
Aranceles
Gonzalo Bernardos, economista, alerta sobre los aranceles y Trump: "Es un estudiante muy malo y no aprende"
La reactivación de las amenazas arancelarias de la Casa Blanca sobre la Unión Europea vuelve a poner en tensión las relaciones económicas transatlánticas

La reciente reactivación de la agenda arancelaria de Estados Unidos hacia la Unión Europea ha generado inquietud en los círculos económicos y políticos. La administración estadounidense ha comunicado su intención de aplicar gravámenes del 30% a productos procedentes del continente, una medida que, de concretarse, podría tener repercusiones en el comercio bilateral.
Este anuncio, que ha sido analizado en diversos foros económicos, llega en un contexto de cierta desconfianza en los mercados financieros. A pesar de la reiteración de estas amenazas por parte de Washington, la reacción inicial ha sido de un escepticismo generalizado, sugiriendo que los inversores no otorgan una credibilidad total a la inminente aplicación de estas tarifas.
No obstante, expertos en economía advierten sobre la particular naturaleza de las decisiones comerciales de la Casa Blanca. La incertidumbre sobre la implementación real de estas medidas persiste, especialmente tras precedentes donde anuncios similares no llegaron a materializarse, lo que añade una capa de complejidad al escenario actual.
La ‘imprevisibilidad’ de Trump y el escepticismo de los mercados
El economista Gonzalo Bernardos, en una intervención reciente en Más Vale Tarde, ha calificado al presidente estadounidense como un actor impredecible en el ámbito económico, destacando su predilección por el uso de los aranceles como herramienta política. Según Bernardos, existe una historia previa de amenazas similares, como el denominado "Día de la Liberación" anunciado para abril que finalmente no se produjo, y cuya fecha se ha pospuesto ahora al 1 de agosto.
La respuesta de los mercados financieros ante estas declaraciones ha sido, hasta el momento, de aparente calma. Los círculos financieros parecen restar importancia a las advertencias de Washington, asumiendo que no se producirán cambios drásticos en el corto plazo.
Sin embargo, Bernardos ha expresado su reserva personal ante esta percepción generalizada, indicando que no comparte plenamente el optimismo del mercado. Su análisis sugiere que la estrategia de la administración estadounidense busca reafirmar su autoridad y establecer un esquema arancelario superior al que otros países puedan imponer, lo que podría derivar en represalias comerciales.
Las consecuencias económicas de una escalada arancelaria
El economista considera que un desafío del mercado europeo, que supera en tamaño al estadounidense, podría ser una decisión temeraria desde una perspectiva económica. Bernardos sugiere que la comprensión de las dinámicas económicas por parte del presidente no es completa, lo que podría llevar a políticas con efectos no deseados.
Estas medidas arancelarias podrían fracturar las estrategias de las multinacionales estadounidenses con intereses en el continente europeo. La implementación de aranceles y las probables represalias por parte de Bruselas podrían conducir a una disminución de las exportaciones, afectando las cuentas de resultados de estas compañías.
Además, Bernardos ha señalado el posible impacto en la renta fija. Un deterioro en este segmento podría desencadenar una crisis bancaria considerable en Estados Unidos, lo que representaría un escenario de preocupación para la estabilidad financiera.
El experto ha reiterado que, a pesar de las advertencias previas de Wall Street en marzo, que ya experimentó un momento de tensión en la renta fija, la administración estadounidense parece no aprender de la experiencia, insistiendo en su política arancelaria.
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