Impuestos

Los españoles pagarán más IRPF que nunca por el tipo efectivo récord

Los contribuyentes pagan ya el tipo medio de IRPF más alto de la historia, el 14,1%. Los pensionistas abonarán hasta el 37,5% del incremento de su pensión

Nadie se libra del efecto de la inflación, la crisis energética, la pandemia, la guerra en Ucrania... La clase media está en crisis, los hogares vulnerables sufren especialmente su golpeo y los que tienen una mejor posición económica baldean mejor el río a su ritmo. Pero todos sufren el exponencial aumento de la presión fiscal puesto en marcha por el Ejecutivo de Pedro Sánchez durante la presente legislatura y que ha tenido como consecuencia la pérdida creciente de poder adquisitivo durante el último lustro. España ya es el sexto país de la OCDE en los que el peso de los impuestos en relación con la riqueza ha subido más, ya que la relación entre impuestos y contribuciones a la Seguridad Social respecto al tamaño de la economía se incrementó en 1,7 puntos porcentuales, frente al aumento de medio punto para el conjunto de las economías más desarrolladas, es decir, tres veces más, situando la presión fiscal en el 38,4%, frente al 36,7% , y superando así la media del 34,1% en la OCDE, donde el peso de los impuestos aumentó desde el 33,6%.

Y esto no son solo cuentas que saca a relucir la OCDE. Los números también salen con datos oficiales de la Agencia Tributaria. Durante los últimos cuatro ejercicios –salvando 2020, el año de la pandemia–, España superó varios récords tributarios. El primero de ellos en lo que se refiere a ingresos públicos: récord absoluto de ingresos y récord en los ingresos públicos como porcentaje del PIB. La marca histórica de 2021 (223.385 millones de euros) se queda corta con la que se alcanzó en 2022 (255.463 millones), un 14,4% más –en términos totales fue incluso más alta, de 277.552 millones, un 18,6% más–.

Pero también ha habido récord de presión fiscal. Así lo pone de manifiesto el inspector de Hacienda Francisco de la Torre, autor del del reciente libro «Y esto, ¿quién lo paga?». En su último trabajo sobre la presión fiscal en España, que aunque se redujo ligeramente en 2022, hasta alcanzar el 38,73% del PIB, eso le sitúa ya muy cerca de la presión fiscal media de la UE, que se situó en 2021 en el 41,7% del PIB (42,5% en el área euro). Un situación que «irá a más durante 2023», apunta De la Torre que, según detalla en el informe, la ratio de presión fiscal de un Estado es el resultado de dividir algunos ingresos de sus Administraciones Públicas entre el PIB. Estos ingresos son todos los devengados –tras el ajuste de recaudación incierta en su caso– en concepto de impuestos y cotizaciones sociales. Como ambos suponen cerca del 90% de los ingresos totales de las Administraciones, en 2022 también se redujo el ingreso total del Sector Público como porcentaje del PIB, pasando del 45,66% del PIB al 43,83% del PIB. «Aunque los ingresos públicos totales se incrementaron desde 527.918 millones hasta los 570.521 millones, el incremento fue inferior al crecimiento del PIB», afirma.

En términos globales, y según los cálculos de la Agencia Tributaria, las rebajas fiscales aprobadas, excluyendo las devoluciones extraordinarias, supusieron apenas 5.498 millones, lo que en términos de PIB es un 0,41 menos de recaudación, y en consecuencia de presión fiscal. «Si no se hubiesen tomado estas medidas, la presión fiscal hubiese aumentado ligeramente». Sin embargo, y aunque parezca una contradicción, el tipo efectivo medio del IRPF que soportaron los españoles en 2022 –lo que realmente contribuyen a las arcas públicas– fue el más alto de la historia, alcanzando el 14,1%, por culpa de la inflación, superando una tras otra las marcas anuales desde 2019, cuando estaba en el 12,7%, 1,7 menos.

Otro de los aspectos relevantes que determina el estudio es que también los pensionistas deben pagar más a Hacienda. El informe detalla que el tipo medio efectivo de las pensiones en el IRPF lleva elevándose de forma ininterrumpida desde 1995, aunque ha sido ahora cuando ha tenido un mayor crecimiento, situándose en el 9% en 2022, frente al 8,3% de 2021. En dinero contante y sonante, significa que un contribuyente con la pensión máxima deberá abonar a Hacienda el 37,5% de ese incremento de su pensión.

De la Torre, en otro trabajo firmado en el Esade junto al profesor de la Complutense Carlos Victoria, ya advertía de que la progresividad del sistema fiscal español, que descansa fundamentalmente en el IRPF, grava especialmente a la clase media, ya que las rentas más gravadas son las que se encuentran entre 15.000 y los 20.000 euros anuales, un tramo que comprende a millones de contribuyentes.

Y, con esta situación, el Gobierno continúa empeñado en no deflactar el IRPF.