Cataluña

Junqueras, desde la cárcel: “Si el Tribunal Europeo dice el día 19 que tengo inmunidad, seré candidato de ERC"

Tras un cristal, en mangas de camisas y sin un ápice de arrepentimiento. La entrevista no se graba. En la cárcel ni móvil, ni tablets, ni nada. Nuestras herramientas, papel y bolígrafo. La entrevista dura algo más de una hora.

Cerca de Manresa, en la comarca del Bages, se encuentra la cárcel de Lledoners. El camino para llegar no tiene pérdida. Basta con seguir los lazos amarillos. A las 10 de la mañana nos espera Oriol Junqueras (Barcelona, 1969). Hace un frío de justicia. Un grado marca el termómetro. LA RAZÓN para a tres kilómetros de la prisión para hacer un café en la Bona Plata acompañados de un hombre de máxima confianza del líder de ERC.

«Habéis parado a tomar un café abajo», nos dice Junqueras cuando llegamos. Ante nuestra sorpresa añade: «Me lo ha dicho un preso que llegaba de permiso. En el bar están tu amigo y el Bolaño».

Después de pasar dos arcos de seguridad, nos instalamos en un habitáculo de tres metros por dos. Junqueras nos atiende tras un cristal tras entrevistarse, previamente, con su abogada. Nos oímos por un interfono. La entrevista no se graba. En la cárcel ni móvil, ni tablets, ni nada. Nuestras herramientas, papel y bolígrafo. La entrevista dura algo más de una hora.

Junqueras va en mangas de camisa y con sus aperos en una mochila. A nuestro lado también están recibiendo visitas Josep Rull, Joaquim Forn o Raül Romeva, que viene a saludarnos. Acaba la entrevista y mi acompañante se queda con Junqueras. Le encarga deberes. Por teléfono sólo habla con su mujer y con mi compañero de viaje. Diez veces a la semana en llamadas de 8 minutos. «Su mujer siempre gana». Son las llamadas autorizadas por la dirección de la prisión. Su abogado no cuenta en este baremo. Su palabra más habitual, diálogo.

–La Junta de Tratamiento Penitenciario de Lledoners ha hecho su propuesta de clasificación del régimen de los presos. ¿Qué le parece?

–Previsible. Todos los abogados nos decían que con condenas tan altas sería lo más probable. En todo caso, la anomalía es tener demócratas en la cárcel por haber puesto urnas.

–¿Está buscando trabajo para poder salir de la cárcel?

–Soy un profesor que ha hecho política. Pero, ¿quién no hace política en este país y en la situación en la que nos encontramos? Todos tenemos el deber de intentar hacer lo mejor para ayudar a nuestros ciudadanos.

–Pero, ¿busca trabajo, condición necesaria, para poder salir de prisión unas horas?

–Mi obligación es estar atento, pero la prioridad no es salir de la cárcel. Ya se verá. Tengo varias opciones sobre la mesa. Todo a su tiempo.

–Hace dos años, en septiembre, LA RAZÓN le entrevistó en su despacho de ERC. ¿Qué ha pasado, a su juicio, para que usted acabara en prisión?

–Que han actuado ahora como lo han hecho durante toda la historia. No han podido resistir la tentación de encarcelarnos, aunque sepan que somos inocentes y que su decisión va directamente contra la supervivencia de su propio Estado. Siempre le decía a mi equipo que acabaríamos aquí, pero también teníamos claro que la cárcel es una fase más en este camino hacia la libertad de nuestro país.

–¿Fue un error forzar la situación con una DUI?

–El error es encarcelar a demócratas por hacer un referéndum y cumplir con el mandato de las urnas. El tiempo demostrará la magnitud de una decisión que no va contra nosotros sino contra la democracia española.

–¿No hay autocrítica? Forzaron la ley.

