Iberoamérica

Honduras, la "maquila" atrapada entre la pobreza y la inseguridad

La economía hondureña no termina de despegar en el país más violento de Centroamérica

AME9835. TEGUCIGALPA (HONDURAS), 15/09/2025.- Policías del Instituto Nacional Penitenciario participan en un desfile este lunes, en Tegucigalpa (Honduras). La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, dijo que la independencia, de la que su país está conmemorando 204 años, se defiende con dignidad y coraje. EFE/ Gustavo Amador
Presidenta de Honduras dice que la independencia se defiende con dignidad y corajeGustavo AmadorAgencia EFE

El país de la maquila es también el de la extorsión y el más peligroso de Centroamérica, ahora que El Salvador ha logrado difuminar la criminalidad con un estado para-policial.

Honduras es el segundo país más grande de Centroamérica en términos de superficie y población, con aproximadamente 10,8 millones de habitantes, y también uno de los más pobres, el segundo después de Venezuela. Solo así se explica que no sorprenda ver un cadáver en las inmediaciones de la llamada “Zona Viva”, donde se concentra la noche de San Pedro Sula, la ciudad con mayor actividad económica del país gracias a esa maquila de la que salen miles de prendas textiles fabricadas a coste de Vietnam o China.

Mientras Iberoámerica y el Caribe registran su nivel de pobreza más bajo en lo que va del siglo, el país centroamericano mantiene cifras que lo sitúan entre los peores del continente.

El ritmo lento de reducción de la pobreza en la zona desde 2016 responde al bajo crecimiento regional, pero aun así la región muestra avances: en 2023, la pobreza en Asia Oriental y el Pacífico —que en 2009 superaba a la latinoamericana en 30 puntos porcentuales— ya se había reducido hasta equipararse. Para 2025, se espera incluso que la clase media latinoamericana alcance un récord del 42,8 %. Pero en Honduras las cosas son diferentes.

Mientras uno de cada cuatro latinoamericanos vive con menos de 6,85 dólares diarios, en Honduras la situación es mucho más severa. El país ocupa el segundo lugar en pobreza extrema y moderada de toda la región: un 35% de su población sobrevive en pobreza extrema y un 25% en pobreza moderada, sumando un 60% de hondureños bajo estos umbrales, según los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

En términos absolutos, 6,4 millones viven en pobreza y 3,7 millones en extrema pobreza, con niños, pueblos indígenas y afrodescendientes como los grupos más afectados. CEPAL estima que la pobreza total alcanza el 69,6%, frente al 62,9% reportado por el Instituto Nacional de Estadísticas para 2024; en cualquier caso, la magnitud sigue siendo alarmante.

A esta crisis social se suma una economía profundamente desequilibrada y dependiente de sectores vulnerables. El sector terciario domina por completo la estructura productiva: aporta 65,6% del PIB y genera empleo para 44,4% de la población activa, con un turismo que crece, pero todavía no logra compensar la falta de industrias robustas ni la altísima informalidad empresarial -un 60 % del total- que frena la recaudación, la productividad y la creación de empleo estable.

El sector secundario, que representa el 19,5% del PIB, se sostiene sobre la industria tradicional de alimentos, la agroindustria exportadora controlada por multinacionales como Chiquita y Dole, y la maquila, que desde los años 90 ha atraído más de 250 empresas en 25 parques industriales.

El sector primario emplea al 36,6% de los trabajadores, pero apenas aporta el 12,2 % del PIB y continúa afectado por la dependencia energética del petróleo importado, aunque el país avanza lentamente hacia un “mix” más renovable.

En este escenario complejo, el comercio exterior ha dado un respiro: las exportaciones crecieron un 15,5%, impulsadas por el café, mientras que las importaciones aumentaron un 3%, reduciendo el déficit comercial en casi 600 millones de dólares.

