El Ibex se volvió a verse arrastrado por las crecientes tensiones comerciales en EEUU y China

El Ibex se volvió a verse arrastrado por las crecientes tensiones comerciales en EEUU y China. El aumento de aranceles del 10% sobre otros 300.000 millones de importación chinas anunciado por Donald Trump la semana pasada, ha tenido respuesta. China ha pedido a los compradores estatales que detengan las importaciones de productos agrícolas norteamericanos.

El yuan de China ha caído a mínimos de la última década, lo que está permitiendo a Beijing contrarrestar la presión arancelaria estadounidense. Trump no ha tardado en acusar a las autoridades chinas de manipulación de su divisa, y vuelve a trasladar la presión a la Reserva Federal, para que continúe con los recortes en los tipos de interés.

Con la temporada de resultados empresariales llegando a su fin, las recientes reuniones de los principales bancos centrales y la publicación de los datos de crecimiento del segundo trimestre, no hay grandes catalizadores que puedan devolver el optimismo durante este mes de agosto. La guerra comercial volverá a acaparar toda la atención durante las próximas semanas. La reducción de volumen, característica de estas fechas podría producir movimientos más violentos de lo normal.

El Ibex 35 ha vuelto a entrar en el rango comprendido entre los 8.600 y los 9.000 puntos tras prácticamente todo el año cotizando por encima de los 9.000 puntos. Los valores más relacionados con la guerra comercial y el ciclo económico volvieron a ser una vez más los mayores perjudicados.