Mercado laboral

Ocho provincias tienen más perceptores del paro que desempleados

En Huelva, Almería, Baleares, Jaén, Teruel, Soria, Huesca y Cáceres los fijos discontinuos provocan esta alteración

Imagen de Oficina de Empleo en Madrid.
Imagen de Oficina de Empleo en Madrid.Jesús G. FeriaLa Razón

Las estadísticas, incluso las oficiales, deparan con frecuencia sorpresas. El SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), dependiente del Ministerio de Trabajo, que dirige Yolanda Díaz, publicó el jueves los datos de empleo y paro del mes de septiembre y los de los beneficiarios de prestaciones por desempleo del mes de agosto, porque esta estadística siempre lleva un mes de retraso. Según el SEPE, en agosto hubo 1.875.821 perceptores de subsidios de paro, algo que supone una tasa de cobertura del 78%, sobre los 2.426.511 de desempleados de ese mes. La «sorpresa», aunque es algo que se repite casi todos los meses, es que en ocho provincias españolas había más beneficiados de prestaciones por desempleo que parados. Ocurre en Almería, Huelva, Jaén, Huesca, Teruel, Baleares, Soria y Cáceres. Además, en Castellón, el 100% de los desempleados perciben prestaciones. Puede parece incongruente –y lo es en puridad– pero también es cierto, eso sí, gracias a lo que podría llamarse contabilidad creativa o estadísticas imaginativa. A Winston Churchill (1874-1965) se le atribuye aquello de «solo creo en las estadísticas que yo he manipulado». Antes, Mark Twain (1835-1910) ya había constatado que «hay tres clases de mentiras, grandes, pequeñas y estadísticas».

La vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Clausura junto a Unai Sordo,
La vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Clausura junto a Unai Sordo, Alberto R. RoldánFotógrafos

La contradicción aparente –y en la práctica real– de que haya provincias con más beneficiados de las prestaciones por desempleo que parados tiene, por supuesto, una explicación coherente. Eso sí, pone en cuestión las cifras oficiales de empleo y paro que, al César lo que es del César, han mejorado bastante en los últimos meses. La explicación aparece, bajo un asterisco y en letra diminuta, en la última página del informe del SEPE «Prestaciones por desempleo. Resumen de datos de agosto 2025», que se puede consultar en la página web del organismo, aunque hay que bucear algo. Allí dice (sic) «en las provincias con un elevado volumen de trabajadores fijos discontinuos la tasa de cobertura puede superar el 100% en los meses de temporada baja». No aclara cuáles son esos meses, pero el fenómeno, al menos en 2025, está concentrado en junio, julio y agosto, aunque en Baleares se registra todo el año y con mayor incidencia en invierno, hasta el extremo de que el pasado mes de enero en las Islas Baleares percibían prestaciones el 360,2% de los parados. Insólito.

La explicación sucinta que da el SEPE requiere alguna aclaración adicional. El que haya provincias, en este caso ocho, con más perceptores del paro que desempleados y que se achaque al «elevado volumen de trabajadores fijos discontinuos» significa, en pocas palabras, que esos empleados tienen contrato fijo, pero no trabajo y, por eso, pueden percibir los subsidios. Es por supuesto legal, pero en las estadísticas del SEPE figuran como personas con trabajo y no como parados, que es lo que de verdad son cuando perciben el subsidio, salvo excepciones. No es una manipulación estadística, porque los datos están ahí, pero si es un retorcimiento de los datos que desdibuja la realidad. En la práctica, permite alegar que hay menos desempleados en España de los que en realidad están sin empleo efectivo. Lo resumía el verano pasado, con tanta gracia como retranca, una empleada de un hotel de la costa española: «Sí, soy fija discontinua, pero lo que de verdad soy es trabajadora temporal». Una síntesis perfecta.

Por provincias

El detalle de las provincias en las que hay más perceptores de prestaciones que desempleados también es llamativo. En Huelva, por ejemplo, en agosto, el 135,7% de los parados cobraban subsidio. En números absolutos, siempre según las estadísticas del SEPE, había 30.588 parados y 44.388 perceptores de prestaciones, una cifra que además difiere en algo del porcentaje anterior, también dato oficial. Almería le seguía en esta más que pintoresca clasificación, con un 121,9% de beneficiarios de prestaciones por desempleo. A continuación figuraban Baleares, con un 115,5%; Jaén, 112,4%; Soria, 108,2; Teruel, 107,2%; Huesca, 104,4% y Cáceres, 101,3%, mientras que en Castellón todos los parados, el 100%, percibían prestaciones. Este fenómeno se repite, con distinta intensidad, a lo largo de todo el año y casi siempre en las mismas provincias, salvo la excepción catalana en los meses de enero, febrero y marzo. Así, en el primer mes de año, en cinco provincias había más perceptores del desempleo que parados. En febrero eran seis y el marzo, cinco. En marzo y abril, quizá por la coincidencia de la Semana Santa, solo se detectaba esa situación en 3, para luego subir a 4 en junio y llegar a un máximo de nueve provincias en julio y a las ocho de agosto. En Cataluña, esa circunstancia se dio en todo el primer trimestre en Gerona, en enero y febrero en Tarragona y en febrero y marzo en Lérida. En Baleares, por otra parte, parece algo estructural porque ocurre todos los meses de 2025 y con porcentajes récord como el 360,2% de enero o el 297,8% de febrero. Todo puede parecer estrambótico, quizá mejor esperpéntico, pero es real y, en definitiva, es una forma como otra cualquiera de difuminar o disimular una realidad gracias al noble arte de la estadística imaginativa.