La sequía de Luis Planas y Ernesto Abatí

Luis Planas, como es habitual en él, se ha puesto de perfil ante el grave problema de sequía que se registra en España y ha delegado en el subsecretario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ernesto Abatí García-Manso, para que se ponga al frente de la gestión del problema, lo que equivale a decir que se van a «tumbar a la bartola». Poco se puede esperar de la reunión de la Mesa de la Sequía de este miércoles, que se quedará en una operación de imagen y maquillaje para transmitir la idea de que Planas y Abatí hacen algo. Me baso para hacer esta afirmación en el orden del día del citado encuentro, que es el siguiente: «Informe situación meteorológica y previsiones; informe reservas hidrológicas; informe seguro agrario; informe situación territorial; informe situación sectorial; ruegos y preguntas». El subsecretario ni se ha molestado en incluir en el citado orden del día un punto que dijese algo así como «posibles medidas a adoptar», que, por lo visto y citado anteriormente, «ni están, ni se esperan».

A la vista de lo anterior ya se puede afirmar que de este encuentro no se debe aguardar gran cosa, especialmente actuaciones de apoyo, salvo gran sorpresa de última hora. La reunión llega tarde y mal, aunque bienvenida sea. Tarde, porque el problema existe desde hace tiempo. Mal, porque la convocatoria está muy vacía de contenido, en lo que interesa especialmente a los agricultores y ganaderos: ayudas. Nos encontramos ante otra prueba más de la desidia de los responsables del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que se plasma en una anécdota si se quiere, pero que ilustra la dejadez con la que actúan Planas y Abatí: han convocado a la Mesa de la Sequía a Jesús Julio Carnero en su calidad de consejero de Agricultura de Castilla y León, cuando este último dejó ese puesto hace ahora un año. Han pasado doce meses y los máximos responsables del Ministerio no se han enterado todavía de que el consejero actual es Gerardo Dueñas. ¿Será porque es de Vox? En España tenemos doble sequía: la del agua y la de medidas de Planas y Abatí.