Editorial
Un clamor popular contra la impunidad
El Partido Popular se dispone a dar la batalla con todas sus fuerzas a un gobierno que surja de la indignidad de un pacto que atenta claramente contra la igualdad de los españoles ante la ley.
El incuestionable éxito de la movilización popular, ayer, en Madrid, con un líder del partido como Alberto Núñez Feijóo que recibió el apoyo incondicional de lo más granado de la formación, incluidos los dos últimos expresidentes del Gobierno, José María Aznar y Mariano Rajoy, y los principales dirigentes regionales, tiene varias lecturas políticas, cierto, pero, a nuestro juicio, la principal es que una vez asumida la previsible derrota en la investidura, el Partido Popular se dispone a dar la batalla con todas sus fuerzas a un gobierno que surja de la indignidad de un pacto que atenta claramente contra la igualdad de los españoles ante la ley.
De ahí, que cuando el candidato socialista, Pedro Sánchez, derrotado en las elecciones, desprecia con su habitual suficiencia al adversario, seguro como está de sus acuerdos con los separatistas, debería intuir la dificultad del lance al que se enfrenta, entre otras razones, porque son muchas las conciencias que se suman al clamor popular.
Así, hoy, LA RAZÓN publica una encuesta elaborada por «NC Report» en la que se ha preguntado a los ciudadanos su opinión sobre la cesión de la medida de gracia a los golpistas catalanes. El rechazo general, casi a la búlgara, de los encuestados admite pocas dudas sobre la posición de la opinión pública española frente a esta cuestión. Un 80 por ciento de los encuestados rechazan la aprobación de la amnistía sin distinción de edad o ideología. No es sólo que un 78,8 por ciento de quienes se declaran simpatizantes socialistas se muestre en contra de conceder la impunidad a quienes atentaron contra el orden constitucional, es que, también, es mayoritario el rechazo, con un 59,6 por ciento, entre los votantes de Sumar.
Pero hay otro dato en la encuesta que el presidente del Gobierno en funciones debería tener en cuenta, como es que un 13 por ciento de quienes votaron socialista declara que hubiera cambiado de papeleta o se hubiera abstenido de haberse planteado en la campaña electoral un acuerdo de investidura basado en la amnistía de Carles Puigdemont. Como señalábamos en líneas anteriores, son muchos los triunfos en la mano del líder popular, comenzando por el convencimiento personal del cumplimiento de su deber, pero a ellos hay que sumarle el estado de una opinión pública mayoritariamente contraria al reconocimiento de la impunidad de quienes no tuvieron el menor embarazo a la hora de saltarse el ordenamiento jurídico español.
Porque, como bien explicitaba el lema del acto del PP, sólo desde el respeto a los principios básicos de una democracia, como es la igualdad de los ciudadanos ante la ley, podrán éstos protegerse de la arbitrariedad. Feijóo está obligado a no tirar la toalla en la defensa de los valores constitucionales. Ayer, en Madrid, se demostró que hay una España que no se resigna al silencio. La que no sólo encarna el Partido Popular.
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