Casa Real

Sánchez cambia los despachos con el Rey por llamadas y SMS

Desde que el líder socialista llegó al poder, los despachos semanales son más esporádicos, algo que habría causado que Zarzuela confirmara la asistencia de Felipe VI al CGPJ que luego fue vetada por Moncloa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, firma el libro de visitas junto al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, firma el libro de visitas junto al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli.MoncloaMoncloa

La creciente polémica creada por la decisión del Gobierno de no refrendar la presencia del Rey hoy en Barcelona para la entrega de despachos a la nueva promociones de jueces ha provocado que el foco de la atención vuelva a centrarse en las relaciones entre la Jefatura del Estado y la Presidencia del Gobierno y, más concretamente, en las rutinas de comunicación que existen entre los apenas diez kilómetros que existen entre sus respectivas sedes, Zarzuela y Moncloa. En el pasado, durante el largo reinado de Don Juan Carlos y durante la etapa de Rajoy como presidente tras la abdicación se producían despachos semanales pero desde la entrada de Pedro Sánchez en la Moncloa se ha producido un cambio significativo: fuentes no oficiales han confirmado a este diario que de ser una cita razonablemente fija en la que se producían excepciones, se ha pasado a una situación en la que la excepción es precisamente que se produzca el desplazamiento físico del presidente del Gobierno hasta el despacho del Rey en Zarzuela.

Esta situación empezó a emerger con ocasión de uno de los primeros desaires del Gobierno a la figura del Jefe de Estado con ocasión de la preceptiva comunicación que el presidente investido debe hacer de los nombres de los que serán los ministros de su Gobierno. En aquella ocasión, en enero de este mismo año, se informó de que la comunicación entre el Rey y el presidente del Gobierno es permanente pero los procedimientos son variados, ya que incluyen además de despachos semanales, conversaciones telefónicas o incluso mensajes. Lo cierto es que de forma habitual no se informa oficialmente de esos contactos entre el jefe del Estado y el jefe del Ejecutivo y no suele haber cobertura de los medios de comunicación cuando un presidente investido acude a Zarzuela a dar la lista de sus ministros, pero tanto González como Aznar como Rajoy lo hicieron. En enero, sin embargo, se hizo la comunicación por teléfono.

Que esta nueva operativa provocada por el peculiar estilo de presidencia que Pedro Sánchez ha desplegado desde que ocupa su cargo deja bastante que desear es obvio toda vez que Zarzuela confirmó la asistencia del Rey a la entrega de despachos cuando no había sido refrendada con Zarzuela: ¿Es posible una falta de comunicación como esta si los canales de comunicación son tan fluidos como se asegura? ¿O sí que se produjo este visto bueno y luego Moncloa dio marcha atrás al considerar la derivada política que podría tener la visita del Rey a la ciudad condal en plena negociación de los presupuestos?. La confidencialidad de los contactos entre presidencia y Zarzuela -propugnada por ambas instancias- hace muy difícil conocer lo ocurrido.

Por si fuera poco, a día de hoy, sigue sin estar claro quien ha tomado la decisión de vetar al Rey en Barcelona. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, se limitó a decir ayer al respecto, en una entrevista concedida a la Cadena SER, que «la tomó quien la tenía que tomar», perífrasis de oscuro significado que parece apuntar a Sánchez sin afirmarlo abiertamente. De manera un tanto inverosímil, Campo respaldó la decisión de que el Rey Felipe VI no acuda a la entrega de despachos a los nuevos jueces en la Escuela Judicial de Barcelona prevista para este viernes, apuntando a la «obligación» que tiene el Gobierno de proteger la Monarquía. «La decisión se ha tomado analizando todas las variables», aseguró Campo. Sobre las razones, el ministro aludió a «la ponderación de bienes», indicando que «hay que sacrificar algo en pro de algo más seguro». «Creo que en la mente de todos están toda una serie de circunstancias y variables que podrían cuestionar todas y, por tanto, creo que la mayor obligación que tiene el Gobierno es proteger las instituciones y, sin duda, la Monarquía lo es», señaló. Además, llamó a no «sobredimensionar cuestiones», argumentando que, aunque «es importante que el Rey entregue los despachos a los nuevos jueces», el compromiso de Felipe VI con la justicia es «fuerte». «No hay ruptura de nada», defendió.