–No la forzamos. Mi compromiso electoral era celebrar un referéndum. Fuimos consecuentes con nuestro compromiso. Contestaron con violencia, exilio y cárcel. Lo que sí es verdad es que nos hemos de explicar mejor y ojalá lo hubiéramos hecho antes. Hay quien quiere que no lo podamos hacer. Creo que hemos de ser suaves en las formas y claros en el contenido, defendiendo siempre, y repito siempre, el diálogo. Nos han condenado por ser políticos independentistas. No hemos vulnerado la ley y nadie nos dice qué ley hemos vulnerado. Declarar la independencia y hacer un referéndum no es un delito.

–Dice que no la vulneraron, pero hicieron una Declaración Unilateral de Independencia.

–Cumplimos con nuestro programa electoral y tratamos, yo mismo muchas veces, de dialogar con el Gobierno del Estado. La única unilateralidad fue la reacción del Estado. No me arrepiento de nada.

–¿Tenía que haber aceptado Puigdemont la convocatoria de elecciones para evitar la ruptura política, social y económica de Cataluña?

–Eso debería preguntárselo a él, en cualquier caso. Lo que está claro es que el Estado iba a aplicar el 155 y a encarcelarnos de todas formas, como ha confirmado Mariano Rajoy. No es la justicia lo que actúa, sino la venganza.

–Afirma que todo se hizo para negociar. Y se fracasó. ¿Ahora lo intentan de otra manera?

–Los que somos independentistas de toda la vida, no cejaremos en el empeño. Sabemos que el camino no es fácil. En el camino del diálogo siempre hemos estado y siempre lo estaremos. Hasta ahora nadie nos ha querido escuchar y lo intentamos. Lo hicimos antes y ahora lo volvemos a hacer.

–¿Cree usted que es un insulto negociar como afirman grupos como los CDR que pintan su sede?

–La negociación siempre es la solución a los conflictos. Tarde o temprano se acabará en una mesa de negociación. Es lo que han avalado las urnas con una nueva victoria de Esquerra Republicana en las elecciones españolas y es lo que pide también la calle con el famoso «Sit and talk» (Siéntate y habla). Otros pintan para expresar su posición. Yo no renunciaré a la mía. Estoy en la cárcel y si quieren hablar conmigo, además de pintar, que lo hagan. No aceptaré lecciones de compromiso y constancia. Los hechos hablan por si mismos.

–Tardà ha dicho que hay que investir a Sánchez porque sin gobierno no se puede negociar nada. ¿Lo suscribe?

–ERC ha sido muy clara con sus condiciones. Si se dan, podemos replantear nuestra posición, pero si no se acuerda una mesa de negociación como reclamamos nuestro voto será negativo. Nosotros no estamos negociando una investidura, sino los mecanismos para buscar una solución democrática al conflicto. El acuerdo siempre es deseable y conveniente. Antes decíamos lo mismo y la respuesta fue una mesa vacía. Ahora alguien se sienta y parece, y le insisto parece, que quiere escuchar para poner en marcha el diálogo, la negociación y el acuerdo, y lo más importante que se cumplan estos acuerdos. Tengo total confianza en mi equipo negociador.

–¿ERC y PSOE están condenados a entenderse?

–Los dos partidos hemos ganado las elecciones. ERC en Cataluña y el PSOE en España, y estamos obligados, como mínimo, a hablar. Tenemos la oportunidad histórica de sentarnos en una mesa para hablar del conflicto político y debemos intentarlo. Somos conscientes de la situación y escépticos en cuanto al resultado, pero debemos intentarlo.

–Si no se entienden nos abrimos a un escenario de adelanto electoral y el riesgo de una victoria de la derecha española.

–(Sonríe). Mi sonrisa es la mejor respuesta. Siempre hay alguien que busca la confrontación y el ruido, para convertir el diálogo en un pecado. Si no se dialoga quiere decir que nuestra democracia tiene déficits notables. Los actores políticos que no quieren hablar son profundamente antidemocráticos. Y este diálogo quiero hacerlo con todos los ciudadanos de España.

