Opinión

El multazo y el "dumping social"

Europa está atrapada entre dos fuegos: los aranceles de Trump y la competencia desleal derivada de las condiciones laborales de buena parte del mundo

KOLKATA (India), 11/04/2025.- Teachers lie on the street near the School Service Commission office in protest against the education recruitment scam, sitting on hunger strike in Kolkata, Eastern India, 11 April 2025. The Kolkata High Court invalidated the false appointments of 25,753 teachers and non-teaching staff made by the state's School Service Commission (SSC) in state-run and state-aided schools. (Protestas) EFE/EPA/PIYAL ADHIKARY
Protesta laboral en CalcutaPIYAL ADHIKARYAgencia EFE

Hace tiempo leí a una experta, lamento no recordar su nombre, la siguiente tesis: la gran aportación de la Unión Europea (UE) al mundo actual era la regulación en muchos ámbitos. Yo iría más lejos y sostendría que se trata de “hiperregulación”.

Pues bien, la Comisión Europea anunció ayer sendos multazos (para los afectados no tanto, vistos sus beneficios) contra dos tecnológicas de Estados Unidos por incumplir la Ley de Mercados Digitales. Apple se lleva la peor parte, con 500 millones de euros, y Meta (la empresa matriz de Facebook) recibe una multa de 200 millones.

Ahora, toca esperar la reacción de Donald Trump en estos momentos de alta tensión comercial, justo cuando parecía que la situación se había encarrilado un poco, según las declaraciones del inquilino de la Casa Blanca tras la visita de Meloni.

Puede que estos multazos sean consecuencia de esa fiebre regulatoria, que seguramente tiene aspectos positivos, aunque en estos casos esas sanciones me parecen poco para lo que estas dos tecnológicas perpetran contra los sufridos usuarios. Sin embargo, dados sus recursos legales y las lagunas en la regulación, me atrevo a dudar que vayan a terminar pagando.

Dicho lo anterior, también es evidente que la actividad regulatoria tiene perjuicios para las empresas europeas, ya que provoca incrementos de sus costes.

En esas condiciones resulta muy difícil competir con las mercancías procedentes del exterior, especialmente de China y de una serie de países en vías de desarrollo, en los que las condiciones laborales están muy alejadas de las existentes en la UE y en otros países desarrollados.

Hace unos años, algo más de una década, cuando la Organización Mundial de Comercio (OMC) tenía mucho más peso (ahora está herida de muerte), las naciones más ricas intentaron que se hablase sobre lo que se denominó el “dumping social”, provocado por las condiciones laborales en una buena parte del mundo; sin embargo, los menos ricos se negaron en redondo. Y ahí está la pérdida de competitividad en muchos sectores de la economía europea.

Tras un reciente viaje por India y Sri Lanka, mucho me temo que esta situación va a ir a más. La UE está cogida en estos momentos entre varios fuegos y dos de ellos son los aranceles de Trump y el “dumping social”.