Empresas

El dinero huye de Cataluña

El plan “operación retorno”, que pretendía recuperar parte de las corporaciones perdidas, ha sido un fracaso

Vista aérea del Eixample de Barcelona
Vista aérea del Eixample de BarcelonaIakov FilimonovGetty Images/iStockphoto

El balance del independentismo en materia económica es muy negativo para Cataluña. Desde 2017, Madrid le supera en crecimiento del PIB y la fuga de empresas en los últimos seis años, no ha cesado.

En el mismo 2017, el saldo neto entre empresas que salieron del territorio y las que se implantaron en él fue negativo por 1988, en 2018 hubo, prácticamente, la misma cifra de pérdida de tejido empresarial (1892) y, aunque en menor medida, la huída continuó en 2019, 2020, 2021 y 2022.

Empresas de la talla de Banco de Sabadell, Caixabank, Catalana Occidente, Naturgy, Colonial o Naturhouse han ido trasladando su sede social a la Comunidad Valenciana y, sobre todo, a Madrid.

Pero las razones de estas salidas no están solamente en la inestabilidad política producida por el enfrentamiento con el Estado o las repercusiones del procés. Aunque la patronal catalana atribuye a la presión fiscal otra de las razones, quizá el elemento más sensible para las empresas radica en las dificultades administrativas y la gestión ineficiente desde las instituciones.

Los negocios necesitan una administración ágil, eficiente y sencilla en todos sus trámites, además de seguridad jurídica y estabilidad política. Por eso, el plan “operación retorno”, que pretendía recuperar parte de las corporaciones perdidas, ha sido un fracaso.

La Comunidad de Madrid ha sido la gran beneficiada. El factor capitalidad junto a buenas infraestructuras de comunicación ferroviaria y de carretera y un gran número de jóvenes universitarios disponibles para el mercado laboral, son los aspectos que juegan a su favor.

La tributación puede tener alguna influencia, aunque, en la práctica, la presión fiscal no es tan diferente para las grandes las empresas en Madrid. Para ellas, es más importante mantenerse lejos del conflicto político y, en Cataluña, corren riesgo de ser utilizadas por el independentismo o ser castigadas en su caso.

También es destacable la captación de empresas que ha realizado Valencia o Alicante. La comunicación marítima y una buena posición geográfica estratégica de cara al comercio europeo han sido clave. En definitiva, las empresas no se han fugado, han huido.

Tomás Gómez, docente de ADE en la Universidad Internacional de Valencia (VIU)