Análisis
Tamames: la verdad contra la propaganda
Su diagnóstico de la economía española fue certero e inapelable, mientras el Gobierno y sus socios se negaron a responder a ningún tema importante
Ramón Tamames ha demostrado ser un gigante intelectual ante un Gobierno lleno de propaganda y vacío de argumentos. Aunque nunca he considerado la moción de censura una buena idea, escuchar a Ramón reivindicar el sentido común y la verdad ha sido un lujo y un privilegio como ciudadano español y como economista.
Lo más triste de la moción de censura es que el Gobierno y sus socios se negaran a responder a ninguno de los importantes temas tratados por Tamames en su discurso. La estrategia parlamentaria ya se ha convertido en un diálogo de sordos donde la oposición pregunta una cosa y el Gobierno responde lo que le viene en gana, cuanto más alejado del tema tratado mejor. El diagnóstico de la economía española que dio Ramón fue certero e inapelable. Un discurso lleno de verdad que se encontró como respuesta la nada, el vacío más absoluto envuelto en propaganda.
Exceso de deuda: «Usted va a dejar de ser presidente con la economía española en una situación nunca vista de sobreendeudamiento, de la que sólo con mucho esfuerzo y consolidación podremos ir saliendo». Efectivamente, España no crece, vive un rebote insuficiente y endeudado en el que el Gobierno va a dejar el déficit estructural más elevado que cuando llegó al poder, y un agujero de la Seguridad Social que se ha triplicado bajo su mandato. Más de 1,4 billones de euros de deuda según el protocolo de déficit excesivo, pero más de 1,9 billones de pasivos totales de las administraciones públicas, según el Banco de España, y un déficit estructural que supera los 45.000 millones de euros anuales, según el propio Banco de España.
Un rebote pobre, endeudado y con elevada inflación. «La inflación subyacente de España se sitúa en el 7,5 por 100, superando en 2,3 puntos la de la media de la zona euro», dijo Tamames. La inflación es acumulativa y los ciudadanos españoles son los que más han perdido poder adquisitivo de toda la OCDE. Un Gobierno que se vanagloria de tener «la inflación más baja de la UE», cuando se acumula sobre un dato que era uno de los más altos de la unión mientras se dispara la subyacente, muestra que es solo pura propaganda.
Ramón también desmontó la euforia con el empleo. «Por lo cual, de puro facto, tenemos hoy el más elevado guarismo de desempleo, que durante el cuarto trimestre de 2022 llegaron a 3,5 millones con los referidos discontinuos». Efectivamente, la tasa de paro efectivo desmiente la propaganda laboral del Gobierno, ya que ha subido un 2,54% en la legislatura, mientras el Ejecutivo se aferra a una bajada del 7,9% del paro registrado oficial que esconde mucho desempleo e inactivos y, lo que es igualmente negativo, un dopaje vía contratación pública que supone más del 55% del empleo creado.
Recordó que la euforia no tiene sentido. «Con su Gobierno, la convergencia de España con Europa se ha resentido gravemente. La mayor parte del crecimiento se debe a un factor exógeno, sin influencias importantes de la acción del Gobierno: el turismo tradicional que tanto se vitupera por miembros de su Gobierno» y «España es la única economía grande, la cuarta de 27 de la Unión Europea, que aún no ha alcanzado el nivel de PIB de antes de la pandemia. Durante su mandato, Sr. Sánchez, Lituania, Estonia, Eslovenia, Chipre y Malta han sobrepasado a España en PIB per cápita». La verdad frente a la enorme nada de la propaganda.
Tamames también recordó los graves desincentivos al crecimiento empresarial, la inseguridad jurídica, desde el riesgo regulatorio al grave problema de la ocupación y el ataque gubernamental constante a las empresas, además de la maldición de los cincuenta trabajadores, que supone que muchas empresas se ven obligadas a dejar de crecer al sobrepasar esa cifra de empleados ante el tsunami de asalto burocrático y fiscal al que se les somete.
Un diagnóstico certero y una advertencia clara a Gobierno y oposición: «En los últimos tiempos, la expansión monetaria por el gasto público ha sido la mayor de la historia de la UE y de España. Por lo que ahora ha de valorarse la idea de hacer un programa de reducción de gasto, o iremos a peor». Con un nivel de ineficiencia del gasto público de 60.000 millones de euros según el IEE, hay mucho que mejorar. Acabar con ese gasto superfluo no lleva a España a una recesión. Lo que lleva a España al desastre es mantenerlo.
Ramón Tamames volvió a ser lo que siempre ha sido, él mismo por encima de siglas y de fobias. Acudió al Congreso entre ataques e insultos de distintos colores políticos y demostró ante toda España que, como en el cuento del traje del Rey, el presidente y su Gobierno están cubiertos por un vestido tejido con la nada más cara de la historia. Gracias, Ramón. Un ejemplo de sentido común.
✕
Accede a tu cuenta para comentar