre los efectos secundarios de las vacunas pone en riesgo la salud de los niños a nivel mundial. Esta preocupación se centra en cómo la información errónea puede socavar décadas de progreso en la prevención de enfermedades.
Asimismo, Gates alertó sobre el posible resurgimiento de enfermedades ya controladas, utilizando el sarampión como un ejemplo claro. La complacencia social o el escepticismo infundado ante las vacunas podrían provocar que dolencias que parecían erradicadas vuelvan a ser una amenaza real para la población infantil. Esto implicaría no solo un coste humano, sino también una carga económica considerable para los sistemas sanitarios. Teniendo en cuenta que las declaraciones fueron en 2019, su predicción de la aparición de nuevas pandemias globales supone algo prácticamente fruto de un adivinador, ya que un año después estalló la pandemia de COVID-19.
Mi “mejor inversión” convirtió 10 mil millones de dólares en 200 mil millones de dólares en beneficios económicos
En este sentido, la persistencia de la desinformación no solo pone en peligro las vidas humanas, sino que también amenaza con deshacer los logros económicos y sociales derivados de estas considerables inversiones. Si no se aborda este problema con determinación, los costes futuros, tanto económicos como en vidas, podrían ser sustancialmente más elevados que las inversiones iniciales realizadas.
En definitiva, la salud global se revela no solo como un acto humanitario, sino como una estrategia económica de primer orden con rendimientos probados. Proteger esta "inversión del siglo" implica no solo continuar con los esfuerzos de financiación, sino también combatir activamente la desinformación para salvaguardar los avances y asegurar que los beneficios para la sociedad no se pierdan.