–¿Cómo van a convencer a ciudadanos catalanes y españoles que nadie se entrega a su interlocutor?

–Creo que es falta de cultura democrática y es un problema grave. Hablar y negociar no es renunciar. Yo no pienso renunciar a mis convicciones y objetivos políticos, aunque me hayan condenado a 13 años de cárcel. Estamos dispuestos a ir a la cárcel por defender nuestras ideas, así que no acepto lecciones de nadie, y no espero que el PSOE renuncie a trabajar para la unidad del Estado, pero debemos buscar una solución democrática, para nosotros un referéndum, que sea aceptada por la inmensa mayoría de los ciudadanos catalanes.

–Todos hablan de votar. ¿Si hay acuerdo sobre un nuevo Estatuto, ERC estaría dispuesta a aceptar el resultado de un referéndum como marca la Constitución?

–El problema es que el Estado nunca cumple. En 2010 con la sentencia contra el Estatut se cargó el Estado de Derecho en Cataluña. Un tribunal anuló lo que había aprobado el Parlament, el Congreso y los ciudadanos de Cataluña en un referéndum. Nosotros, independentistas de toda la vida, no queremos reformar España, queremos trabajar para una solución democrática al conflicto entre el Estado y Cataluña y creemos que esto solo puede pasar por las urnas. Siempre seremos partidarios de un referéndum y de la autodeterminación. Es nuestro objetivo y nunca lo abandonaremos. Sabemos que el PSOE no lo comparte y queremos que planteen sus alternativas, y al final las mayorías en las instituciones determinarán. Por eso, pedimos que se implanten los mecanismos para determinar cual es la voluntad de los ciudadanos. Deben tener la última palabra. ERC gana elecciones, pero no tenemos una mayoría suficiente. El PP es residual en Cataluña porque sus propuestas no gustan. Nosotros tampoco somos la gran mayoría, pero nuestra propuesta es la que tiene más apoyos. El PP y Ciudadanos ni siquiera tienen una propuesta.

–En el Parlament se mostró anteayer gran desconfianza entre ERC y JxCAT. ¿Cree usted que Torra y Puigdemont quieren negociar de verdad o sólo vigilarles y acusarles de traidores?

–Creo que si se consigue un buen acuerdo que haga replantear a ERC a su posición en la investidura, también estará JxCAT, porque será un buen acuerdo para el país. Se deben priorizar los intereses del país, no intentar el desgaste partidista.

–Se abre una negociación con el PSOE y Podemos en el Gobierno. ¿Qué se debe negociar? ¿Cuál es el marco político?

–La resolución del conflicto político. No estamos en una negociación normal. Se habla de la mesa de negociación entre gobiernos, del conflicto político. La posición de Esquerra es muy clara, apostamos por la vía de la política y acabar así con la judicialización del conflicto. Votaremos no, si no hay una mesa de negociación entre gobiernos donde podamos hablar de todo y fijemos un calendario y unos mecanismos de cumplimiento de los posibles acuerdos de esa mesa. La pelota está en el tejado de los socialistas y las terceras elecciones también.

–Las posiciones están muy distanciadas...

–Evidentemente, la parte catalana lleva su propuesta que pasa por la autodeterminación y la amnistía y esperemos que el Estado haga alguna propuesta. Aceptaremos lo que salga cuando los ciudadanos voten. Espero que todos hagan lo mismo. Cuando no se habla desde hace mucho tiempo, empezar de cero siempre es difícil. ERC quiere hablar no sólo con el PSOE o Podemos. Queremos un diálogo multilateral también con la universidad, entidades empresariales y agentes sociales. Cuánto más se dialogue mejor, sabiendo que las diferencias son muchas, pero el diálogo siempre es entre diferentes. En abril, ERC actuó y dejó claro que el PSOE no quiso hacer gobierno. Le ofrecimos un acuerdo y no lo aceptó. Ahora los socialistas son los que deben mover pieza y crear ámbitos de negociación. Ahora todo depende del PSOE. En abril no se concretó nada, ahora veremos si hay voluntad.No estamos negociando una investidura, sino para buscar una solución democrática al conflicto. La pelota está en el tejado del PSOE y las terceras elecciones, también

–¿Teme el boicot al diálogo por parte de JxCAT que sólo quiere negociar un referéndum de autodeterminación?

