
Efectivo
Este es el dinero en efectivo que recomienda llevar encima el BCE en caso de apagón
El Banco Central Europeo aconseja mantener reservas de efectivo para emergencias tecnológicas, con cantidades que varían entre 70 y 300 euros por persona dependiendo de las necesidades del hogar

El Banco Central Europeo (BCE) recomienda formalmente que los ciudadanos dispongan de dinero en efectivo como medida de prudencia ante posibles fallos tecnológicos o cortes de suministro. Esta advertencia surge tras incidentes recientes, como la caída de los servidores de Amazon Web Services, que dejó inoperativos datáfonos y cajeros automáticos en España.
La institución financiera europea destaca en un estudio reciente que el efectivo sigue siendo una herramienta esencial de resiliencia por su naturaleza tangible y su capacidad para operar sin conexión a internet.
Esta postura cuenta con el respaldo de la Comisión Europea, que igualmente promueve una preparación doméstica razonable frente a eventualidades súbitas e inesperadas que puedan afectar los sistemas de pago electrónicos.
¿Cuánto efectivo guardar?
Países como Países Bajos, Austria y Finlandia ya recomiendan a sus ciudadanos mantener entre 70 y 100 euros por persona. No obstante, expertos citados por el Financial Times amplían esta cantidad hasta los 300 euros, considerando el número de miembros del hogar y los gastos básicos necesarios. El objetivo principal -y la recomendación directa del BCE- es cubrir entre 48 y 72 horas de necesidades esenciales como alimentación, transporte o medicamentos.
El BCE sugiere además que estas reservas se conserven en billetes de baja denominación (10, 20 y 50 euros) para facilitar su uso en comercios que podrían carecer de cambio durante situaciones excepcionales. Esta precaución permite que los pagos en efectivo se realicen sin complicaciones adicionales cuando los métodos digitales fallen.
El organismo compara la función del dinero físico con un "neumático de repuesto": aunque no se utiliza a diario, resulta fundamental cuando el resto del sistema de pagos colapsa.
Lecciones aprendidas durante la pandemia de COVID-19 y el apagón eléctrico en la península ibérica respaldan esta recomendación. Durante la crisis sanitaria, la circulación de efectivo aumentó en 140.000 millones de euros en dos años, muy por encima del incremento anual previo de 55.000 millones. Patrón similar se observó en abril pasado, cuando un corte de energía dejó inoperativos cajeros y terminales, haciendo del efectivo la única opción de pago viable hasta que se restablecieron los servicios.
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