Macroeconomía

EE UU también prepara su arsenal para evitar otra recesión y las bolsas vuelven a caer

Trump estaría barajando medidas como reducir temporalmente los impuestos sobre los salarios o renunciar a los nuevos aranceles impuestos a China. El Ibex 35 pierde un 1,32% golpeado también por Italia

Donald Trump, presidente de Estados Unidos
Donald Trump, presidente de Estados Unidoslarazon

Trump estaría barajando medidas como reducir temporalmente los impuestos sobre los salarios o renunciar a los nuevos aranceles impuestos a China. El Ibex 35 pierde un 1,32% golpeado también por Italia.

Nadie quiere admitir públicamente el riesgo de que la economía mundial pueda estar en los albores de otra recesión pero, de puertas para adentro, todos hacen planes para conjurar el peligro que niegan. Incluido uno de los actores que más responsabilidad está teniendo en el empeoramiento de la economía global, Donald Trump. La guerra comercial que ha lanzado el presidente de EE UU contra China ha paralizado en parte el comercio mundial y es responsable en buena medida de la inestabilidad actual. Y aunque Trump insiste en que su economía es fuerte, sus asesores no están tan convencidos. Según los dos principales periódicos del país, "The New York Times"y "The Washington Post", la Casa Blanca estaría sopesando diferentes alternativas para estimular la economía estadounidense y evitar que caiga otra vez en recesión.

El rotativo de la capital asegura que Trump está barajando reducir temporalmente los estímulos sobre los salarios para impulsar el consumo. La medida no es nueva. Barack Obama ya la puso en marcha en 2011 y 2012 para reanimar la entonces deprimida economía de su país.

"The New York Times"asegura que entre el paquete de medidas que se plantean los asesores de Trump está incluso renunciar a los nuevos aranceles impuestos por la Administración a los productos chinos. EE UU ha aprobado nuevas tasas del 10% para mercancías del país asiático valoradas en 325.000 millones de dólares a partir del próximo 1 de septiembre.

El sentimiento de pesimismo sobre la economía americana se ha apoderado de buena parte de sus expertos. Según una encuesta de la Asociación Nacional de Economía de la Empresa (NABE), un 38% de los encuestados consideran que EE UU entrará en recesión el año próximo. Otro 34% lo retrasa hasta 2021.

Si se cumplen los malos augurios de los expertos, la cuestión de cuándo ocurrirá no es menor. Trump afronta en noviembre del año que viene las elecciones para su reelección. Una economía en recesión no sería la mejor carta de presentación para continuar en la Casa Blanca.

Estados Unidos sigue así la estela marcada por el BCE, China o Alemania que, ante el temor a un parón económico, han deslizado ya que están preparando la artillería pesada para que no se repita la debacle económica de 2008. El eurobanco estaría preparando más estímulos para septiembre que incluirían, entre otras medidas, un nuevo programa de compra de deuda pública y endurecer la tasa de depósito que cobra a los bancos por guardar su dinero en el BCE para que le den salida y así estimulen la economía. China ha anunciado un plan para incrementar los fondos disponibles de sus ciudadanos y así fomentar su consumo y Alemania asegura que dispone de 50.000 millones de euros para engrasar su alicaída maquinaria.

La constatación de que en Estados Unidos también comienza a haber cierto temor a que haya una recesión y la dimisión del primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, ha vuelto hoy a noquear a los mercados. Después de vivir un par de jornadas de tregua, el Ibex 35 ha vuelto al terreno negativo. El selectivo español se ha dejado un 1,32% y se ha acercado a los 8.600 puntos afectada por el descenso de la banca ante el retroceso del sector en Italia, golpeado por la crisis política. En Europa, con el euro a 1,108 dólares, las pérdidas han sido menores: Milán el 1,11%; Londres el 0,9%; Fráncfort el 0,55% y París el 0,5%.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo española si ha situado en los 78 puntos básicos, con el interés del bono a diez años en el mercado secundario retrocediendo hasta el 0,109%. Asimismo, el barril de petróleo de calidad de Brent, referencia para el Viejo Continente, se ha colocado en un precio de 59,41 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) rondaba los 55,84 dólares.