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China, Alemania y el BCE preparan la artillería pesada para evitar otra crisis

Pekín ultima estímulos para avivar el consumo. El eurobanco trabaja en un nuevo programa de compra de deuda, la bajada de la tasa de depósito y no descarta comprar acciones. Alemania, dispuesta a saltarse la regla de equilibrio presupuestario

La guerra comercial y el Brexit han reavivado el temor a otra crisis
La guerra comercial y el Brexit han reavivado el temor a otra crisislarazon

Pekín ultima estímulos para avivar el consumo. El eurobanco trabaja en un nuevo programa de compra de deuda, la bajada de la tasa de depósito y no descarta comprar acciones. Alemania, dispuesta a saltarse la regla de equilibrio presupuestario.

Artillería de calibre grueso. Esta vez, y tras el desastroso precedente de 2007, nadie parece querer pecar por defecto. Ante las señales de debilidad que está emitiendo la economía mundial en las últimas semanas, aquellos países y organizaciones que disponen en su arsenal de armas pesadas están dispuestos a utilizarlas para evitar otra crisis. China, el Banco Central Europeo (BCE) y Alemania preparan grandes paquetes de estímulos.

El gigante asiático pondrá en marcha un plan para incrementar la renta disponible de sus ciudadanos este año y el que viene para estimular el consumo y que la economía china no pierda su velocidad de crucero en mitad de su guerra comercial con Estados Unidos.

Europa tampoco quiere esta vez que una respuesta tardía y timorata le aboque a otra recesión. Olli Rehn sabe bien de lo que habla. El finlandés, ahora presidente del banco central de su país, fue comisario de Asuntos Económicos de la UE entre 2010 y 2014, uno de los periodos más sombríos de la pasada recesión. Por eso, en una entrevista de «The Wall Street Journal», Rehn, que también es miembro del Banco Central Europeo (BCE), ha deslizado que el eurobanco está preparando un nuevo plan de estímulo para evitar que Europa caiga en otra crisis. La receta, que incluye dos ingredientes ya tradicionales, un programa de compra de bonos soberanos y una bajada de la tasa de depósito que el BCE cobra a los bancos por mantener allí sus fondos, y que ahora es del -0,7%; podría incluir en esta ocasión un componente sorpresa: acciones. Según Rehn, el eurobanco se estaría también planteando la adquisición de títulos de compañías privadas para estabilizar así sus cuentas.Lo que Rehn tiene claro es que, con acciones o sin ellas, el plan que presente el BCE debe superar las expectativas del mercado para tranquilizarlo y estabilizarlo. «Es importante que presentemos un paquete de políticas significativo e impactante en septiembre», ha asegurado el político finlandés.

Alemania, que está al borde de la recesión tras caer su PIB un 0,1% en el segundo trimestre del año, también estaría dispuesta a mover ficha. Según el semanario «Der Spiegel», el Ejecutivo conservador de Angela Merkel estaría barajando saltarse la regla de equilibrio presupuestario que impuso en 2014 Wolfgang Schäeuble. En los últimos días, los empresarios germanos habían presionado públicamente al Ejecutivo para que suelte este freno y se endeude para estimular la economía del país en un momento tan delicado.

El cóctel de estímulos que se está preparando para prevenir otra crisis tuvo ayer un efecto balsámico en los mercados. El Ibex 35 repuntó ayer un 1,78%, después de marcar un mínimo anual la jornada del jueves, lo que le llevó a recuperar la cota de los 8.600 enteros y a acercarse a los 8.700 puntos. En concreto, el selectivo cerró en 8.670,4 puntos. En el conjunto de la semana, el selectivo retrocedió un 1% golpeado por las turbulencias de la caída del PIB alemán, las británicas y la guerra comercial. La rentabilidad del bono español a diez años en el mercado secundario también repuntó desde el mínimo 0,05% que marcó el jueves hasta el 0,107%, mientras que en el mercado de divisas el euro se estabilizó y se intercambiaba a 1,1094 «billetes verdes». Las principales plazas europeas también repuntaron, con subidas del 0,71% en Londres, del 1,31% en Fráncfort y del 1,22% en París. El petróleo Brent también subió hasta rondar los 59 dólares.