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Presupuesto del Estado

¿Cómo me afecta que no haya Presupuestos?

«Tenemos a la vista una ruptura del techo de gasto porque el Gobierno busca implantar medidas que ganen elecciones»

Sánchez no encuentra el apoyo parlamentario para aprobar sus cuentas
Sánchez no encuentra el apoyo parlamentario para aprobar sus cuentaslarazon

Tarde o temprano tenía que pasar. Sánchez no encuentra el apoyo parlamentario para aprobar sus cuentas. Y los ciudadanos se preguntan cómo les afecta a ellos que el Gobierno no convoque elecciones para que la economía pueda seguir su curso.

Al Gobierno se le resisten los Presupuestos de 2019 que presentó de forma fulgurante junto a Unidos Podemos. Han asegurado que intentarán conseguir los apoyos suficientes para aprobarlos hasta el último momento (a saber, en abril). Pero lo cierto es que está más cerca que nunca la realidad menos deseada por el PSOE, prorrogar las cuentas que el Ejecutivo de Rajoy aprobó hace solo siete meses.

Que esto ocurra «parece inevitable», sostiene el presidente de OneToOne Corporate Finance Group, Enrique Quemada. Los Presupuestos del Partido Popular eran bastante menos expansivos, con la intención de cumplir con el ajuste. Sin embargo, ni siquiera con ellos vigentes para 2019 sería sencillo lograr los objetivos de déficit y deuda, pues hemos entrado en una fase de deselaceración económica que lo complica aún más. «Si a eso añadimos que el Gobierno busca implantar medidas que le ayuden a ganar las próximas elecciones tenemos a la vista una ruptura del techo de gasto», explica Quemada. Es decir, se saltará el límite marcado para costear las administraciones públicas.

Estancamiento

La consecuencia más grave de la incapacidad de Sánchez para sacar adelante los Presupuestos será el estancamiento de la economía. Que se presenten año a año no es casualidad. Se hace de esa forma para ajustar las cuentas respecto a una nueva realidad. El responsable de Economía de la Fundación FAES, Miguel Marín, «un fracaso presupuestario siempre supone una pérdida de oportunidades para orientar incentivos, premiar comportamientos, optimizar inversiones y adaptarse a un mundo que cambia a una velocidad sin precedentes. En definitiva, para progresar». Así, la profesora de la Universidad CEU San Pablo, María Blanco, admite que de no llegar a un acuerdo para su aprobación, «la senda de la economía retornaría a la zona más lúgubre y la creación de empleo quedaría lastrada».

Pedro Sánchez podría optar por la vía del decreto para implantar las medidas que ha anunciado. Claro que no se puede saltar el acuerdo parlamentario para gobernar, ya que eso sería lo contrario a la democracia. Es decir, los Presupuestos son el único camino para aprobar una política conjunta. Lo que le queda sería llevar las reformas al Congreso de forma independiente.

Y los Presupuestos, por encima de todo, son un cálculo. De recaudación y de gastos. Y el borrador presentado por Sánchez no quedan claros. A pesar de eso, los expertos no los han valorado positivamente. Marín sostiene que «más vale solo que mal acompañado; más vale una prórroga que un presupuesto malo...y por lo que sabemos de los de Sánchez, porque ni siquiera se han presentado al Parlamento, eran malos: más déficit estructural, más impuestos, menos crecimiento, más dificultades para contratar, en definitiva, más vulnerabilidad en un contexto en el que la economía empieza a dar muestras a agotamiento».

Bruselas

También lo piensa la Comisión Europea, que ha pedido al presidente del Gobierno al considerar que alejan a España de cumplir la senda de ajuste pactada por Bruselas. El calificativo que ha usado la CE para referirse a la desviación de los objetivos de déficit y deuda es «significativo». Y la reorganización presupuestaria que tiene que hacer Pedro Sánchez, por lo tanto, tiene que resolver esa dolencia.

Si lo que conocíamos de los Presupuestos sólo era un borrador, el documento definitivo debería ser muy diferente, según exige Bruselas. Aunque, de momento, parece que no saldrá a la luz. Por lo menos, en esta legislatura.