Las remesas enviadas por la diáspora hondureña, uno de los motores esenciales de la economía pues supone más del 30% del PIB, alcanzaron un récord histórico de 9.010 millones de dólares, un crecimiento del 25,3% que sostiene el consumo y compensa la debilidad del mercado laboral. Buena parte de esta fuente de recursos proviene de España (el 7,8% a mucha distancia de EE UU, con el 80% ), considerada el departamento 20 de Honduras al ser el segundo país tras Estados Unidos donde más hondureños residen, cerca de 250.000, según cifras facilitadas por el embajador de España en Tegucigalpa, Diego Nuño García.

La inflación se mantuvo en un 4,67%, dentro del margen del banco central, gracias en parte a los subsidios al combustible y la electricidad.

El volumen de Inversión Extranjera Directa (IED) es moderado y las cifras anuales son muy variables, dependiendo de operaciones puntuales de inversión. Así, la IED neta alcanzó 640 millones de dólares en 2022 y 700 millones en 2023, último año con cifras disponibles.

A cierre de 2024 las reservas internacionales netas se situaron en 7.744 millones de dólares (cobertura de 5 meses de importaciones de bienes y servicios), ligeramente por encima de su nivel un año antes. Con datos a septiembre de este año las reservas se elevan ya a 9.338 millones, casi los seis meses de importaciones.

Reducción de la violencia con sombras

Aunque la pobreza y la informalidad siguen marcando al país, Honduras ha registrado en 2025 un descenso en los índices de violencia gracias al "método Bukele" que arrancó en diciembre de 2022 con la llegada de la presidenta Xiomara Castro y que se prorrogará 45 días, hasta Navidad, para cubrir las elecciones del 30 de noviembre.

Según datos preliminares del Sistema Estadístico Policial, las estrategias de seguridad permitieron una reducción del 14% en las muertes violentas respecto a 2024. Hasta la fecha se contabilizan 1.641 homicidios, frente a los 1.911 registrados el año anterior, lo que supone 270 vidas salvadas.

También se observa una baja del 8% en las muertes violentas de mujeres, un indicador que refleja ciertos avances en la protección de la población femenina.

El estado de excepción "temporal y parcial" autoriza la "suspensión de garantías constitucionales" y permite a las fuerzas de seguridad "detener a las personas que determinen y consideren responsables de asociarse, ejecutar o tener vinculaciones en la comisión de delitos y crímenes" en determinadas zonas del país.

A ello se suma el Plan Alcázar, una operación de gran escala ejecutada en ciudades estratégicas como el Distrito Central, San Pedro Sula, La Ceiba, Tocoa, Yoro y Juticalpa, orientada a desarticular redes criminales y reducir los índices delictivos.

No obstante, las cifras de extorsiones no han logrado un descenso significativo y muchos organismos independientes aseguran que incluso han crecido. En este sentido, el sector privado de Honduras demanda que el gobierno que surja de las elecciones priorice la formalización de la economía para garantizar la seguridad jurídica y atender los problemas sociales del país.

Comercio con España

Honduras mantiene una balanza de bienes superavitaria con la UE, cuyo saldo favorable ascendió a 66,6 millones de euros en 2024, según el ICEX. Los principales países de la UE exportadores hacia Honduras fueron Alemania, España, Italia, Francia y Bélgica-Luxemburgo. Las exportaciones hondureñas se dirigen principalmente hacia Alemania, Bélgica-Luxemburgo, Países Bajos, Italia y Francia.

Desde la Unión Europea se exportan principalmente bienes de equipo y maquinaria, farmaquímica y bienes de consumo, y desde Honduras hacia la Unión Europea se exportan productos alimenticios básicos.

Las exportaciones a la Unión Europea ganan peso hasta situarse en el 17%, siendo el café, el aceite de palma y los camarones los principales productos exportados. Alemania, Bélgica-Luxemburgo, Países Bajos, Italia y Francia son los mercados de la UE más importantes. España se sitúa en 19º lugar del ranking mundial de países clientes de Honduras, con una cuota del 1%.

En cuanto a las importaciones, la cuota de mercado de la Unión Europea supone el 5,6%. España se sitúa en 15º lugar como proveedor con una cuota del 1%.