Opinión

El vuelco de los consejeros

El bloque de derechas tendrá una ventaja significativa en la nueva Conferencia Sectorial de Agricultura con la que tendrá que lidiar el futuro ministro

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas (c), preside el pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria
Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funcionesEduardo ParraEuropa Press

Los socialistas han perdido una importante cuota del poder que ostentaban en la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural, formada por los representantes de las comunidades autónomas y del Ministerio de Agricultura. Antes de las elecciones autonómicas en la mayor parte de las regiones, que tuvieron lugar a finales de mayo, el PSOE y los partidos coaligados con él tenían mayoría, con un total de 10 representantes; el PP y Vox solo contaban con cinco miembros en la citada Conferencia, mientras que los otros dos correspondían al PNV y a los independentistas catalanes. Estos dos últimos se han mantenido, porque ni el País Vasco ni Cataluña han celebrado elecciones, mientras que los socialistas se han quedado solo con dos, los de Castilla-La Mancha y Asturias, a los que hay que añadir el de Navarra de Geroa Bai. El PP tiene 7 consejeros directos (Andalucía, Extremadura, Madrid, la Rioja, Cantabria, Galicia y Baleares) que podrían ser 8, dependiendo de lo que suceda en Murcia. A ellos hay que sumar el de Canarias, que forma parte de una agrupación insular dentro de un gobierno de coalición con los populares y los 3 de Vox (Castilla y León, Comunidad Valenciana y Aragón). En resumidas cuentas, el bloque de izquierdas tendría tres representantes, el de derechas (a la espera de Murcia) contaría ya con 11. Es un vuelco muy significativo.

La persona que se haga cargo del Ministerio de Agricultura en el nuevo Gobierno deberá tener muy presente este reparto de los sillones en la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural a la hora de plantear medidas y de adoptar decisiones. Especialmente si se trata de introducir modificaciones en el Plan Estratégico de la PAC. Hay que recordar que Luis Planas tiró por la calle de en medio y envió a Bruselas el citado plan, que se aplica actualmente, sin haber alcanzado consenso con los consejeros de Agricultura y sin haberlo sometido a votación tampoco. Desde Andalucía defienden con mucha insistencia una modificación del mismo, al considerarse muy perjudicados. Está por ver que lo consigan.