Análisis

Más Europa no es más socialismo

O el PPE rompe la coalición de la izquierda, o los ciudadanos rechazarán el proyecto europeo que merece defenderse

El Parlamento europeo
El Parlamento europeoEuropa Press

El proyecto europeo es algo que merece la pena defenderse, porque ha sido un éxito de convivencia, paz y cooperación en libertad. Sin embargo, se identifica ser europeísta con tragar con las ruedas de molino impuestas en los últimos catorce años. El proyecto europeo ha pasado de ser un modelo de seriedad económica y responsabilidad fiscal y crediticia en libertad a convertirse en una gigantesca maraña burocrática que, en vez de aprender de sus errores, redobla las políticas equivocadas.

No, ser proeuropeo nunca ha sido poner la burocracia y el exceso estatal como prioridades. Más Europa es tener un sector público al servicio de familias y empresas, no al revés.

Las elecciones europeas han sido una enmienda a la totalidad contra el modelo intervencionista y fracasado que se ha impuesto en la Unión Europea. Si el Partido Popular Europeo -y el nacional- no escuchan a los ciudadanos y siguen apoyando medidas asfixiantes e ignorando los problemas reales de los europeos, va a sufrir el mismo revés que el socialismo y los mal llamados “liberales” del parlamento europeo. Como dice mi querido profesor Alberto Mingardi, el liberalismo es lo poco que hay y lo mucho que falta. Si el Partido Popular no escucha el contundente mensaje de las elecciones europeas, el avance de los partidos de derecha será mucho mayor.

En muchas ocasiones escucho a la gente hablar de “más Europa” y que eso se interprete como redoblar las fracasadas políticas intervencionistas. Todos queremos más Europa, pero la que se creó como espacio de libertad, apertura y comercio, no la que nos han colado como espacio de estancamiento y declive. Necesitamos más libertad y menos dirigismo.

AMP2.- Francia.- La Agrupación Nacional de Le Pen tumba una posible alianza con la ultraderechista Reconquista
AMP2.- Francia.- La Agrupación Nacional de Le Pen tumba una posible alianza con la ultraderechista ReconquistaEuropa Press

España es uno de los países donde hay un mayor apoyo a la Unión Europea. Es normal. Para nosotros, Europa es una garanta de seguridad jurídica, responsabilidad y control a los gobiernos. La Unión Europea y el euro han sido, para los españoles, la seguridad jurídica y la estabilidad monetaria que nunca habíamos alcanzado en nuestra frágil democracia. Y la Unión Europea lleva años decepcionándonos.

¿Dónde está la Comisión Europea que garantizaba la gestión transparente de las ayudas y velaba por la estabilidad y responsabilidad fiscal? MIA, como dicen en Estados Unidos, Missing In Action. ¿Dónde está el Banco Central que garantizaba la estabilidad monetaria y el control de la inflación comparado con el destrozo monetario e inflacionario que sufríamos con la peseta? Secuestrado por incentivos políticos equivocados.

Lo que millones de ciudadanos de la Unión Europea percibe es que esas instituciones europeas que hemos alabado por su coherencia y defensa de la libertad y la seguridad jurídica han pasado a ser agentes que perpetúan la represión y asalto a las libertades civiles… siempre que se hagan en nombre de la izquierda.

¿No les parece sorprendente la contundencia y seriedad de los representantes de las instituciones europeas cuando se asalta a la libertad y las instituciones en gobiernos de derecha y su laxitud ante la demolición del estado de derecho en España? ¿Se imaginan la reacción furibunda de la UE si lo que está ocurriendo con la reducción de delitos de malversación, amnistía, ataques a jueces y periodistas lo hiciera Orban en vez de Sánchez?

En el primer párrafo decía que el cambio más peligroso vino hace catorce años. ¿Qué pasó entonces? Lo que ocurrió es que la Comisión Europea, el BCE y las instituciones compraron el diagnóstico falaz de la crisis de la ultraizquierda. Ante el avance del populismo de ultraizquierda, lo que se hizo fue blanquear sus exigencias de gasto sin control, impuestos, trabas a empresas, ganaderos y agricultores e intervención constante en la economía todo aderezado con una política monetaria a cargo del BCE absolutamente irresponsable que nos ha dejado una inflación acumulada del 20% desde 2019. Recuerdo que un antiguo eurodiputado británico me advirtió “cuando Reino Unido salga, va a entrar el socialismo”. Y así ha sido.

