Vivienda
Los multipropietarios, los pisos turísticos, el "miedo okupa" y la mayor demanda dispara el precio del alquiler y hunde la oferta
El 49% de quienes viven de alquiler está en riesgo de exclusión en España debido a su encarecimiento, el mayor porcentaje de la Unión Europea
Millones de inquilinos se enfrentan a la subida del precio del alquiler impulsada por los multipropietarios, el alquiler turístico y la falta de oferta, entre otros factores, y bajo la crítica de las asociaciones en favor de una vivienda justa, que tildan de "insuficiente" la normativa actual. Además, la menor oferta de domicilios en alquiler, el miedo a las okupaciones, el aumento de la demanda, la dificultad para comprar una vivienda o la presencia de otros tipos de contratos, unido a la coyuntura económica, han disparado el pago mensual de los alquileres. El lunes se celebra el Día Internacional del Inquilino, con el que se busca reforzar la protección de quienes hacen frente día a día a alquileres cada vez más elevados.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en su último dato publicado, el 15,9% de los españoles vivía de alquiler en 2021, frente al 13,5% de 2011. Se trata de casi tres millones de hogares y 7,7 millones de personas. Además, y según los últimos informes de la oficina estadística europea, Eurostat, el 48,9% de quienes viven de alquiler está en riesgo de exclusión en España debido a su encarecimiento, el mayor porcentaje de la Unión Europea junto a Lituania, y donde un 40% de las personas dedica más del 40% de sus ingresos a pagar el arriendo.
Madrid y Barcelona, las más caras
Barcelona es la urbe en la que los inquilinos pagan más por arrendar una vivienda, hasta 19,4 por metro cuadrado (euros/m2), por encima de los 17,4 euros/m2 de Madrid, los 17 de San Sebastián, los 16,7 de Marbella (Málaga) o los 14,7 de Palma, según los datos de agosto del portal inmobiliario idealista. Así, una vivienda de 90 m2 en la capital catalana paga un alquiler de 1.746 euros, mientras que una en Madrid alcanzaría los 1.566 euros, en ambos casos por encima del salario mínimo interprofesional, de 1.080 euros brutos mensuales. Causantes de la subida
El portavoz de la organización catalana Sindicat de Llogateres (Sindicato de Inquilinos), Enric Aragonès, apunta al alquiler turístico y de temporada (contrato de solo unos meses), como grandes causantes de la subida de las rentas, al menos en Barcelona. "Además de necesitar que se aplique la regulación estatal de los precios de arrendamiento, hay que empezar a eliminar las licencias de pisos turísticos y no solo no darlas y a legislar el alquiler de temporada para que se convierta en una actividad diferenciada", asegura Aragonès a Efe.
Por su parte, la asociación Stop Desahucios añade a los grandes tenedores de más de cinco viviendas como "principales causantes de los desahucios por alquiler", al ser los que "se benefician del ascenso del coste" y los que pueden escapar de la normativa, ya que varias comunidades autónomas mantienen la definición anterior de gran propietario -más de 10 domicilios, en vez de cinco, como indica la ley de vivienda-. "Se centra la atención en los fondos buitre, pero estos prefieren amortizar los créditos con la venta de inmuebles, que casualmente acaban en manos de multipropietarios, quienes mantienen vacías las viviendas, reduciendo la oferta, o recurren a contratos de temporada, que no tienen que prolongar cinco años, al no estar sometidos a la ley de arrendamientos urbanos", afirma Joan Segura, de la asociación.
"Hasta 300 y 400 euros suben el precio cada vez que hacen un nuevo contrato", lamenta en relación a Baleares, comunidad en la que opera y una de las más afectadas por los elevados alquileres.
Menos pisos en alquiler
La subida de los precios es potenciada por la contracción de la oferta de vivienda en alquiler, con una caída del 28 % en España en el primer trimestre de 2023 respecto a antes de la pandemia, según idealista. Este hundimiento se registra en todas la provincias -a excepción de Córdoba, Jaén, Huesca, Palencia, Valladolid, Salamanca y Lugo-, con las mayores disminuciones en Barcelona (43%), Madrid (41%), Cuenca (38%), Guadalajara (35%), A Coruña (35%), Valencia (31%) y Cantabria (31%).
Esta reducción del número de inmuebles se contrapone con una demanda que no ha dejado de crecer, especialmente en las grandes ciudades y sus periferias. "Al haber cada vez menos pisos y más gente buscando, los propietarios tienen decenas de perfiles entre los que elegir a sus futuros inquilinos y, como es normal, se decantan siempre por aquellos que les ofrecen una mayor seguridad, tanto financiera como para recuperar la vivienda en caso de impago, lo que provoca que muchas familias se queden sin opciones de conseguir una vivienda", explican desde idealista.
El portal inmobiliario señala a la falta de obra nueva en alquiler, la transformación de viviendas en alojamientos turísticos y medidas políticas como el tope del 2 % al arriendo en 2023 o la ley de vivienda, a su parecer "punitiva y coercitiva con los propietarios", como las razones más importantes tras el decrecimiento de la oferta. Posibles soluciones
La ley de vivienda se erigió como buque insignia del Gobierno para limitar la escalada de precios, con medidas como beneficios fiscales y urbanísticos para aquellos propietarios que mantuviesen un precio reducido, la declaración de zonas tensionadas por el coste del alquiler o un tope del 3 % al arrendamiento en 2024.
No obstante, varias comunidades autónomas han optado por no aplicar las herramientas que ofrece, incluso los gobiernos de Madrid, Baleares, Andalucía y el Parlamento de Cataluña han presentado recursos ante el Tribunal Constitucional. Las asociaciones de defensa de los inquilinos consultadas la califican de "tibia" y opinan que debería ser "más contundente" e ir acompañada de proyectos para regular el mercado de compraventa, impulsar el parque de vivienda pública o reforzar la vigilancia de su implementación.
A escala internacional, las ciudades alemanas pueden establecer topes al alquiler; Portugal favorece los contratos de larga duración, y Ámsterdam y Canadá cuentan con leyes para frenar la especulación inmobiliaria; en el caso de la ciudad neerlandesa con el impedimento de alquilar una vivienda de más de 533.000 euros en un plazo de cuatro años.
Por su parte, Nueva York intenta regular los alquileres turísticos mediante una medida que restringe las estancias cortas e impone nuevas normas para quien quiera arrendar por menos de 30 días, como estar el arrendador en el domicilio.
El precio del alquiler en España escaló un 9,5% interanual en agosto, último dato publicado por idealista, lo que se traduce en 12 euros/m2. El coste por alquilar una vivienda subió este agosto en todas las comunidades autónomas en comparación con 2022, pero las más caras fueron Baleares (16,5 euros/m2), Madrid (15,9 euros/m2), Cataluña (15,6 euros/m2) y País Vasco (13 euros/m2), en las que se alcanzaron cifras récord. Por ciudades, los alquileres se encarecieron un 20% en Palma, Málaga y Alicante, mientras que en Madrid subieron un 10,9% y en Barcelona, un 16%.
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