Economía
La inversión productiva, clave para transformar el crecimiento español
Iberaval apoya proyectos que apuestan por la tecnología, la sostenibilidad y el empleo de calidad
El optimismo de las cifras económicas oculta una debilidad estructural: España crece sin ganar productividad. Su modelo necesita consolidar la innovación, la digitalización y la sostenibilidad como pilares del desarrollo. Y ese salto no será posible sin más inversión productiva.
La competitividad futura de España no depende de producir más, sino mejor. Con un tejido empresarial formado casi en su totalidad por microempresas -el 94,4 por ciento tiene menos de diez empleados- y un tamaño medio de 4,8 trabajadores frente a los 5,9 de la media europea, España adolece de un problema de escala. Este factor limita la capacidad de las empresas para innovar, automatizar procesos o internacionalizarse, y, en consecuencia, frena el potencial de crecimiento de todo el país.
Ese salto pasa por transformar liquidez en inversión, y ahí radica el papel estratégico de entidades como Iberaval, que encabeza el sistema nacional de garantías y se consolida como uno de los motores del cambio hacia una economía más innovadora y sostenible.
La productividad no depende tanto de producir más, sino de producir mejor. Sin embargo, las pymes españolas arrastran todavía rentabilidades que limitan su capacidad de reinversión y frenan el crecimiento.
Entre enero y septiembre de 2025, Iberaval formalizó 3.919 operaciones por un total de 439 millones de euros, canalizando recursos hacia sectores como la industria, el comercio y los servicios.
Su riesgo vivo -el volumen total de financiación activa- asciende a 1.713 millones de euros, un 30 por ciento más que hace cuatro años, con un impacto directo en 257.000 empleos sostenidos.
«Es fundamental respaldar proyectos que requieran inversión, porque propician el crecimiento empresarial y tienen un impacto directo en el empleo y la actividad económica de los territorios», subraya César Pontvianne, presidente de Iberaval.
Más de 40.000 socios
La entidad, con más de 40.000 socios, facilita el acceso a la financiación en condiciones ventajosas, gracias al respaldo de instituciones como el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León, la Compañía Española de Reafianzamiento o la Agencia de Desarrollo Económico en La Rioja.
La diferencia entre financiar circulante o inversión refleja el pulso del tejido empresarial: el 69,2 por ciento de las operaciones formalizadas por Iberaval en 2025 se destinaron aún a liquidez, frente al 30,8 por ciento a proyectos de inversión. No obstante, el comportamiento de las pymes apunta a un repunte en la financiación a largo plazo, signo de mayor confianza y visión de futuro.
Ese cambio de mentalidad se refleja en compañías como Fuvex, una tecnológica navarra que ha sustituido con éxito los helicópteros tripulados por drones de largo alcance para la inspección de líneas eléctricas.
Su fundador y CEO, Carlos Matilla, explica que el proceso no fue sencillo: «Nos costó cuatro años, desde 2018 a 2022, lograr la primera autorización de su clase en el ámbito europeo». Hoy, la empresa lidera este tipo de inspecciones en el continente, con más de 26.000 kilómetros analizados.
El impacto de Fuvex va más allá de la eficiencia operativa: «Un helicóptero tripulado consume un litro de combustible por kilómetro, mientras que nuestras aeronaves consumen cero». Además, se elimina el riesgo humano y mejora la eficiencia en costes, que permite hacer accesibles datos de alta resolución para aplicaciones donde antes no podían realizarse.
La compañía ha protegido su ecosistema tecnológico con ocho patentes y se prepara para escalar a otros sectores críticos como la agricultura, la inspección de gasoductos o la defensa.
El respaldo financiero ha sido esencial. «Iberaval nos ha apoyado de forma decidida en nuestro traslado a nuestras nuevas instalaciones de más de 2.500 metros, la compra de maquinaria y el desarrollo de I+D. Cualquier empresa que quiera ser líder debe contar con apoyo financiero», afirma Matilla. Este ejemplo ilustra cómo la financiación de largo recorrido -aquella que impulsa la innovación real- puede transformar industrias enteras.
El caso de Fuvex demuestra el potencial del modelo que encarna Iberaval: combinar solvencia financiera con visión estratégica. España cuenta con talento y herramientas, pero necesita consolidar una cultura empresarial orientada a la inversión y el crecimiento.
El desafío, por tanto, no es únicamente financiero, sino también cultural. Las pymes deben transitar de una mentalidad de supervivencia a una visión de expansión sostenida, donde la inversión productiva sea motor y no excepción.
Iberaval actúa como catalizador de ese cambio, al conectar los fondos públicos con las necesidades concretas de los emprendedores, pymes y autónomos. El modelo de garantía, además, multiplica el efecto del dinero público: cada euro movilizado por Iberaval se traduce en inversión privada que genera empleo, innovación y competitividad.
De hecho, la entidad ya gestiona programas como Icecyl Financia, en colaboración con la Junta de Castilla y León, que bonifica operaciones de crédito para reducir los costes financieros y acelerar proyectos empresariales.