Pensiones: Un escenario conocido

El Gobierno tendrá que tirar de «decretazo» si quiere mantener contentos a los pensionistas, quienes fueron usados por los socialistas «como un elemento de presión muy relevante durante el mandato de Mariano Rajoy», recuerda Blanco. Por lo tanto, Sánchez no puede olvidarse de lo prometido, vincular las pensiones al Índice de Precios al Consumo.

Los Presupuestos de 2019 indican una subida del 3% de las pensiones mínimas y del 1,6% (que es la previsión del IPC para el próximo ejercicio) para el resto. Por lo tanto, el escenario es bastante similar al que programó Rajoy en abril, cuando pactó con el PNV una subida de pensiones respecto al IPC en 2018 y en 2019, y con carácter retroactivo a partir del 1 de enero. Sánchez deberá hacer lo mismo en caso de aprobar los Presupuestos después del primer día del año.

Déficit y deuda: Las consecuencias de los excesos

Pedro Sánchez fue demasiado optimista con su senda de ajuste. Calculó que (estimando los gastos y los ingresos) el déficit se situaría en el 1,8% y la deuda pública en el 95,5%. Sin embargo, la Comisión Europea ha revisado el borrador de los Presupuestos y ha considerado que el déficit alcanzará el 2,1%. Y si no hay elecciones y el Gobierno finalmente prorroga las últimas cuentas de Rajoy, llegaría al 2,4%.

De esta manera, María Blanco opina que «el efecto sobre los ciudadanos de una prórroga de los Presupuestos sería un incremento tanto del déficit como de la deuda». Se produciría porque el Gobierno no está dispuesto a renunciar al crecimiento del gasto social anunciado cuando hay elecciones a la vuelta de la esquina (municipales, autonómicas y quien sabe si nacionales).

Laboral: Cambios en la reforma de 2012

El Gobierno ha dejado claro que desea modificar «los aspectos más lesivos de la reforma laboral», de 2012. Esas palabras están extraídas de los Presupuestos, donde se expresa la intención de «ampliar el régimen de no caducidad del convenio colectivo, más allá de las previsiones contenidas en él, a la finalización de su vigencia»; «revisar las causas y el procedimiento para la modificación sustancial de las condiciones de trabajo»; «reducir la dualidad entre trabajadores indefinidos y temporales y la inestabilidad y la rotación laboral» y «reforzar la obligación de constancia expresa del horario en el contrato a tiempo parcial». Estos cambios se podrán realizar de forma independiente mediante decreto. No obstante, Blanco advierte de que «sería una buena noticia que no profundizara en la reforma laboral».

Empleo público: Miles de funcionarios, en vilo

Sin lugar a dudas, la oferta de empleo público sería una de las grandes pérdidas de no aprobarse los PGE 2019. La habrá, pero podría ser menor de lo que se pensaba. El gasto que implique las nuevas plazas de funcionarios se vinculará a los Presupuestos de 2018. «Éstos establecían compromisos de gasto para el personal público en activo y para la nuevas incorporaciones. Luego, teóricamente, no quedaría mucho margen para las nuevas incorporaciones de este año», explica Marín.

Además, añade que «en todo caso, sin querer ser frívolo, existe una correlación evidente entre los años electorales y los incrementos del personal al servicio de las administraciones públicas. Estoy convencido de que se encontrarán las vías para que la oferta de empleo público de este año sea sustanciosa».

Salario mínimo: No es posible retractarse

La medida estrella de los Presupuestos es la subida del salario mínimo interprofesional. La última vez que en el Congreso se tramitó un aumento del mismo fue el pasado mes de febrero, y se hizo por decreto ley antes de que el Ejecutivo de Rajoy aprobase las cuentas de 2018 en abril.

Por lo tanto, Pedro Sánchez podrá optar por la misma vía. Aquella medida del Partido Popular estableció el SMI en los 735,9 euros, y contemplaba un incremento del 5% en 2019 (hasta los 773 euros) y del 10% en 2020 (hasta los 850 euros). Esto se haría realidad siempre y cuando el PIB aumentase sobre el 2,5% al año. Ya no será así y el PSOE subirá el SMI hasta los 900 casi con total seguridad. De lo contrario, el coste político de dar marcha atrás con esta medida sería demasiado alto.

