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Hacienda reducirá el tipo máximo del IRPF por debajo del 50%

Cristóbal Montoro
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El Ministerio de Hacienda ultima estos días los detalles de la reforma fiscal que, casi con toda seguridad, aprobará este próximo viernes el Consejo de Ministros. Las líneas maestras de la misma se han ido desgranando en los dos últimos meses, desde que se conocieran las recomendaciones del Comité de Expertos que presidió Manuel Lagares. Se sabe que el Gobierno tienen intención de bajar el Impuesto sobre Sociedades, no tocar el Impuesto sobre el Valor Añadido ni los impuestos que gravan el alcohol y el tabaco, reducir a cinco los tramos del IRPF y eliminar en parte o en su totalidad (en función de los ingresos) el denominado «gravamen complementario para reducción del déficit público temporal y progresivo», que cumple a su tercer año de vigencia, uno más de los inicialmente previstos cuando fue aprobado en la primera reunión del gabinete ministerial de Mariano Rajoy, el 30 de diciembre de 2011.

Los hombres de Cristóbal Montoro trabajan estos días sobre la letra pequeña de la reforma y todo apunta, según las fuentes consultadas por LA RAZÓN, a que el tipo marginal máximo (el que grava el último euro que se gana), actualmente en el 52%, caerá por debajo del 50%, siguiendo la recomendación del Comité de Expertos, que considera confiscatorio que Hacienda se lleve un porcentaje de los ingresos mayor que el propio contribuyente. Resta saber si se quedará en el 48 o el 49%, lo que supondría que el Gobierno quitaría tres o cuatro puntos porcentuales del gravamen complementario, pero mantendría otros tres o cuatro de los siete que subió en 2011. Este tipo será aplicable a partir de ingresos por encima de 150.000 o 175.000 euros anuales. El tipo mínimo podría acercarse al 22% desde el 24,75% de ahora. En este tramo, el Gobierno sólo aplicó un incremento temporal de 0,75 puntos.

Las fuentes consultadas por este periódico creen que Rajoy echará el resto en esta reforma lanzando un mensaje político claro y fuerte, en un momento de descontento sobre la clase política, que se ha hecho patente en las recientes elecciones al Parlamento Europeo. No hay que olvidar que la reforma fiscal entrará en vigor el próximo año, cuando hay dos citas electorales de primer nivel: autonómicas y generales.

Cuatro, siete y cinco

La aplicación del gravamen complementario permitió al Gobierno recaudar en 2012, primer año de aplicación, 5.357 millones de euros, incremento del que se beneficiaron todas las comunidades autónomas, ya que más del 50% de la recaudación se destina a las regiones y los entes locales a través del vigente modelo de financiación. De esa cifra, 4.111 millones correspondieron a la base general del IRPF y el resto (1.246 millones) a la base del ahorro, que fue gravada en dos puntos porcentuales más para los rendimiento de hasta 6.000 euros y en seis para los superiores a 24.000.

Aunque aún resta el visto bueno del Consejo de Ministros, el Gobierno ha incorporado en la actualización del Plan de Estabilidad los efectos de la reduccidón de los tipos impositivos y rebajas fiscales para las familias, que se traducirá en un impacto neto de 2.485 millones de euros en 2015 y en 2.291 millones en 2016. Éstos apuntan a que la factura fiscal de la mayoría de los contribuyentes se verá reducida a partir del próximo año.

El Gobierno ha insistido una y otra vez en que la rebaja impositiva en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) «se centrará en los contribuyentes con rentas bajas y medias». Para alcanzar los objetivos señalados anteriormente, el Gobierno retirará el gravamen complementario para la declaración de la renta que tendrá que presentarse en 2016. Este sobreimpuesto va desde el 0,75% para los ingresos inferiores a 17.707 euros al 7% para las rentas superiores a 300.000 euros, un tramo que fue creado ad hoc hace dos años y medio.

Antes del año 2011, el IRPF tenía sólo cuatro tramos. Fue con Zapatero en el Gobierno cuando se establecieron dos tramos más para renta por encima de los 120.000 euros y 175.000 euros, respectivamente. El primer Gobierno del PP añadió un séptimo tramo, con una tributación marginal del 52% desde 300.000.

Perfilar los tramos

¿Cómo van a quedar los tramos ahora? Hay que reducir dos tramos, y todo hace pensar que el Gobierno tomará una decisión salomónica para dejar «contentas» a casi todas las partes. El primer tramo puede incluir los ingresos de hasta 25.000 euros, con un tipo máximo en torno al 22%, con la seguridad de que los mileuristas no tendrán que tributar nada. Es el compromiso del presidente del Gobierno. Un segundo tramo podría elevarse hasta 45.000 euros (hoy 33.007) y un tipo marginal del 30%. El tercero podría llegar hasta los 65.000 euros (actualmente 53.407) y un tipo del 38%; el cuarto, hasta 150.000 euros (ahora 120.000) y un tipo próximo al 45%, y el último tramo, para ingresos superiores a 150.000 o 175.000, y con un marginal del 48-49%.

Junto con la modificación de los tramos y de los tipos de tributación, Hacienda está estudiando subir el mínimo exento, que en la actualidad se mantiene en 5.151 euros, cantidad que puede elevarse en función de la situación familiar (número de hijos o ascendientes) o de la edad (en 918 euros para mayores de 65 años y en 2.040 para mayores de 75 años). El compromiso del Gobierno es claro con las rentas bajas y las familias.