Otro tipo de explicaciones llegaron desde Barcelona. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, afirmó que el Rey Felipe VI «puede ir a Cataluña», pero que debe decidir «a qué va y cuándo», y en este sentido ha sugerido que «quizá no era la mejor opción» su presencia en un acto de jueces en Barcelona en los días de la sentencia sobre la inhabilitación de Quim Torra. Así lo expresió en una entrevista en TVE, recogida por Ep. Sobre los motivos que justifican la falta de asistencia, ha señalado que «solo los puede decir el Gobierno», pero que se le ocurre que «quizás alguien pensó que ir a un acto de un componente judicial muy importante la semana que quizás se hacía pública la sentencia que puede afectar al presidente de la Generalitat no era la mejor opción», explicó.

No obstante, Iceta insistió en que el jefe de Estado «ha de venir, el Rey ha de estar». «Lo que es antipatriótico es tirar sal a las heridas en vez de intentar sanarlas», dijo. Desde ese punto de vista, el dirigente del PSC remarcó que el Rey «tiene motivos para visitar Cataluña aún sabiendo que hay una parte de la opinión pública catalana que ha roto amarras con el Rey y con el Estado». Así, incidió en que «hay que recuperar afectos» y que esto pasa por una «presencia inteligente» del jefe del Estado en Cataluña. «El Rey es un símbolo, la pieza, la cúspide, el jefe del Estado y, por lo tanto, tenemos que trabajar para que sea cada vez más respetado, más querido y que su figura sea integradora», añadió Iceta. Por ello, explicó que esto a veces «puede aconsejar unas determinadas presencias o desaconsejarlas». Por su parte, Cs exigió a Campo, que aclare si la ausencia del Rey Felipe VI en el acto de entrega de despachos a los nuevos jueces se debe a que el Gobierno le ha prohibido asistir y, en ese caso, por qué se considera «egitimado» para tomar esta decisión. Cs pidió estas explicaciones al Ejecutivo de Pedro Sánchez a través de una batería de preguntas registrada este jueves en el Congreso y de un mensaje y un vídeo difundidos por su portavoz adjunto en la Cámara Baja, Edmundo Bal.

Campo: «Hay todo un paquete de razones»

El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ofreció ayer las únicas explicaciones que los españoles van a tener sobre el por qué se ha tomado la decisión de vetar a Felipe VI hoy en Barcelona. Campo dijo ayer jueves sobre la ausencia por vez primera del Rey en la entrega de despacho a los nuevos jueces en Barcelona que Rhay momentos en los que hay que sacrificar algo en pro de algo más seguro».
En declaraciones a la cadena SER, Juan Carlos Campo estimó que en todo caso «tenemos que dar normalidad a las cosas y quien tenía que tomar esa decisión la ha tomado y se habrá tomado sopesando muchas variables».
«Yo no digo que no tenga trascendencia, lamento que no esté el rey presidiendo un acto que para mí es tan emotivo y me parece importantísimo que esté, pero creo que en la ponderación de bienes hay momentos en los que hay que sacrificar algo en pro de algo más seguro», recalcó.
El titular de Justicia recordó que «en la mente de todos está una serie de circunstancias y variables que podrían cuestionar cosas, la mayor obligación que tiene el Gobierno es proteger las instituciones, y la monarquía lo es, y hay todo un paquete de razones que han aconsejado tomar esa decisión y está bien tomada». No obstante, aclaró que esta decisión no supone la ruptura de la presencia del Rey en actos oficiales.