
Guerra comecial
El Gobierno insiste en su trampa del plan de ayudas: todo son créditos y seguros
De los primeros 7.720 millones aprobados por el Consejo de Ministros ni un solo euro se destina a ayudas directas. Para Carlos Cuerpo, «es prematuro poner sobre la mesa un fondos de ayudas directas»

Con trampa y cartón presentó ayer el Gobierno el escudo empresarial que ha bautizado con el pomposo nombre de «Plan de respuesta y relanzamiento comercial de España», con el que pretende movilizar 14.100 millones de euros en paliar el golpe arancelario lanzado por Donald Trump. Ayer, el ministro de Economía Carlos Cuerpo, aprovechó la rueda de Prensa del Consejo de Ministros para anunciar el primer capítulo del plan, activado con el decreto ley que entrará en vigor y que movilizará en primera instancia 7.720 millones de euros.
Pero este importe tiene letra pequeña. El Gobierno lo ha revestido como el primer desembolso de ayudas a las empresas afectadas por los aranceles, pero este paquete tiene poco de ayuda directa, por no decir nada. El montante principal son los 5.000 millones de los avales ICO para «atender las necesidades de liquidez y para apoyar posibles procesos de reconversión industrial» a entidades que vayan a tener una exposición significativa, directa o indirecta, al mercado de Estados Unidos, aseguró el ministro. Es decir, créditos que se tienen que devolver, aunque las condiciones sean muy beneficiosas para los empresarios.
También se refuerza el Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM), que contará con un margen adicional de 720 millones, «en aras de conseguir que las empresas puedan diversificar o reforzar su presencia en Estados Unidos y diversificar sus exportaciones para disminuir el riesgo para ser más resilientes», incidió Cuerpo. Pero esta partida también es financiación, no ayudas directas. El FIEM es un «instrumento para promover las operaciones de exportación de las empresas españolas, así como las de inversión española directa en el exterior», según reza la web oficial del organismo. Por tanto, más crédito.
Por último, se han activado 2.000 millones más para el esfuerzo de internacionalización, a través del CESCE y su sistema CARI, que asemeja a un seguro de tipo de interés, para el apoyo a las exportaciones españolas de bienes y servicios. A través de este producto, «el cliente y la entidad financiera o de crédito se comprometen a intercambiar una cierta cantidad de divisas a un precio fijado en una fecha futura». Nuevamente financiación de operaciones, nada de ayudas directas.
En total , el plan activará 14.100 millones de euros, de los 7.400 millones serán de nueva financiación y otros 6.700 millones de euros se emplearán de instrumentos ya existentes. Por tanto, la mayoría de los fondos corresponden a financiación y el resto son partidas recalificadas. Se pondrán en marcha dos líneas de avales del ICO, dotadas con 6.000 millones de euros, para facilitar a las empresas acceso a financiación y satisfacer sus necesidades de circulante. Asimismo, se impulsará además un fondo de apoyo a la inversión industrial productiva, dotado con 200 millones de euros, para dar préstamos o participación en capital para modernizar o instalar nuevas plantas productivas. Y el Gobierno también usará planes ya aprobados, como el Plan Moves III aprobado recientemente en el Consejo de Ministros, dotado con 400 millones de euros, para seguir sumando millones al plan, que recanalizará 5.000 millones de euros del Plan de Recuperación para transformar y reorientar sus capacidades productivas hacia sectores con alta demanda.
Con esta financiación, el Gobierno pretende hacer frente al golpe inmediato que supondrán los aranceles en el corto plazo, que Carlos Cuerpo cifró en 14.880 millones de euros. Una cifra que engloba las exportaciones que se verán directamente afectadas por los aranceles. De los 18.600 millones de euros en exportaciones españolas a Estados Unidos, el 80% se verán impactadas por la guerra comercial.
Pese a ello, Cuerpo se mostró cauto, señalando que es «prematuro» intentar estimar el impacto de las medidas de Trump sobre el PIB nacional, dado que todavía existe una «enorme incertidumbre» e incógnitas por despejar, como el tiempo que estarán en vigor estas tasas. Un mensaje que dirigió como una velada crítica a instituciones como Funcas, BBVA Research, CaixaBank o Fedea, que «a nivel agregado y a corto plazo» han asegurado durante los últimos días que el impacto macroeconómico de estos aranceles en la economía española será «poco significativo», de en torno a uno y tres puntos de PIB. Para el ministro, «todavía es pronto para hacer este tipo de valoraciones todavía con unas enormes incertidumbres por delante», aunque sí que admitió que la exposición directa de España a la política arancelaria de Trump es «comparativamente menor» que la de otros países europeos.
El titular de Economía también reconoció que habrá «efectos de segunda ronda» derivados de la exposición indirecta de la economía española a los aranceles, por ejemplo, en todo lo que tiene que ver con el sector de los componentes para automóviles que fabrica España para terceros, como Alemania o Francia, que se exportan desde allí a Estados Unidos. «Vamos a ver ahora cuál va siendo, día a día, el impacto, la capacidad de competir de nuestras empresas también en este entorno y, en función de eso, iremos redirigiendo esta respuesta e iremos valorando si son necesarias o no medidas de apoyo directo. Es prematuro entrar ahora o poner sobre la mesa algún elemento adicional como un fondo de ayudas directas. Iremos viéndolo e iremos reaccionando». Por ello, el Gobierno descarta implícitamente las ayudas directas a las empresas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar