Tres horas transcurrieron entre la publicación del pacto entre PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu para reformar de manera “íntegra” la reforma laboral hasta la rectificación a medianoche de los socialistas enmendando la redacción hacia la eliminación de los aspectos más lesivos de la misma. En este lapso de tiempo, la conmoción inicial por la noticia dio paso a la acción y a un cruce de llamadas al más alto nivel. En concreto, fue la vicepresidenta económica y ministra de Economía, Nadia Calviño, quien intervino ante el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para rectificar el contenido del acuerdo alcanzado con los abertzales. Su criterio se impuso.

Fuentes solventes aseguran a este diario que Sánchez sí estaba al tanto del pacto, como ha señalado la propia portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, persona de toda confianza del presidente, pero no así el resto del Gabinete. Especialmente airada fue la reacción de Calviño que buscó frenarlo asegurando que en las circunstancias actuales no conviene añadir nuevos elementos de inestabilidad. La respuesta de la ministra de Economía casa también con la de los empresarios que han calificado de “irresponsabilidad mayúscula” el pacto con Bildu, una iniciativa que -consideran- “dinamita” el consenso del diálogo social. El PSOE ha logrado con este movimiento un malestar que trasciende lo político, dentro y fuera de su partido. Desde el País Vasco también se ha censurado la maniobra, a espaldas del PNV y los socialistas vascos, que compromete su posición y su escenario ante los próximos comicios.

Finalmente, la intervención de Calviño tuvo su efecto, y el PSOE emitió una “nota aclaratoria” para rectificar la literalidad del acuerdo. La improvisación también guió este paso. Se recurrió a un “corta-pega” del acuerdo de Gobierno con podemos, “para que no hubiera dudas”, dejando incluso el “punto 1.3” de ese acuerdo y algunas medidas para su futura “derogación” que ya se han impulsado y aprobado en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, la polémica ha abierto otro frente en la relación dentro de Gabinete, ya que desde Podemos no aceptan la matización de los socialistas y aseguran que “lo pactado obliga”. En estos términos se ha manifestado Pablo Iglesias, que asegura que lo pactado en el acuerdo es la derogación de la reforma laboral.