Banca

CaixaBank avisa de que si el "impuestazo" no cubre a toda la banca o no se elimina sus oficinas rurales están en peligro

Su CEO, Gonzalo Gortázar, advierte de que no pueden competir en la España vaciada, donde sus principales competidores son cajas rurales, eximidas del tributo

Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBankMaximo Garcia de la PazCaixaBank

Las oficinas rurales de CaixaBank en las localidades más pequeñas, las de la España Vaciada, pueden tener los días contados si el Gobierno mantiene o hace permanente el impuesto extraordinario a la banca. Así lo ha advertido el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, que volvió a cargar contra el impuesto a la banca porque les "penaliza" en favor de otras entidades que no están obligadas a abonarlos, lo que podría llevar al banco a la decisión de "no competir en los lugares donde están otros que no lo pagan y generar más España vaciada".

En su intervención en el IV Observatorio de las Finanzas organizado por Invertia apuntó que en dos terceras partes de las provincias españolas el competidor que ocupa el tercer puesto nacional en presencia rural no tiene obligación de pagar pagar el «impuestazo». «Esto lo que hace es penalizar a entidades por ser grandes y nos puede llevar a no competir donde están otros si no ponemos un terreno de juego que sea el mismo para todos», advirtió Gortázar que, pese a ello, incidió en que el compromiso de CaixaBank es «mantenerse en las poblaciones rurales donde somos la única entidad», que sumarían un total de 484 municipios, aunque esta postura podría cambiar en función de si el Ejecutivo hace este tributo permanente.

Aunque ha vuelto a reiterar que mantendrá el "compromiso" de no irse de ninguna población de la España vaciada, pero "esto tiene un coste", especialmente en aquellas poblaciones donde compiten con entidades que no están sujetas al impuesto especial a la banca, que en la mayoría de los casos son cajas rurales. Por eso ha pedido que se abra un "debate" a la hora de rediseñar el impuesto o que se cancele porque es "negativo para la economía". Además, ha criticado la "doble imposición sangrante", ya que este impuesto especial no se computa sobre los beneficios, sino sobre los ingresos, y no se deduce del Impuesto de Sociedades.

El CEO de CaixaBank ha reconocido que pese a que la rentabilidad del sector ha mejorado, "no es alta" y ha lamentado que se afeen los buenos resultados de los bancos atendiendo únicamente a la cifra absoluta de beneficios, "sin pensar en el capital invertido por miles de accionistas", quienes en su opinión "tienen que beneficiarse ahora de esa mejora. Nuestros accionistas han pasado una larguísima travesía en el desierto". También ha negado que la banca tenga una "rentabilidad exagerada" o que el sector tenga "beneficios caídos del cielo. La comparativa de recuperación de rentabilidad tiene que suponer una comparativa de recuperación de remuneración a accionistas".