Vivienda
Intercambio de casas en vacaciones: cómo funciona, ventajas e inconvenientes
En los últimos cincos años el intercambio de casas ha aumentado en un 147%
El intercambio de casas está de moda. Esta solución es elegida por cada vez más ciudadanos en un contexto en el que las ganas de disfrutar de unas ansiadas vacaciones chocan con una vida más cara. Y es que esta es una alternativa económica que permite a los viajeros alojarse en la casa de otra persona mientras que ellos hospedarán a esta en la suya en un futuro o de forma simultánea, abaratando, de esta forma, el coste de las vacaciones. Tanto es así, que en los últimos cincos años el intercambio de casas ha aumentado en un 147%, hasta alcanzar las 420.473 pernoctaciones este verano, según datos de la plataforma líder de intercambio de casas, HomeExchange.
"Este intercambio de casas en vacaciones se realiza a través de sitios web que publican la oferta de viviendas disponibles y que facilitan que se pongan en contacto los propietarios interesados en el intercambio", explican desde el portal inmobiliario pisos.com. Pero, ¿cuáles son las ventajas de apostar por este tipo de hospedaje?
En primer lugar, una de las ventajas más llamativas es el significativo ahorro en los gastos de alojamiento que obtienen aquellas personas que viajan durante sus vacaciones. Y es que si se elimina el dinero que se destinaría a pagar un hotel o un apartamento, este podrá ahorrarse o bien invertirse en otras alternativas de ocio, como excursiones, actividades de aventura o gastronomía.
Otro de los beneficios que ofrece el intercambio de casas es la oportunidad de vivir una experiencia más auténtica y próxima a la vida local en el destino turístico elegido. Además, los anfitriones podrán ofrecer a los viajeros recomendaciones sobre lugares de interés o restaurantes a los que ir a comer. Este hospedaje, también puede dar lugar a nuevas amistades e intercambios futuros si se mantiene el contacto tras el viaje.
Alojarse en una de estas viviendas le hará al viajero "estar como en casa" durante los días que duren sus vacaciones. El portal inmobiliario señala que "es improbable que echemos en falta menaje o algún electrodoméstico y, por otro lado, es también una experiencia enriquecedora conocer cómo se organiza la logística doméstica en otros lugares, especialmente si viajamos a otro país".
No obstante, al igual que cualquier otra opción de viaje, esta fórmula no solo ofrece ventajas, sino que también presenta algún que otro inconveniente:
- Sensación de desconfianza: ofrecer la vivienda a personas que no se conoce puede generar cierta desconfianza entre los propietarios, incluso aunque las plataformas tengan buena valoración de estos huéspedes. Al contrario, alojarse en la casa de otra familia podrá producir incertidumbre en los viajeros, algo que es "más improbable" en un alojamiento turístico, explican.
- Disponer de fechas con antelación: para tener la seguridad de que se va a encontrar una familia interesada en la vivienda que se intercambia, este proceso se debe hacer con antelación. Por tanto, se deberán planear las vacaciones con tiempo, lo que puede no ser la mejor alternativa si se busca un alojamiento de última hora.
- Preparar la vivienda: si una persona va a participar en el intercambio de viviendas deberá guardar los objetos personales y de valor; y el hogar deberá estar limpio y en orden, lo que puede supone un mayor trabajo previo.
Entonces, ¿merece la pena el intercambio de casas? "Si buscamos una experiencia de viaje económica y culturalmente enriquecedora, el intercambio de casas puede ser una excelente alternativa. ¿Los motivos? Sin duda, el ahorro en alojamiento que va a suponer en nuestras vacaciones, la inmersión cultural y las comodidades del hogar. Sin embargo, también presenta desafíos, y debemos valorar si nuestra personalidad y nuestras expectativas de viaje encajan con esta modalidad", sentencian.
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