Análisis 23J

El PP salva al 95,1% de sus votantes de 2019

El PSOE logra mantener al 86,8%, pero es de los que más manda a la abstención. Sumar ha quedado reducido al 81% de lo que fue Unidas Podemos

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la Junta Directiva del partido este lunes
Él líder del PP, Alberto Núñez Feijóo durante la Junta Directiva del partidoDavid Mudarra

Las formaciones del espectro de la derecha han mejorado sus resultados de las elecciones generales de 2019 en un total de 771.247 votantes, lo que supone 2,8 puntos porcentuales y 18 escaños más que hace cuatro años. Fijándonos únicamente en las cifras obtenidas por el PP, los de Alberto Núñez Feijóo han incrementado su voto en 3.044.800 electores, esto es, 12,2 puntos porcentuales y 47 escaños más. El resto son las pérdidas de Vox y el voto de Ciudadanos de 2019, hoy ya desaparecido de la batalla electoral.

En su conjunto, las derechas han sumado un total de 11.125.584 votos, frente a los 10.354.337 que cosecharon en 2019, por lo que han pasado, en porcentaje de voto, del 42,7 por ciento al 45,4 por ciento, mientras que en escaños han crecido de los 151 de hace cuatro años a los 169 actuales.

De todos, el PP ha sido, con el 95,1 por ciento, el partido que en mayor medida ha conservado a sus votantes de 2019. También el que más votante nuevo ha captado este 23J, con el 37,5% del total (553.000 electores que se estrenaban en unos comicios). Pero los populares se han hecho también con el 67,9 por ciento del voto de Ciudadanos, el 25,5 por ciento de Vox y el 6,3 del PSOE. Mientras, también ha atraído al 7,6 por ciento de quienes en 2019 apoyaron a al resto de formaciones. Todos estos aportes representan el 40,7 por ciento del total del voto recibido por los populares el domingo, siendo el restante 59,3 por ciento el que conserva de las anteriores elecciones.

Porque los populares tan solo se han desprendido del 4,9 por ciento de quienes también les votaron hace cuatro años, que principalmente han ido a la abstención (3.6 por ciento) y a la formación de Santiago Abascal (1,2 por ciento).

Por su parte, Vox ha mantenido al 71,2 por ciento de su electorado, fidelizando cada vez menos, y el resto se ha marchado fundamentalmente al PP, que le ha sustraído un total de 1.043.000 votos. A la abstención se han ido otros 110.000 exvotantes.

Mientras, y aún en el mismo espectro, los 1,6 millones de votos obtenidos en 2019 por Ciudadanos han tenido al PP como principal destinatario, recibiendo 1,1 millones de esas papeletas. Al PSOE han llegado 204.000 votos naranjas y a Vox, otros 55.000. La abstención ha sido el refugio final de 236.000 ciudadanos que en 2019 apoyaron a Ciudadanos.

Cambiando de bloque, las izquierdas han ganado un total de 262.790 votantes, esto es, 0,7 puntos porcentuales, y han perdido cinco escaños. No obstante, el PSOE ha logrado crecer en 968.771 votantes y ha ganado, 0,7 puntos porcentuales, lo que se traduce en dos diputados.

En total, el domingo las izquierdas recibieron 10.774.976 votos, una cifra muy similar a la de 2019, que fue de 10.512.186. También repiten prácticamente porcentaje, pues pasan del 43,4 al 44 por ciento, mientras que en escaños bajan de los 158 de hace cuatro años a los 153 actuales.

En particular, el PSOE ha retenido al 86,8 por ciento de sus votantes de 2019. Y a ellos ha conseguido sumar al 22,7 por ciento de los exvotantes de Unidas Podemos y sus confluencias, así como el 30,9 por ciento del voto de Más Madrid, Compromís, Chunta y Més. En total, 893.000 votos, prácticamente lo que ha subido el partido de Pedro Sánchez.

Por otra parte, también ha recibido el 12,4 por ciento del voto naranja y el 29,9 por ciento del nuevo votante (441.000 papeletas), así como 328.000 votos de otros partidos, especialmente en las comunidades de Cataluña y País Vasco.

Pero los socialistas también han sufrido la pérdida del 13,2 por ciento de sus votantes de 2019, los cuales han sido transferidos principalmente al PP (6,3 por ciento; 431.000 papeletas), a la abstención (3,2 por ciento; 215.000 votos) y a Sumar (3 por ciento; 205.000 sufragios).

Por su parte, la formación liderada por Yolanda Díaz ha obtenido un total de 705.981 votantes menos que los que logró Unidas Podemos en 2019: ha caído 3 puntos y perdido a siete parlamentarios. Solo el PSOE le ha quitado el 24,1 por ciento de sus electores y la abstención se ha llevado otro 5,8 por ciento. Así, Sumar ha quedado reducido al 81 por ciento de lo que fue en 2019.

El tercero de los bloques, el independentista, sufre un retroceso desde los 2,4 millones de votos de 2019 a los 1,7 millones del pasado 23J. En concreto, bajan del 10 al 7 por ciento de las papeletas y pierden nueve escaños, al caer de los 35 a los 26 actuales.

Con estos datos salidos de las urnas, la suma de parlamentarios de PSOE, Sumar, ERC, Junts, CUP, EH-Bildu, PNV y BNG se ha reducido de los 193 de 2019 a los 179 de ahora, mientras que los diputados de la derecha, incluyendo a Coalición Canaria y UPN, pasan de 155 a 171 representantes. Por circunstancias conocidas, hay que excluir los cinco diputados de la derecha vasca y los siete de la catalana, lo que haría subir la bolsa de las derechas a 183 escaños, dejando a Sánchez y sus socios de Sumar y de la izquierda independentista en un total de 167.

Finalmente, la estrategia del miedo a la extrema derecha de los últimos días de campaña provocó un trasvase de voto independentista y de parte de Ciudadanos a los socialistas, y la abstención de otros 236.000 votantes naranjas que finalmente no se inclinaron por el PP. Esto permitió a los socialistas de Pedro Sánchez remontar tres puntos, los mismos que bajó el PP.