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Una empresa despide a 1.000 empleados tras investigar su productividad: "Es como si nos llamaran vagos"

La entidad financiera Itaú envió cartas de despido tras detectar comportamientos sospechosos durante el teletrabajo

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La productividad es la base de una empresa. Se trata de uno de los indicadores más importantes, puesto que muestra la capacidad de trabajo de sus empleados. La gran mayoría de compañías tratan de conseguir la mayor productividad posible, con el objetivo de alcanzar el mayor beneficio.

Es por ello que, en algunas ocasiones, se realizan controles internos para examinar el nivel de productividad de los trabajadores. Es el caso de una empresa de Brasil, que ha optado por una estrategia muy eficaz para averiguar la capacidad de cada empleado.

En este caso, el banco brasileño Itaú realizó una investigación interna enfocada en el desempeño de sus trabajadores en situación de teletrabajo, obteniendo una serie de resultados que acabaron con una decisión muy polémica.

Una empresa controla el teletrabajo

Para tener un mayor control sobre sus trabajadores, la empresa decidió monitorizar la actividad de sus empleados mientras trabajaban a distancia. Para ello, se decidió instalar diferentes programas informáticos capaces de registrar y analizar el tiempo de conexión, las pausas realizadas y la interacción con las aplicaciones laborales habituales.

Según informó el propio banco, el objetivo era identificar si el teletrabajo estaba suponiendo un problema en la productividad y si todos los empleados realizaban correctamente las tareas asignadas.

Sin embargo, tal y como ha explicado la empresa, se detectaron comportamientos que llamaban a la sospecha: "En algunos casos, se identificaron comportamientos incompatibles con nuestros principios basados en la confianza", declaraba la entidad.

La solución polémica de la empresa

Una vez se conocieron los resultados, Itaú tomó una decisión que ha generado polémica en redes sociales por su contundencia. Y es que a partir de determinar que muchos de sus trabajadores alargaban sus descansos, algo que afectaba de manera directa a la productividad, comenzaron a enviar cartas de despido.

En total, la entidad bancaria ha decidido despedir a 1.000 empleados, lo que representa al 1% del total de su plantilla, formada por aproximadamente 100.000 personas. Entre los trabajadores afectados se encuentran empleados con distintos grados de antigüedad y de varios departamentos.

"Es como si nos llamaran los vagos de Itaú. Sentimos una gran injusticia", declara uno de los afectados.

Los sindicatos salen en defensa de los trabajadores

Ante esta decisión, los sindicatos salieron en defensa de los trabajadores despedidos. En este caso, reclaman una explicación sobre los motivos que han llevado a estos despidos, así como el criterio a seguir para determinar que trabajadores eran despedidos y quienes no.

Además, desde el sindicato también definen la postura de la empresa como "cobarde" y lamentan la falta de transparencia en todo el proceso.