Banca
La banca se une a las energéticas y avisa también al Gobierno: "La financiación mermará en 50.000 millones"
La patronales AEB y CECA denuncian que el gravamen sobre los ingresos extraordinarios "ya no tiene vigencia" por la bajada de tipos
"Mostramos nuestro más enérgico rechazo al impuesto extraordinario a la banca. Gravar la actividad bancaria de forma permanente significa frenar la inversión, el crecimiento económico y la creación de empleo en el conjunto de la economía", con consecuencias muy negativas para la concesión de créditos y para la Unión Bancaria. Con esta contundencia y de forma conjunta, las grandes patronales de la banca española, AEB y CECA, han advertido que si se mantiene esta iniciativa, España sería el único país europeo con un gravamen permanente de estas características, lo que sería una desventaja competitiva para los bancos españoles y, por tanto, "para el impulso de la economía", con una merma estimada de la capacidad de financiación en España de 50.000 millones.
En su comunicado, reaccionan ante "la sucesión de noticias y declaraciones públicas" sobre la intención del Gobierno hacer permanente el gravamen temporal al sector bancario, ante las que advierten de que España se convertiría en la única jurisdicción europea con un impuesto permanente de estas características, lo que constituye una "desventaja competitiva" para las entidades españolas y para el impulso de la economía en un contexto en el que la banca española "es el sector a nivel europeo que más impuestos paga".
Además, inciden en que supone un "obstáculo para completar la Unión Bancaria y va en contra de las recomendaciones de instituciones como el Banco Central Europeo (BCE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI), que desaconsejan estos impuestos porque desvían recursos que podrían utilizarse para reforzar el capital de los bancos y mantener el flujo del crédito a familias y empresas".
También señalan que el gravamen, que fue concebido como temporal durante dos años y se prorrogó uno más, se justificó por el Gobierno por el crecimiento de ingresos derivados de la subida de tipos de interés desde 2022, un argumento que ya "no tiene vigencia" tras bajar los tipos oficiales. En concreto, las patronales señalan que a lo largo del año ya se ha producido un recorte de 75 puntos básicos que se ha reflejado en bajadas del euríbor. "El euríbor a un año está en estos momentos por debajo del nivel de diciembre de 2022, cuando se aprobó el gravamen, y los analistas anticipan que esta tendencia descendente se mantendrá el próximo año de tal modo que los tipos de interés podrían situarse en el 1,75% a finales de 2025".
Finalmente, denuncian que la incorporación de impuestos al ordenamiento jurídico por vía decreto-ley o a través de una enmienda al articulado de un proyecto de ley que se encuentre en tramitación en el Congreso "merma la calidad del debate público e imposibilita que los sectores afectados puedan manifestar su posición sobre normas que afectan a su actividad". Concluyeron que este impuesto "significa frenar la inversión, el crecimiento económico y la creación de empleo".