–Quien trabaja para acordar es ERC. Si hay más gente en esta línea mejor. Hemos conseguido que Pedro Sánchez se avenga a hablar con Torra. Yo ni tan siquiera me he negado a hablar con el PP. Dialogar no es pecar. El PP no tuvo inconveniente en dialogar hasta que decidieron silenciarnos con la cárcel. Los mismos que hoy aplauden que estemos en la cárcel, antes intentaron hablar con nosotros. Y lo volverán a hacer cuando les interese y sino recuerde cuando José María Aznar hablaba de Movimiento Nacional de Liberación, cuando se refería a ETA. Los que ahora condenan el diálogo lo hacen porque no les conviene. ¡Qué nadie se deje intimidar por dialogar!

–¿La solución política en España y en Cataluña pasa por romper la política de bloques?

–Pasa por sentarse a hablar y por poner las urnas en Cataluña. En genérico, las dinámicas de bloques es positivo cambiarlas, no para construir otros sino para favorecer el diálogo. No le pido al PSOE que renuncie a su modelo de España, pero tampoco quiero que le piden a ERC que abandonemos nuestros valores. Nosotros ganamos en Cataluña, los últimos no pueden imponer su voluntad –PP y Ciudadanos– porque las posiciones no se pueden imponer.

–¿Un adelanto electoral la mejor solución para el bloqueo del Govern de la Generalitat?

–Eso es competencia del president Torra. Nosotros estaremos encantados de participar en cualquier cita democrática.

–¿Y quién será el candidato de ERC?

–Oriol Junqueras. Si el Tribunal Europeo dice el próximo día 19 que hay inmunidad entiendo que no hay inhabilitación posible, aunque el día 19 no se decidirá todo porque hay varias vías judiciales abiertas. El tribunal sólo responde a una pregunta del Supremo. Si ERC no cambia de opinión y no hay inhabilitación, Oriol Junqueras será el candidato.

–Eso abriría las puertas a Carles Puigdemont

–Yo respondo por mí.

–¿La ruptura de bloques pasa por un gobierno de izquierdas en la Generalitat?

–Los gobiernos deben ser útiles a los ciudadanos, y en una República sería la mejor manera. Los socialistas catalanes no comparten esto, ni ahora ni nunca. Creo que debemos seguir trabajando con los partidos que comparten este objetivo. Con Puigdemont compartimos este objetivo, aunque en otros temas económicos y sociales mantenemos diferencias.

–¿Cuál es su análisis por la entrada de Vox en la política española? ¿La independencia de Cataluña ha sido el motivo?

–La extrema derecha ha estado larvada en la sociedad española, pero subsumida en el PP. Decir que la independencia de Cataluña ha sido el motivo es tanto como decir que los conflictos de género han sido el motivo. Vox crece porque en la sociedad española se comparten criterios que nunca han desaparecido, pero que hasta ahora no estaban encima de la mesa.

–¿En el independentismo hay frustración como indican las redes sociales?

–En mi caso no. Estoy en la cárcel por defender lo que es justo. Las redes sociales no son un indicativo democrático significativo porque no representan al conjunto de la sociedad, aunque respeto a todo el mundo.

–¿Habrá acuerdo con el PSOE?

–Todo depende del PSOE, ERC lo ha demostrado.

–¿Algún mensaje que quiera destacar?

–Hablar porque hablando la gente se entiende. Me gustaría ir a Esparralejo –Extremadura–o a Torre de Pedro Gil –Jaén– donde nacieron mis bisabuelos para hablar con la gente y explicarles lo que somos porque sin diálogo es imposible entenderse.