
Pedro Sánchez
Casado exigirá hoy a Sánchez rectificar en Cataluña para avanzar en pactos
Las dos partes se prestan a la fotografía pero no prevén acercamientos significativos. El presidente cortó cualquier vía de diálogo de Estado tras su investidura
Cataluña, la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y de la otra decena de órganos judiciales también pendientes del acuerdo, la economía o la política exterior. La agenda de la reunión que hoy mantendrán en Moncloa el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Pablo Casado, está repleta de temas en los que es necesario, como es el caso de las renovaciones institucionales, o conveniente el acuerdo entre PSOE y PP.
Las dos partes se prestan a la foto por distintas razones, pero ninguna de ellas confía en que se produzcan realmente aproximaciones significativas, y sí, más bien, la constatación del abismo que les separa por culpa de Cataluña, de la política de Sánchez con los independentistas y por los socios del Gobierno.
En Génova no pasan por alto que Moncloa haya buscado la foto con Casado justo en vísperas de que active la mesa bilateral con la Generalitat y los secesionistas, «de la que dependen los Presupuestos y la superviviencia de Sánchez en el poder». «Casado no se va a dejar ustar como coartada», aclaran en el PP.
Moncloa apela oficicialmente a «su mano tendida» y a su llamamiento al PP a no dejarse llevar por la «ultraderecha», cuando en realidad Sánchez no ha hecho ningún movimiento dirigido a tender puentes con Casado desde su investidura. No hay ninguna vía de diálogo discreto entre el Gobierno y el principal partido de la oposición en ningún tema de Estado. Ya no la hubo después de la moción de censura, pero las elecciones no han cambiado nada. Los únicos mensajes que se cruzan Gobierno y PP son los insultos que se intercambian en público, y ni siquiera en la renovación del Poder Judicial, que tanto urge al Ejecutivo de coalición, Moncloa ha hecho hasta ahora el gesto de contactar al menos con el PP para abrir la negociación discreta que exige este tipo de pactos.
Sánchez pretende que la reunión sirva de coartada para decir que no es responsabilidad suya que no sea posible el acuerdo, que en ningún momento ha buscado con el PP. Y los populares tienen en la negociación con el independentismo y las «cesiones» que denuncian que ya ha realizado el Gobierno, entre ellas la designación de la ex ministra Dolores Delgado como fiscal general del Estado, la justificación para que tampoco tengan que hacer ningún esfuezo para que se produzcan aproximaciones. Precisamente el PP condicionó a que no se efectuase este nombramiento el avance en la negociación de las vacantes institucionales, pero la designación de la ex ministra ha seguido adelante.
Casado acude a Moncloa con su plan alternativo al del Gobierno de coalición. Y éste programa es lo que subrayará en la comparecencia en la que informará de su entrevista con Sánchez. Eso sí, el líder popular mantendrá en vigor su oferta de pactos de Estado, incompatibles con las alianzas que sostienen al jefe del Ejecutivo.
Los bloques son tan inamovibles que ayer Génova justificó la visita que hoy hará Casado a Moncloa en la «lealtad» institucional. Una maniobra preventiva a sabiendas de que a Vox le faltará tiempo para meter en el mismo saco al Gobierno y al PP con la foto del saludo de Sánchez y Casado.
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