Sanidad

Suecia: el hito de ser el primer país sin humo

En 2023 erradicará el tabaquismo al lograr que la tasa de fumadores baje del 5%. Estas son las claves de su éxito

Producción de bolsitas de nicotina sin tabaco
Producción de bolsitas de nicotina sin tabacoSwedish Match

Suecia está a punto de conseguir un hito en materia de salud pública: este 2023 se convertirá en el primer país del mundo «sin humo», cuando alcance una tasa de tabaquismo inferior al 5% de la población. El país nórdico ya contaba en 2022 con la tasa más baja de Europa (5,6%) y si, como está previsto, este porcentaje sigue a la baja, será el único país europeo que alcanzará el objetivo de la UE de erradicar el cigarrillo antes de 2040, en concreto, 18 años antes, un logro que lo convierte en el faro a seguir para salvar millones de vidas.

La clave del éxito sueco está en la implantación de estrategias de reducción del daño y de la popularización del snus, un producto autóctono de tabaco sin humo en formato húmedo y pasteurizado, consumido por vía oral, que se coloca debajo del labio para administrar nicotina a través de las encías. Los fumadores han virado hacia alternativas menos dañinas, como el snus, las bolsitas de nicotina, los cigarrillos electrónicos o los dispositivos de calentamiento de tabaco, por ser menos nocivas (al reducir la exposición a sustancias tóxicas en un 95%), pero también por ser más asequibles, ya que el gobierno sueco decidió respaldarlas con una fiscalidad más laxa ligada a su menor riesgo.

23% es la tasa media de tabaquismo de la UE, casi cinco veces más alta que la de Suecia

Según recoge el informe, «La experiencia Suecia, hoja de ruta para una sociedad sin humo», en los últimos 15 años, Suecia ha reducido sus tasas de tabaquismo del 15% en 2008 al 5,6% en 2022, mientras que la tasa media de tabaquismo de la UE se sitúa actualmente en un 23%, casi cinco veces más alta que la de Suecia. Tan solo fuma el 3% de los suecos entre 16 y 29 años, la tasa europea más baja de tabaquismo juvenil, en comparación con el 29% del resto de europeos entre 15 y 24 años. Además, la siguiente generación, de entre 30 y 44 años, también tiene una tasa de tabaquismo inferior al 5%.

Como resultado, los logros de Suecia en materia de salud son incomparables. La incidencia del cáncer en Suecia es un 41% inferior que en el resto de sus homólogos europeos, lo que equivale a un 38% menos en la cifra total de muertes por cáncer. En 24 de los otros 27 Estados miembros de la UE hay una tasa de mortalidad por tabaquismo el doble de alta o más que la de Suecia, en relación con el tamaño de la población. En todas las enfermedades relacionadas con el tabaco, Suecia tiene una tasa de mortalidad un 39,6% más baja que la media de la UEy es uno de los tres países con el menor número de muertes por cáncer de pulmón. Por lo tanto, el informe concluye que si en otros países se replicaran las tasas de mortalidad relacionadas con el tabaco que muestra Suecia, en la próxima década se podrían salvar más de 3,5 millones de vidas solamente en la UE.

3,5 millones de vidas se podrían salvar en la UE en la próxima década

Fumar cigarrillos u otros productos de tabaco combustibles es la mayor causa de muerte por enfermedades no transmisibles en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2017 se atribuyeron al tabaco ocho millones de muertes. Sin embargo, hoy en día, todavía hay más de 1.000 millones de fumadores en el mundo, a pesar de conocerse perfectamente los riesgos que conlleva fumar. Profesionales de la salud pública y expertos en reducción del daño defienden que las políticas de control del tabaco que regulan y demonizan de la misma manera a las alternativas sin humo son el principal error que diferencia al resto de países europeos, con tasas de tabaquismo persistentemente altas, de Suecia.

En el país nórdico, las ventas de snus y bolsitas de nicotina superaron a las de cigarrillos en 2016. Patrik Hildingsson, vicepresidente de comunicación y asuntos públicos de Swedish Match, compañía productora de snus desde 1917, explica que a inicios de 1900 el snus era más popular que el tabaco, pero los cigarrillos tomaron la delantera hasta alcanzar sus máximos en Suecia en los 70. En esa década, la publicación de un informe de la UE sobre el daño que causaban los cigarrillos y su difusión televisión cambió el chip de la población sueca, que volvió a consumir snus y otras alternativas menos nocivas y más asequibles. Aunque el éxito logrado con el snus no es replicable porque la UE solo permite comercializarlo en Suecia, Noruega y Dinamarca (ahora EEUU también lo acepta), Hildingsson espera que la ciencia y los datos disponibles que avalan el menor impacto en la salud de las alternativas de bajo riesgo se tenga en cuenta y no ocurra lo mismo que con el snus.

En este sentido, durante una rueda de prensa en Estocolmo, Anders Milton, médico, coautor del informe y presidente de la Comisión de Snus fue muy claro: «Ninguno de los productos ligados al tabaco están libres de daño, pero con los cigarros mueres, con sus alternativas no». Por ello, el profesor Karl Fagerström, miembro fundador de la Society for Research on Nicotine and Tobacco, explicó que «si se hubiese regulado en contra del snus en Suecia, habría sido un desastre para la salud nacional». «No puedes obligar a que la gente deje de fumar sin darle alternativas. Además, tienen que ser accesibles y eso pasa por tener una menor carga impositiva que el cigarrillo», señaló Stefan Mathisson, editor jefe del portal de noticias sueco sobre vapeo Vejpkollen. Por lo tanto, los expertos defienden que el éxito alcanzado con el snus en Suecia se puede lograr en otros países mediante las diversas alternativas sin humo que hay en el mercado, siempre y cuando los gobiernos las regulen de manera diferente al cigarrillo teniendo en cuenta su menor perfil de riesgo.