Análisis

La propaganda del Gobierno sobre los datos del PIB

España lleva ya dos trimestres de contracción en la demanda nacional y a eso lo llaman «crecer más que ninguno». Exportamos más porque el mundo crece mucho más que nosotros, mientras Sánchez nos endeuda

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saluda a los asistentes a un acto del PSOE por el Día de la Rosa en el Palacio de Congresos y Auditorio Baluarte, a 29 de abril de 2023, en Pamplona, Navarra (España).
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saluda a los asistentes a un acto del PSOE por el Día de la Rosa en el Palacio de Congresos y Auditorio Baluarte, a 29 de abril de 2023, en Pamplona, Navarra (España).Eduardo SanzEuropa Press

Es fascinante leer la propaganda del Gobierno sobre los datos del PIB. España sigue sin recuperar el PIB de 2019, mientras la inmensa mayoría de los países de nuestro entorno sí lo ha hecho. España es el país que más ha aumentado la deuda pública sobre PIB de nuestro entono, el triple que la media de la eurozona en el periodo 2019-2022, según Eurostat. España no se recupera a pesar del admirable esfuerzo del sector turístico y el Gobierno nos endeuda a todos a velocidad récord.

El indicador adelantado del IPC sube al 4,1% en abril, ocho décimas por encima del registrado en marzo, con la inflación subyacente al 6,6%. La inflación acumulada desde que gobierna Sánchez es de un 14,2%, según el INE.

El engaño de la excepción ibérica del Gobierno nos ha empobrecido todavía más. La factura de la luz de los hogares españoles es un 22% más alta que la media de la UE, un 17% más elevada que la media de la eurozona, la séptima más alta de UE y, ojo, un 40% más alta que la de Portugal, que también aplica eso que llaman «excepción ibérica».

La pérdida de poder adquisitivo de los españoles no tiene comparación. España es, según la OCDE, el país en el que las familias han perdido más poder adquisitivo desde 2019.

España cierra el primer trimestre de 2023 con una tasa de paro oficial del 13,2%, la más alta de toda la Unión Europea y el peor dato de evolución de empleo de nuestros países comparables en el primer trimestre. El paro sube este trimestre en 103.800 personas. El número total de parados según la Encuesta de Población Activa se sitúa en 3.127.800, con más de un millón de hogares con todos los miembros ocupados en paro, pero el Gobierno sigue agarrándose a una narrativa de exceso de optimismo que llega a ser insultante.

Los datos del PIB no dan lugar a optimismo y reflejan la recesión del sector privado. Mientras el epígrafe de impuestos aumenta en tasa intertrimestral un 2,4% en el primer trimestre, según el INE, o un 1,5% en los últimos dos trimestres, el consumo y la inversión empeoran notablemente.

El gasto en consumo final de los hogares cae un 1,3% en el cuarto trimestre y un 1,7% en el primer trimestre de 2023. El gasto en consumo final cae un 0,7% en el cuatro trimestre y un 1,4% en el primero. La inversión se estanca, con una caída en el cuarto trimestre que solo rebota a cero en el primero. En los últimos tres trimestres, la inversión privada cae un 0,7% y los componentes bastante más. La demanda nacional ha caído un 0,8% cada trimestre en los dos últimos datos.

La economía española se salva por la recuperación admirable del turismo y de las exportaciones, que son la tabla de salvación de nuestra economía. Efectivamente, si analizamos el consumo y la inversión, España lleva dos trimestres en contracción de la actividad privada reflejada en la demanda nacional. Y a eso lo llaman «crecer más que ninguno».

El nivel de propaganda del Gobierno no esconde que este rebote del PIB es completamente ajeno a la acción de gobierno. Exportamos más porque el mundo crece mucho más que nosotros, mientras el Gobierno nos empobrece y el turismo y la agricultura, atacados hasta la saciedad por los miembros del Ejecutivo, mantienen nuestro país a flote. Mientras, el Gobierno, por cada unidad de PIB, se endeuda en casi 1,4. Y eso significa que nos endeuda y empobrece mientras el país rebota lo que puede.