Innovación
Tecnología que mejora la vida de los pacientes y de los sanitarios
Una silla de ruedas movida con la mente o una herramienta que anticipa el cáncer de mama, son algunos ejemplos de dispositivos que mejoran la vida de los pacientes y los sanitarios
Las colombianas Valentina Agudelo y Cristina García fundaron hace cinco años Soy Julieta, un dispositivo portátil que, a través del análisis del tejido mamario combinado con IA, identifica el riesgo de desarrollar cáncer de mama, contribuyendo a su detección temprana, al tiempo que permite realizar análisis en lugares remotos. «La tasa de supervivencia es muy alta cuando el cáncer de mama es detectado a tiempo. El incremento de muertes deriva de la detección tardía ya que hay mujeres que se encuentran con muchas barreras de acceso a exámenes diagnósticos, sobre todo en los países en vía de desarrollo», explica Agudelo. Soy Julieta nació como un proyecto teórico universitario de un dispositivo portátil que podría detectar cáncer de mama y debe su particular nombre a la historia de Julieta Lanteri, una mujer argentina, médico de profesión y con una proyección pública. Se erigió como la fundadora de la primera versión de Médicos Sin Fronteras, iniciativa que busca llevar salud a lugares remotos. El dispositivo de Soy Julieta está entrenado con inteligencia artificial para realizar la prueba, interpretar la lectura y comunicar los resultados de manera automática y en tiempo real. «Pensamos en Soy Julieta para llevarlo a todos los rincones de Colombia, pero también a España ya que ayudaría al sistema público de salud al ser un método de diagnóstico más económico», comenta Valentina. El objetivo de las fundadores es llevar el dispositivo a toda Latinoamérica y a Europa, una vez que la EMA (Agencia Europea de Medicamentos) lo valide. El proyecto se alzó como ganador de los XXII Global eAwards de NTT DATA FOUNDATION, lo que conlleva una premio de 100.000 euros.
El doctor Julio Alonso diseñó Airway Shield el primer dispositivo que garantiza la seguridad en la intubación endotraqueal, un procedimiento que se realiza más de 50 millones de veces al año como consecuencia de alguna afección respiratoria grave, como neumonía o algún traumatismo. Alonso, médico intensivista, pensó en este dispositivo en plena pandemia de la Covid-19. «Durante esos meses se utilizaron muchas cosas para tratar de protegernos de los aerosoles. Las soluciones que había para la intubación endotraqueal y evitar el contagio fueron muy malas, hasta el punto de que lo que más triunfó fue poner una caja encima del paciente para protegernos de los aerosoles y desde allí poder intubar. Aquello era imposible», explica Alonso. Las consecuencias de la exposición al virus del Covid evidenciaron la necesidad de disponer de instrumentos que brindaran mayor seguridad durante el proceso, no solo para los pacientes sino también para el personal clínico. Es por eso que este producto está diseñado con un plástico especial que mantiene la forma y disminuye la exposición a aerosoles. Un diseño revolucionario que reduce la tasa de complicaciones de la intubación, que en la actualidad llega al 45% en pacientes críticos. La compañía lanzó comercialmente el producto en julio de 2021 y ahora busca crecer en tamaño y clientes.
Una silla de ruedas que se mueve con la mente. Ecuador-Void-1 es un dispositivo creado por Carlos Abad, adaptable a cualquier silla de ruedas eléctricas que permite su desplazamiento a través de sensores que interpretan las señales del cerebro y las transforma en comandos para controlar el movimiento. Abad propuso esta herramienta en 2021 como tesis para la carrera de Ingenieria en Telecomunicaciones en la Universidad de las Américas de Ecuador. «Un día me pregunté ¿Qué se sentiría al no poder volver a levantarse nunca? Podemos controlar nuestra casa con comandos de voz, tenemos coches autónomos, pero si llego a tener paraplejia, tendría que usar la misma silla de ruedas que se utilizaba hace 428 años. Con mi hermano Reykhard ideamos la silla de ruedas controlada con nuestra mente», explica Carlos. En estos momentos solo cuentan con un prototipo de la silla, pero mantienen alianzas con la Universidad, con fundaciones e inversores para conseguir fondos para desarrollar este dispositivo, ya que en Ecuador es casi imposible conseguir este tipo de ayudas, explica Abad.
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