Coronavirus

La anticuarentena de Iglesias: «Es un mal ejemplo para todos»

Tres veces en nueve días. El vicepresidente justifica que las reuniones son «presenciales»

Consejo Interterritorial de Servicios Sociales y Atención a la Dependencia con las Comunidades Autónomas y Diputaciones
Pablo Iglesias, en una imagen de archivoMONCLOAAgencia EFE

«No tengo coronavirus. Por delante me quedan 14 días de cuarentena cuidando a mi familia y trabajando por medios telemáticos». Con este mensaje, el vicepresidente Pablo Iglesias inauguró su cuarentena el 12 de marzo. Lo hacía después de que su pareja –la ministra Irene Montero– diera positivo. El Gobierno, en ese momento, se encontraba a apenas dos días de declarar el estado de alarma y de confinar a los españoles en sus domicilios.

La cuarentena de Iglesias, sin embargo, se ha caracterizado por su brevedad. De hecho, este viernes, se la saltó por tercera vez en apenas una semana. Participó en la reunión de los ministros de Empleo de la Unión Europea acompañado presencialmente por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el titular de Seguridad Social, José Luis Escrivá. A continuación presidió la reunión del Consejo Interterritorial. La comunicación con los consejeros autonómicos se mantuvo de manera telemática, pero Iglesias estuvo acompañado presencialmente por algunas personas de su equipo, con el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, a la cabeza.

Desde Moncloa defienden la presencia de Iglesias en estos actos, en los que, aseguran, se están teniendo en cuenta las medidas habituales de seguridad para estos casos. En esta tesis insistió Iglesias cuando se saltó por primera vez la cuarentena el pasado sábado: «El presidente me ha convocado presencialmente. Era mi deber acudir y lo he hecho siguiendo un protocolo sanitario organizado por Moncloa según las indicaciones de Sanidad, que hemos cumplido a rajatabla».

El director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias, Fernando Simón, también ha salido en su defensa: «Hay situaciones en las que por múltiples razones puede ser necesario que personas sin sintomatología, que pueden representar un riesgo marginal, tienen que tener cierta actividad laboral por las razones que sean, y en estos casos se tienen que hacer excepciones». Excepciones que, según Simón, son «razonables» al tener que ver con la «actividad laboral» de los afectados y que están recogidas en los documentos elaborados por el Ministerio, también para aquellas personas que, como Iglesias, han mantenido un «contacto estrecho» con contagiados.

Fuentes sanitarias consultadas por este diario subrayan que a pesar de ese «riesgo marginal» que existe al tenerse en cuenta medidas especiales de seguridad, la imagen de Iglesias en reuniones presenciales constituye una contradicción respecto al mensaje que se está lanzando a los ciudadanos: «Cuando Fernando Simón tose en una rueda de Prensa en la parte interior de su codo es un buen ejemplo para las personas que le ven. Pero cuando Fernando Simón justifica que un político no guarde las medidas de aislamiento que se están exigiendo a los ciudadanos es un mal ejemplo para todos», reconoce un médico de la Sanidad privada. «Lo que llega a la gente es que las medidas de seguridad no deben ser las mismas para todos y eso genera confusión», añade otra profesional.

Y es que en los nueve días que han transcurrido desde que se dispuso a iniciar dos semanas de trabajo en su domicilio, se ha saltado Iglesias la cuarentena en tres ocasiones. Ocurrió, en primer lugar, el pasado sábado, tras apenas dos días de aislamiento. Acudió a La Moncloa y participó presencialmente en el Consejo de Ministros que declaró el estado de alarma. Compartió la presidencia de la mesa del gabinete con Pedro Sánchez, cuya situación es similar en la medida en la que su mujer también dio positivo. El jueves, protaofreció una rueda con Salvador Illa. Y el viernes mantuvo otras dos reuniones.