Opinión

La última de Planas: expropiar tierra

Confiscará a 16.000 explotaciones agrarias hasta un kilo y medio de su tierra para verificar el contenido en carbono

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas
El ministro en funciones de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis PlanasRober SolsonaEuropa Press

A saber si dentro de una semana Luis Planas continuará siendo ministro de Agricultura o, por el contrario, tendrá sustituto/a. Méritos para seguir en el Gobierno ha hecho en los últimos días: desde posar con su voto afirmativo en la consulta a las bases del PSOE sobre la amnistía, hasta realizar declaraciones publicas sobre este mismo asunto, contradiciendo las que hizo el 14 de octubre de 2019, en las que afirmaba que una amnistía a los independentistas catalanes no tenia cabida en la Constitución.

Si Planas se mantiene en el Gobierno y logra ser ministro de Exteriores, él, que presume de diplomático aunque no lo sea, habrá conseguido su objetivo y logrado su recompensa, pero, si continúa en el Ministerio de Agricultura, habrá que interpretarlo como un «castigo», porque pretende salir del caserón de Atocha a toda costa. Pero, ya se sabe que los designios de Pedro Sánchez son inescrutables, incluso para quienes le han servido con lealtad perruna.

Dicho lo anterior, tanto si se va, como si se queda, es necesario resaltar que entre sus últimas medidas está la de expropiar a los agricultores titulares de 16.000 explotaciones agrarias hasta un kilo y medio de su tierra, para que sea analizada con el fin de calcular el contenido en carbono de los suelos de España y determinar su capacidad de secuestro, «estableciendo las bases del futuro sistema de certificación de créditos de carbono cuya nueva legislación ha sido presentada por la Comisión Europea».

En una carta dirigida a los representantes de las organizaciones, el secretario general de Agricultura, Fernando Miranda, afirma que «por ello, el Ministerio, a través de la empresa Agroseguro va a iniciar una serie de trabajos que tienen por objeto conocer el contenido en carbono orgánico de los suelos de España».

Ahí es donde se enmarca la toma de muestras citada anteriormente, ofreciendo a los agricultores, eso sí, «la posibilidad de estar presentes durante la extracción de la muestra». Primero, no piden permiso para la extracción; segundo, «expropian» un kilo y medio de tierra de una propiedad privada. Pero, eso sí, no hay que preocuparse, porque para mayor recochineo, los propietarios pueden estar presentes en la operación.