Inversiones: ¿Huirá el capital extranjero?

La inversión extranjera en España se encuentra en auge. En los seis primeros meses de 2018 se quedó muy cerca de alcanzar los 12.000 millones de euros, cuando en 2014 no llegó ni a la mitad en el mismo periodo. Los inversores han confiado en el «milagro» económico español, y mientras continúe el crecimiento, parece que ni las dudas generadas por el Gobierno les espantan.

La ausencia de Presupuestos, la mayor incertidumbre de todas, tampoco parece que vaya a ser un obstáculo para que los extranjeros sigan eligiendo España. Así, Enrique Quemada sostiene que, «al margen de las disputas con Bruselas, se sigue apostando por nuestro país porque los inversores entienden que es una nación atractiva, con alta productividad, con seguridad jurídica y que da acceso al mercado común».

Energía: Una prioridad del presidente

Los socialistas ya han tirado de decreto ley para aprobar «medidas urgentes» de la llamada Transición Energética. Las normas venían a fomentar el autoconsumo y a reformar el bono social. Y continuar por el mismo camino es una de las prioridades de Sánchez, según él mismo ha confirmado.

De hecho, espera que antes de finales de año pueda presentar en el Congreso un proyecto de ley de Cambio Climático y Transición Energética (que incluye el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima). Así dicta en los Presupuestos, pero se va acabando el tiempo y, de momento, solo se ha difundido el documento a los agentes interesados, que han podido comprobar la intención de prohibir la venta de coches diésel, gasolina e híbridos en 2040. No obstante la Comisión Europea se encuentra estudiando esta medida.

Sociedad: Más Educación y más Sanidad

Los Presupuestos de 2018 ya habían aumentado el gasto en Educación y en Sanidad, y la idea del Gobierno de Sánchez es incrementarlo todavía más. La universalización de la Sanidad es una de las grandes promesas de los socialistas, junto a Podemos. En Educación, se extienden las becas y se rebajan las tasas universitarias. Es decir, más coste y menos ingresos.

De todas formas, Marín recuerda que la Educación y la Sanidad «son competencias autonómicas. Siempre asusta ver a un gobierno central aumentando las responsabilidades de gasto de otras administraciones sin prever cómo van a aumentar los ingresos. Fiar gastos estructurales a ingresos que son cíclicos es una de las razones de la quiebra del estado en 2012. Espero que no cometamos el mismo error».

Infraestructuras: Muchas necesidades, poca seguridad

Las inversiones en infraestructuras no salen bien paradas de que no haya Presupuestos. Miguel Marín, asegura que «será difícil iniciar una obra nueva este año, más allá de los cortes de cinta para la foto. La inversión pública ha sido la partida más afectada por la crisis y parar ahora su crecimiento, por lento que fuera, nunca es bueno para el crecimiento potencial. Si se ven los índices de ejecución presupuestaria de algunos entes públicos, la sensación es que hay mucho margen para aumentar la eficiencia».

En los Presupuestos no hay referencias al gasto que se realizaría en infraestructuras. Pero el secretario de Estado en Infraestructuras, Pedro Saura, ha estimado que se necesita elevar la partida de conservación de carreteras en unos 1.200 millones de euros.

Vivienda: Gastos no recomendables

En el borrador de los Presupuestos se estima que el gasto en vivienda para 2019 aumente hasta los 630 millones de euros (el pasado fue de 473 millones). El incremento seguiría en 2020 hasta los 700 millones. Y ya se dispararía en 2021 hasta los 1.000 milllones. El gobierno podrá gastarlos.

Marín mantiene que «la prórroga de los presupuestos supone una congelación de las partidas presupuestarias dedicadas a las ayudas a vivienda, pero una verdadera reforma de la política de vivienda no hace imprescindibles los presupuestos. Existen muchas reformas legislativas en este ámbito que sólo necesitan de voluntad política y capacidad de consenso. De hecho, algunas de las medidas incluidas en el acuerdo con Podemos no tienen cabida constitucional en una ley de presupuestos».