La equivocada decisión coordinada de contentar a la ultraizquierda ante el miedo al populismo comunista antisemita ha dejado el efecto péndulo. Los ciudadanos, al ver que los partidos tradicionales se negaban a escuchar sus problemas reales y se entregaban a una agenda intervencionista, han optado por dar un puñetazo en la mesa. El hartazgo es inmenso.

Resulta, por lo tanto, que lo que pone en peligro a la Unión Europea y el euro no es el avance de eso que llaman la ultraderecha, sino el vergonzoso blanqueamiento de la ultraizquierda. Europa empieza a morir en el momento en el que los líderes conservadores y “liberales” europeos se llevan las manos a la cabeza con los partidos de derecha tildando a todo de “ultraderecha” y a la vez tienen la desvergüenza de llamar “progresista” al neomarxismo, la ultraizquierda.

Sí, el proyecto europeo está en peligro mortal, pero no por el avance de los partidos de derecha. Estos son una consecuencia de haber adoptado las políticas que llevan al estancamiento, a perder la carrera tecnológica, a destruir la ganadería y la agricultura y a que no se pueda debatir sobre inmigración ilegal. ¿Esto es una broma o qué? ¿Desde cuándo criticar una actividad ilegal es algo antieuropeo?

El avance de partidos de ultraderecha es consecuencia de adoptar políticas de estancamiento

Lo que pone en peligro Europa no es la ultraderecha. Esa es una consecuencia de blanquear la ultraizquierda y adoptar sus tramposas y fracasadas políticas de disparar el sector público, ahogar a las empresas y familias e imprimir dinero destruyendo el poder adquisitivo de la moneda.

Los partidos conservadores pensaron que se combatía el populismo socialcomunista dándoles el 50% de lo que exigían. Les dieron mucho más, han blanqueado el totalitarismo de izquierda con adjetivos amables pero falsos y, cuando los ciudadanos se hartan de que les roben, les dicen que son ultras y que no saben votar. Es el momento de que el PPE escuche a la gente y no a los que destruyen toda aquella economía que gestionan.

En el momento en el que medios y partidos llaman a los antisemitas, defensores de todas las dictaduras comunistas, “progresistas” y acusan de “ultraderecha” “fascista” a conservadores, derecha nacionalista o incluso a liberales y libertarios, es cuando se ha creado la semilla del fin de Europa.

Llamar fascista-ultraderecha a un libertario y progresista a un comunista es, además de dos mentiras, torpedear Europa, no defenderla.

No olvidemos que en la Unión Europea se ha acordado luchar contra el totalitarismo, sea el fascismo o el comunismo. Sin embargo, al comunismo más abyecto se le ha blanqueado hasta institucionalizarlo y, posteriormente, cualquiera que se oponga a ese rodillo liberticida es “ultraderecha” o “fascista”. Fascinante.

Es el momento de que el Partido Popular Europeo recuerde que el socialismo es miseria

El Partido Popular Europeo tiene capacidad para dar la batalla cultural, tiene valores y principios entroncados en el libre mercado y el capitalismo. Si el PPE no defiende las causas que importan a los contribuyentes, a las empresas, a la ganadería y la agricultura, al sector energético o la industria no es por falta de talento ni de ideas ni de razón, sino por obstinación. Muchos líderes pueden dar la batalla, pero se niegan, y lo hacen con vehemencia. No. Bajo ningún concepto. Prefieren que el activismo tome cada día más parcelas de libertad a cambio de que su confortable posición en las instituciones europeas no se vea comprometida por enfrentarse a las políticas equivocadas.

Es el momento de que el Partido Popular Europeo recuerde que socialismo es miseria y que los ciudadanos piden más Europa entendiendo por ello más crecimiento, más inversión, impuestos atractivos, un sector primario y tecnológico potente y menos burocracia, no más Europa como más Unión Soviética. O el PPE rompe la coalición con el socialismo y la ultraizquierda disfrazada de falso verde, o los ciudadanos terminarán por rechazar un proyecto europeo que merece defenderse. Libertad, no burocracia.