Verdades y mentiras de la diputada andaluza que deja Vox por “machista”

“Dejo el partido. Aquí solo pueden hablar los hombres, las mujeres estamos anuladas”. Este “tuit” de la diputada de Vox por Almería, Luz Belinda Rodríguez, desataba una auténtica tormenta política en el partido de Santiago Abascal y en redes sociales, donde se aseguraba que la diputada andaluza dejaba la formación por “misoginia”. El propio Juan Carlos Monedero se subía al carro para afirmar en redes sociales que “ser mujer y votar a VOX es como ser obrero y votar al PP”, mientras compañeras de partido negaban sus acusaciones y aseguraban sentirse miembros de “pleno derecho” de la formación verde.

Tal ha sido el debate generado, que la propia diputada se ha visto obligada a publicar una nota en Twitter en la que aclara, entre otras cosas, que no ha denunciado al partido por acoso.

Rodríguez, que anunció que se marchaba del grupo tras denunciar acoso laboral y cuya “expulsión” ha registrado Vox en el Parlamento, señala en un comunicado que se trata de una decisión meditada tras meses de “desencuentros” con los órganos de dirección del partido al que pertenecía. Rodríguez denuncia en ese escrito las numerosas trabas para realizar su trabajo como diputada pero señala que “en ningún caso” ha presentado una denuncia contra el partido, sino que puso en conocimiento de la Policía “el hecho gravísimo” de abrirle cartas que recibía en el Parlamento, sin contar con su consentimiento ni con algún aviso previo. Asimismo, defiende que si su intención fuese vivir “cómodamente” de la política se habría limitado a leer los argumentarios de Vox y a votar lo que le ordenaran.

La posición difundida por la diputada andaluza contrasta con la que mantiene la dirección de Vox, cuyo Comité Ejecutivo Nacional ya le habia abierto expediente y acordado su expulsión por la “reiterada falta de compromiso y el anómalo comportamiento”, que había supuesto que se le advirtiera “por diversas causas” desde hacía meses. Vox ha asegurado que Rodríguez se negó a aceptar las directrices del grupo parlamentario, no cumplía con los compromisos adquiridos y presentaba iniciativas contrarias al ideario, además de hacer uso de sus redes sociales “para dañar al partido y atacar a sus compañeros”.

Aseguran asimismo que “con Luz Belinda nada funcionó desde el principio, se presentaron hasta 15 proposiciones de ley donde el tribunal del Comité de Garantias de VOX tuvo que intervenir por que no se respetaba ni el programa ni los fundamentos que ellos firman en VOX” y subrayan su “mal comportamiento parlamentario” con faltas de asistencias injustificadas al Parlamento Andaluz.

En este sentido, Vox aclara en una nota de prensa que la diputada almeriense “ha gestionado bajas médicas sin comunicación al grupo parlamentario, pero no ha dudado en conceder entrevistas durante esos periodos en los que supuestamente no podía trabajar” y denuncia sus “reiterados enfrentamientos y faltas de respeto con el personal del Parlamento en Andalucía”.

En el documento, registrado ayer por Vox en el Parlamento autonómico y dirigido a la Mesa de la Cámara se deja constancia de la expulsión de la diputada, aprobada por el Comité Ejecutivo Nacional.

El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Vox afirma que la destitución se basa en que esta formación “no está dispuesta a admitir” que sus cargos electos hagan un uso de las instituciones para su “medro personal y que obvien” el compromiso adquirido por este partido con sus votantes.

La formación de Abascal cierra así su enésima polémica mientras se enfrenta a su censura en Twitter.